¿Qué hacen un caza de guerra y un submarino en medio del campo?

El fotógrafo Jason Guilbeau recopila cientos de monumentos de aviones, tractores, tanques y barcos pueblos de Rusia, Ucrania y ex repúblicas de la URSS

Si alguien tuvo la oportunidad de llegar a algún remoto pueblo de Rusia, Ucrania o de las antiguas repúblicas soviéticas quizás le haya llamado la atención los jets de guerra, tanques, submarinos y tractores que se levantan, silenciosos y oxidados, en plazas de ciudades y en las entradas a los pueblos.

Su presencia, intrascendente para sus pobladores pero extraña para ojos extranjeros, se debe al afán del aparato de propaganda soviético de promocionar sus supuestas glorias industriales, agrícolas y militares a un pueblo que tenía que cumplir órdenes, trabajar y vivir sin rechistar.

Desde las pantallas de Google

Más de 350 monumentos fueron recopilados por el fotógrafo francés Jason Gilbeau en el libro Soviet Signs and Street Relics, publicado por la editorial Fuel.

Portada libro foto Fuel

Portada del libro recopilado por Jason Guilbeau. Foto Fuel

Pero para descubrirlos no tuvo que viajar por las extensiones infinitas de las praderas del este, sino que lo hizo cómodamente desde su ordenador, con un trabajo de arqueólogo en las pantallas de Google View.

[Para leer más: Viaje a la Rusia más profunda]

Estas esculturas, según explica en el prólogo el historiador de la arquitectura Clem Cecil, fueron construidas a toda prisa para reemplazar a los símbolos religiosos y zaristas que los soviets se empeñaron en destruir. Pero siguieron poblando la extensa geografía del país durante los 74 años que gobernaron los soviets.

Entre los monumentos hay desde vehículos militares a tractores, pasando por la representación del trabajo agrícola y la clásica estampa de la hoz y el martillo

La nueva iconografía fue una de las piezas claves de la propaganda. Muchas se encontraban en la entrada de pueblos remotos y granjas colectivas, ocupadas por jóvenes que fueron trasladados con poca o ninguna voluntad, a grandes distancias de su hogar, y que le daban un mensaje de unidad y de trabajo conjunto.

Mig Foto Editorial Fuel

MiG en desuso se usaron como esculturas. Foto: Editorial Fuel

Militar, agrícola y político

Estas esculturas se pueden clasificar en tres grandes grupos: los de poder militar, los relacionados con actividades económicas y los que representan nombres y símbolos políticos.

En el primero hay aviones de combate MiG en posición de despegue, como los de Dnipro, Vinnytsia, Vasylkiv y Rivne; tanques en Bohodukhiv y Sterlitamak, lanchas torpederas en Novorossiysk, y cohetes o misiles en Chuvashia y Rybinsk.

En el segundo se encuentra tractores (en la tierra o en columnas de hormigón) como los de Varna y Slavuta, y locomotoras como las de Sortavala o Shepetivka; pero también corrales con gallinas en la entrada de la granja colectiva de Gorodishche, e innumerables espigas de trigo construidas en hormigón.

[Para leer más: La nostalgia de la era comunista atrapa a la gastronomía de Berlín]

Y en el tercero, como era de esperar, diferentes diseños de la hoz y el martillo, así como la estrella soviética de cinco puntas junto al nombre del pueblo de turno en diseños de estética brutalista o vanguardista.

Lancha Foto Editorial Fuel

Las esculturas eran una representación del poder. Foto Editorial Fuel

A pesar de los años siguen allí

Entre la selección de imágenes hay algunos que cruzan los límites del surrealismo, como el tanque de guerra que está junto a una parada de autobuses de la ciudad de Shatki, con un hombre sentado que no se sabe si está esperando órdenes de su comandante o al transporte que lo llevará a casa.

Estas esculturas representan un mensaje de unidad y poder que hace 30 años se evaporó

Si la Unión Soviética colapsó, ¿por qué tres décadas después sobreviven estos símbolos que representaban una utopía que se evaporó?

Estrella sovietica Foto Editorial Fuel

Muchos símbolos están en parajes remotos. Foto: Editorial Fuel

Cecil arriesga a que para los residentes de los pueblos y ciudades es un símbolo invisible, que forma parte del paisaje, despojado de toda carga ideológica.

Quizás sea así. Pero desde este lado del mundo no deja de llamar la atención. Y sobre todo, que para descubrir estos testigos de la era comunista se haya tenido que recurrir a la tecnología de una empresa norteamericana y capitalista como es Google.

Hoz y martillo Foto Editorial Fuel

La hoz y el martillo decora cientos de carreteras. Foto: Editorial Fuel

 

a.
Ahora en portada