Este año Sant Jordi tendrá su revancha

El presidente del Gremio de Editores de Cataluña anuncia que la fiesta de Sant Jordi será más modesta, con espacios donde se controlará el aforo, y con la idea de organizar más eventos para el verano

Cataluña celebra un Sant Jordi atipico, veraniego y con restricciones

Este año sí se realizará la fiesta de libros y rosas en Cataluña. Los festejos del Día de Sant Jordi, que el año pasado se tuvieron que cancelar en dos oportunidades, se organizarán el tradicional 23 de abril, aunque por las restricciones sanitarias será un evento “más modesto” que el del 2019, anunció Patrici Tixis, presidente del Gremio de Editores de Cataluña y de la Cámara del Libro de esta comunidad autónoma.

Escucha nuestro podcast con Patrici Tixis, presidente del Gremio de Editores de Cataluña.

Una fiesta de tres días

En una entrevista mantenida en el podcast de Tendencias Hoy, Tixis precisó que la festividad se extenderá a los días 21 y 22 de abril.

Vuelve el día de Sant Jordi, aunque con cambios. Foto Enric Fontcuberta-EFE

Durante los tres días las librerías desplegarán las tradicionales paradas en las calles. Las actividades como las firmas de autores y otros eventos culturales, así como el descuento del 10% en el precio de los libros, se centrarán el día 23; mientras que las otras dos jornadas servirán “para esponjar” las visitas y evitar aglomeraciones.

Las paradas de las librerías y editoriales se montarán entre el 21 y 23 de abril, aunque las firmas y los eventos culturales se centrarán en la última jornada

Según describió Tixis, el Gremio está negociando con el ayuntamiento de Barcelona el despliegue de ocho a diez puntos emblemáticos de la ciudad para montar las paradas de libros y flores.

De esta manera se podrá gestionar con más seguridad el aforo “que puede estar entre un 35% y un 50% de los asistentes” y los controles de entrada y salida.

Algunos de estos sitios serían el tramo de Passeig de Gràcia entre Aragón y Plaza Catalunya, el Paseo Lluís Companys hasta el Arco del Triunfo y la Plaza Real; además de otros lugares en barrios como Sarrià, Gràcia y la “parte alta” de la avenida Diagonal, que evitarán la masificación en el centro de la ciudad.

Asimismo, en otras grandes ciudades catalanas se está estudiando una disposición similar, como la idea de instalar las paradas en el Parque de la Devesa de Girona.

La imagen de Las Ramblas llenas de gente han quedado en el pasado (por ahora). Foto Susanna Sáez-EFE

A la espera de los autores

Todavía no se sabe qué autores estarán firmando sus obras en las paradas, pero el Gremio espera tener los listados preparados pocos días antes del 23 de abril, ya sea a través de la página web como en una aplicación para móviles que se está diseñando.

“Creemos que tendremos un buen Sant Jordi, aunque sabemos que no será como el de hace dos años”, dijo Tixis, cuando se vendieron 1,5 millones de libros y se facturaron 20 millones de euros en una jornada, recordó.

Se dispondrá de espacios especiales para las firmas de autores. Foto Marta Pérez-EFE

El postergado Sant Jordi de verano

Cuando era evidente que el confinamiento de la primavera pasada iba a impedir organizar la fiesta se decidió postergarla para el 23 de julio, en el llamado Sant Jordi de Verano.

Pero las restricciones obligaron al Gremio a suspender la intensa agenda de actividades programada dos días antes.

¿La noche de los libros?

Sin embargo, quedaron varias ideas que se podría plasmar en una actividad similar a la Barcelona Shopping Night, “como una noche de las librerías y las bibliotecas”, donde antes de iniciarse la temporada estival se organice un evento desde las últimas horas de la tarde con escritores y clubes de lectura.

El Sant Jordi de Verano no salió como se esperaba. Foto Quique García-EFE

El Gremio de Editores analiza realizar un evento nocturno con librerías y bibliotecas para el verano

“La idea suena muy bien, hay que ponerle letra a esa música, pero todavía no hemos empezado a escribirla”, detalló el presidente del Gremio de Editores.

Tixis dijo que espera que la Feria del Libro de Madrid se realice el último viernes de mayo, como es tradición.

“Sería ideal para celebrarlo en condiciones, porque en octubre y noviembre están las ferias de Guadalajara, Fráncfort y está la campaña de Navidad en ciernes”, describió.

No fue un año tan malo

A pesar de que las librerías estuvieron tres meses con la persiana baja durante el año pasado, Tixis puntualizó que no fue un mal año en cuanto a las ventas de obras de ficción y no ficción.

La fiesta se organizará en espacios al aire libre con aforo controlado. Foto EFE

El presidente del Gremio precisó que las ventas de esos géneros fueron ligeramente superiores a las del 2019; aunque recordó que la facturación de los libros de texto cayó el 10% y las exportaciones a Latinoamérica se derrumbaron entre el 40% y el 50%.

Más horas dedicadas a la lectura

Además, entre las huellas positivas del confinamiento están los índices que marcan un aumento del tiempo dedicado a la lectura: de las 7 horas semanales que dedicaban las personas más lectoras antes de la pandemia se subió a 8,5 horas.

Y cuando las restricciones a la movilidad se levantaron, las encuestas de noviembre y diciembre precisaron que ese tiempo se había afincado en 7,5 horas semanales.

“Es un salto espectacular, y lo vemos en las conversaciones. La gente ya no solo se pregunta qué serie está viendo, sino qué libro está leyendo”, apuntó Tixis.

a.
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