Nobel de Literatura para Abdulrazak Gurnah, el escritor que denuncia al colonianismo

Las cicatrices del colonialismo y el drama de los refugiados son algunos de los temas que atraviesa la literatura de Abdulrazak Gurnah, el escritor de Tanzania premiado con el Premio Nobel de Literatura 

Abdulrazak Gurnah, ganador del Nobel de Literatura

La Academia Sueca ha otorgado el Premio Nobel de Literatura a Abdulrazak Gurnah, un escritor de Tanzania radicado en Inglaterra que ha denunciado los efectos de colonialismo en su patria en particular y en África en general, así como de la dura vida de los refugiados que chocan con la indiferencia y discriminación de Occidente.  

Nacido en isla de Zanzíbar en 1948, a sus 21 años Gurnah se instaló en Gran Bretaña huyendo de la represión a los ciudadanos árabes que se desató tras la revolución independentista de su país. 

Recién pudo volver a su tierra natal en 1984 para ver a su padre poco antes de morir. 

Abdulrazak Gurnah en una conferencia en Palestina. Foto PalFest – Flickr

Pensar en suajili, escribir en inglés

Aunque el suajili era su idioma materno el inglés fue la lengua con que se dio a conocer al mundo. En su vida profesional, además de escritor, fue profesor de literatura inglesa y postcolonial en la Universidad de Kent, en Canterbury. 

Aunque el suajili es el idioma materno de Gurnah, se dio a conocer al mundo con el inglés; la lengua que representaba el arquetipo del colonialismo

En sus obras, compuesta por diez novelas, la perturbación del refugiado es un tópico constante, donde en vez de la perspectiva buenista que muchos pretenden abordar desde los países europeos busca centrarse en la identidad de los que deben abandonar sus patrias y sobre la imagen que tienen de sí mismos. 

Sus personajes, destaca el fallo de la Academia, siguen adelante en una cultura pero con añoranza de su vida anterior, “a caballo entre culturas y continentes, en un estado inseguro que nunca se podrá resolver”, indicaron. 

Abdulrazak Gurnah, en un retrato aportado por la Academia Sueca

Retratos de los refugiados

Así lo refleja en Dottie, de 1990, con el retrato de una mujer negra de origen inmigrante que crece en duras condiciones en la Inglaterra de los años 50, cargada de racismo, y debido al silencio de su madre que carece de conexión con su propia historia familiar 

El jurado dictaminó que Gurnah «rompe conscientemente con las convenciones, cambiando la perspectiva colonial para resaltar la de las poblaciones indígena». 

En tanto en Paradise, de 1994, creada desde un viaje de investigacion que realizó a África Oriental en 1990, analiza la llegada a la mayoría de edad a través de una historia de amor cargada de tristeza, donde chocan diferentes mundos y sistemas de creencias. 

En Desertion, escrita en 2005, la historia de amor que aborda Gurnah entra en un campo de contradicciones al entrar en lo que denomina como un “romance imperial”. 

En Dottie retrata las duras condiciones de vida de una mujer inmigrante que crece en la Inglaterra de los años ’50

Otras novelas de Gurnah son Memory of Departure, Pilgrims Way, Admiring Silence y By the Sea

Este hombre de letras también ha publicado también numerosos ensayos en torno a la obra de otros autores poscoloniales, como Salman Rushdie, Zoë Wicomb o Vidiadhar Surajprasad Naipaul

El secretario de la Academia Sueca al leer el fallo del Premio Nobel. Foto EFE

África, la cuenta pendiente del Premio Nobel 

Si bien las quinielas no acertaron de pleno con el nombre, sí se daba por seguro que el premio iba a ser a un escritor que no sea occidental. O al menos, que tenga sus raices fuera del Primer Mundo. 

Sin embargo la presencia de África en este premio es casi anecdótica: con Gurnah apenas son cinco escritores de ese continente galardonados con el máximo premio a las letras. Los otros son Wole Soyinka (Nigeria, en 1986), Naguib Mahfuz (Egipto, 1988), y los sudafricanos Nadine Gordimer (1991) y John Maxwell Coetzee (2003). 

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