Sylvia Plath en Benidorm

Se publica por primera vez en España la traducción de las cartas completas de Silvia Plath y una edición de ‘Ariel’ ilustrada por Sara Morante

Portada © Estate of Gordon Lameyer; courtesy of the Lilly Library, Indiana University

Se ha discutido mucho sobre el escenario en el que Ted Hughes tomó la fotografía de Sylvia Plath arrodillada en una playa, cubierta con un bañador blanco y tocada por una melena rubia. Hay quien dice que fue hecha en Estados Unidos, pero también los hay que aseguran que esa arena y ese sol sólo existen en un sitio: Benidorm.

Ted Hughes y Sylvia Plath contrajeron matrimonio el 19 de junio de 1956, pocos meses después de haberse conocido, e inmediatamente iniciaron una luna de mil que les llevó a París, Madrid, Alicante (capital) y Benidorm. Apenas pisaron el municipio de la Costa Blanca, supieron que ‘ese era nuestro lugar’ e inmediatamente alquilaron una habitación en la que permanecieron cinco semanas. Durante todo ese periodo de tiempo, se dedicaron a leer, descansar y escribir. Ah, y ella también a dibujar.

Durante su luna de miel en Benidorm, Sylvia Plath convirtió en ilustraciones las escenas cotidianas de aquel pueblecito todavía asilvestrado

Mientras componía los versos de los poemas Las remendadoras de redes, Los mendigos o Los melones de fiesta, todos inspirados en lo que veía a su alrededor, Plath convertía en ilustraciones las escenas cotidianas de aquel pueblecito todavía asilvestrado. Según puede leerse en una de sus cartas: ‘Deambulé con Ted haciendo bocetos detallados con pluma y tinta, mientras él leía, escribía o meditaba sin más, sentado a mi lado. Espera a ver estos pocos de Benidorm; los mejores que he hecho en toda mi vida, líneas y sombreados muy marcados y refinados’. Aquellas cinco semanas marcaron el resto de la vida de la poeta. Fueron, dicen los expertos, los días más felices de su corta existencia.

Dibujos y cartas

La editorial Nórdica publicó en 2014 Dibujos, un libro en el que se recogían las ilustraciones de Plath, incluidas las realizadas en España, y en el que se ha inspirado Isabel Coixet para su última película, Nieva en Benidorm, cinta en la que la escritora tiene un papel destacado.

Pero hay otro lugar donde podemos rastrear el paso de la poeta por la Costa Blanca: sus cartas. La editorial Tres Hermanas ha iniciado la publicación de toda la correspondencia -hasta ahora inédita en castellano- que Plath mantuvo con sus allegados. La edición original de Cartas de Sylvia Plath -publicada por Faber & Faber, realizada por Peter K. Steinberg y Karen V. Kukil, y prologada por Frieda Hughes (hija de la pareja)- está compuesta por dos volúmenes, pero el material era tan ingente (1.390 cartas dirigidas a 140 destinatarios distintos) que el sello español ha decidido dividirlo en cinco.

«Las ilustraciones de Sara Morante, siempre coloristas pero no por ello alegres, conversan con los poemas más que con la poeta»

Álvaro Colomer

Ahora sale el primero de todos, correspondiente a las misivas enviadas entre 1940 y 1951, y por tanto anterior a la luna de miel en Benidorm, pero en el que podemos ver las ilustraciones que Plath realizó durante su infancia, adolescencia y juventud. Lógicamente, se trata de dibujos sin ningún arte, pero aparecen con tanta frecuencia en los márgenes de las cartas que delatan el interés de la futura poeta por el arte de la ilustración.

Sara Morante ilustra la edición de ‘Ariel’ que publica Nórdica.

‘Ariel’ ilustrado

De cualquier modo, el universo visual de Sylvia Plath no termina ahí. Porque Nórdica también acaba de publicar una edición de Ariel ilustrada por Sara Morante y traducida por Jordi Doce. Este poemario, sin duda el más famoso –y premonitorio- de la autora, fue publicado dos años después de su suicidio en 1963 y contiene algunos poemas añadidos por Ted Hughes al manuscrito original.

Las ilustraciones de Sara Morante, siempre coloristas pero no por ello alegres, conversan con los poemas más que con la poeta, entre otras cosas porque, ‘cuando ilustro, leo y leo hasta que desaparece el autor, y sigo leyendo hasta que desaparecen los versos y sólo quedan las ideas y lo que los versos han removido; lo que me han hecho sentir –comenta la ilustradora-. Así que se trata de una lectura personal y subjetiva’.

Así pues, Morante ha realizado sus dibujos a partir del poso que los poemas dejaron en ella, siendo especialmente destacable el del rol de la mujer, un tema frecuente en la poética de la norteamericana: “Plath se enfrenta a estos roles y los critica de forma feroz y mordaz, casi con sarcasmo, como puede verse en Maniquís de Munich y El candidato, y lo mismo hace con la sexualidad de la mujer, presente en el poema Ariel, que me parece tan transgresor; habla de dejarse llevar durante el sexo con goce y sin remordimiento, mientras el bebé llora en la habitación de al lado”.

Ilutración de Sara Morente para el poemario ‘Ariel’ que publica Nórdica.

(Foto de portada: Sylvia Plath en Benidorm © Estate of Gordon Lameyer, courtesy of the Lilly Library, Indiana University).

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