Con aplausos pero sin ‘bravos’: así reabre la Ópera de Viena

El estreno de ‘Madama Butterfly’ marca el inicio de la temporada musical y la reapertura poscovid de la Ópera Nacional de Viena

Ópera Nacional de Viena. Foto: Christian Stemper | Turismo de Viena.

Agotados por la sensación de provisionalidad e interrupción de la vida a la que nos ha sometido la COVID-19, comenzamos a recibir buenas noticias del mundo de la cultura. Con reducción de aforo, distancia de seguridad, mascarillas y desinfectante de manos, sí, pero volvemos a la ópera. Y no a cualquiera. Reabre sus puertas la Ópera Nacional de Viena.

Centro neurálgico de la escena musical vienesa y uno de los templos operísticos más importantes del mundo, ayer 7 de septiembre levantó de nuevo el telón con el estreno de Madama Butterfly de Giacomo Puccini y celebró así por todo lo alto el fin de la interrupción forzada por la pandemia.

Una vuelta muy esperada

La Ópera Nacional fue la encargada de dar la señal para el inicio de una temporada regular de música que no será como las demás. Además de las medidas higiénicas y sanitarias, la famoso teatro vienés cuenta con un nuevo director, Bogdan Roščić, que sucede en el cargo a Dominique Meyer.

Para evitar potenciales contagios, los organizadores proponen evitar los ‘bravo’ y, en su lugar, aplaudir más fuerte

Bajo su batuta y durante la temporada 2020/21 se estrenarán diez óperas y dos ballets gracias a la colaboración con los más importantes directores de escena, cantantes y directores de orquesta del mundo de la ópera.

Junto a Roščić inicia también su tarea el director de orquesta suizo Philippe Jordan, que ocupa el cargo de director musical.

Precisamente Jordan es quien dirige la nueva producción de Madama Butterfly, que cuenta con la aclamada soprano lituana Asmik Grigorian en el papel protagonista.

Sin duda, uno de los templos mundiales de la ópera. Foto: Paul Bauer | Turismo de Viena.

Si te gusta, aplaude más fuerte

Debido a la actual situación sanitaria, la Ópera Nacional reduce su aforo y establece diferentes medidas para garantizar la seguridad, entre las que se cuentan la necesidad de llevar mascarilla -que puede quitarse tan solo durante la función-, la distancia de seguridad de, al menos, un metro respecto a otros asistentes o el uso de desinfectante para manos.

Además, la organización recomienda evitar los gritos de ¡bravo’ por aquello de no proyectar gotículas de saliva que puedan potencialmente contagiar de coronavirus. Sin embargo, no hay que renunciar a expresar las emociones; si la representación te ha gustado “solo tienes que aplaudir con más fuerza”, señalan desde Turismo de Viena.

Por otra parte, las entradas son personalizadas y son nominales, como medida para rastrear posibles cadenas de contagio en caso de detectar una infección por coronavirus. Por supuesto, solo pueden utilizados los asientos asignados.

Sí se mantendrán las populares entradas para ver la función de pie al módico precio de 10 euros aunque en la actualidad se han colocado sillas para marcar los lugares utilizables.
Tanto las salas de descanso y como los bufés están abiertos, aunque en estos casos sí es obligatoria la mascarilla para acceder. Además, se recomienda el pago con tarjeta.

Otros escenarios vieneses

La reapertura de la Ópera supone un espaldarazo al sector cultural de la ciudad, que se pone en marcha en otros espacios y citas. Es el caso de Musikverein, que estrena también temporada con nuevo director (Stephan Pauly) y actuaciones de la Orquesta Filarmónica de Viena los días 1, 3, 4 y 5 de octubre con las sinfonías de Beethoven dirigidas por Herbert Blomstedt.

La Ópera Nacional marca el comienzo de la nueva temporada en Viena. Foto: Christian Stemper | Turismo de Viena.

La Konzerthaus, por su parte, inicia su programación a  primeros de septiembre con un programa de homenaje a Beethoven a cargo de la Camerata Salzburg, mientras el Theater an der Wien lo hace el 16 de septiembre con el estreno de la ópera Zazá de Ruggero Leoncavallo puesta en escena por Christof Loy. La temporada del Burgtheater se inaugura el 11 de septiembre con La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca, con dirección de Martin Kušej.

En todos ellos se estrenan, además, protocolos de seguridad, higiene y distanciamiento para la prevención contra la COVID-19 lo que permitirá a Viena volver a disfrutar de la música y el teatro en vivo.

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