‘Under the Skin’: cuando Scarlett Johansson llegó de las estrellas

Con siete años de retraso aterriza en los cines la película de culto en la que una icónica Scarlett Johansson se dejó la piel en la cima de su carrera

Este 10 de julio se estrena Under the Skin, que sobre el papel es una adaptación de la novela Bajo la piel, de Michel Faber (actualmente agotada en el catálogo de Anagrama). Pero ni el escritor ni el director estaban interesados en una de esas adaptaciones al uso que parecen hechas para palidecer al lado del original, como si el cine tuviera que ser subsidiario de la literatura. Absurda idea.

Es más, con un presupuesto ajustado pero con una estrella dispuesta a todo, se aspiró a la obra total, al hito revolucionario, creando en efecto imágenes que reverberan para siempre en las retinas de cualquier espectador mínimamente sensible a la apasionante evolución del cine contemporáneo.

La llegada de Jonathan Glazer

Antes de presentar Under the Skin en la Mostra de Venecia de 2013, y de que la película circulara por algunos festivales nacionales, como el D’A o el Festival de Sitges, el británico Jonathan Glazer había dirigido dos películas notables.

Es muy probable que la razón de que ‘Under the skin’ haya tardado siete años en ser estrenada en España era porque era demasiado cara para el circuito de distribución nacional

Sexy Beast (2000), una historia de gangsters contemporáneos con un brutal Ben Gandhi Kingsley, que arrancaba en nuestra soleada Almería, y Reencarnación (2004), en la que Nicole Kidman se bañaba con su marido fallecido reencarnado en un niño, amén de una larga serie de clips, como aquel Karmacoma, de Massive Attack, que marcó el sonido de los 90. Pero lo de Under the Skin fue algo de otra galaxia.

 


Tráiler de ‘Under the skin’

Las razones de siete años de demoras

Entonces, ¿porqué ha tardado tanto en llegar a nuestros cines?, se preguntarán ustedes. Dejando de lado que no todo el cine interesante que se factura por el mundo se estrena en nuestras salas, Under the Skin no llegó, muy probablemente, porque era demasiado cara.

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Demasiado cara, entendámonos, para lo que un mercado como el nuestro, un tanto provinciano, podía hacer con una película tan minimalista y vanguardista, por mucho que Scarlett apareciera, por exigencias del guión, tal como Dios la trajo al mundo en numerosos planos, cosa que no era un reclamo como otro cualquiera. Era un lujo, en resumen, que no nos merecíamos.

Glasgow es un lugar desapacible

Como la novela, Under the skin se desarrolla en el deprimente invierno industrial de Glasgow. La trama también podría ser más o menos la misma, aunque Glazer optó por desnudarla, desollarla incluso, y reducirla a lo mínimo: una criatura del espacio exterior llega a la Tierra en forma de sirena fatal que atrae a los hombres al fondo del abismo, para vaciarlos por dentro y convertirlos en lasaña para las cocinas del cosmos.

Poster under the skin

Póster de ‘Under the skin’

Un abstracto prólogo abiertamente kubrickiano sugiere que incluso podría haber sido creada a tal efecto, cual monstrua de Frankenstein, lo cual cerraría el círculo si consideramos que Mary Shelley escribió la primera novela de ciencia-ficción, y que como muestra cinematográfica del género, Under the Skin no ha sido superada, aunque se haya intentado con películas no menos rompedoras como aquella High-Life, de la francesa Claire Denis. 

Scarlet Johansson se presenta como la alienígena más sexy de todos los tiempos

Vestida con la ropa de lo que parece una prostituta tirada en la cuneta, asesinada para servirle de vestuario básico, que completará con un abrigo de piel sintética y una barra de labios de carmín rojo explosivo comprados en unos grandes almacenes, la alienígena más sexy de todos los tiempos irá a la caza de hombres incautos y solitarios.

Pero un encuentro inesperado, sobre el que es mejor no revelar nada (aunque daría para todo un artículo), permeabilizará su corazón, y precipitará su caída.

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La trama, ya se sabe, en el cine no quiere decir nada. La misma sinopsis puede ser la historia de un bodrio, o de una obra maestra, como en el caso. Lo que cuenta es el poder de las imágenes, y como estas dialogan entre ellas. No tanto la historia, ni siquiera cómo contarla, sino lo que se hace con ella, una propuesta estética que, además de coherente, ha de ser rompedora para marcar época.

Para intrepretar bajo diferentes ópticas

Glazer creó un viaje sensorial que navega entre lo abstracto y lo concreto, entre ese universo alienígena inaprensible de una belleza plástica rara y las depresivas calles escocesas, pero nunca abandona al espectador que necesita aferrarse al hilo argumental.

1UNDERTHESKIN

Johansson interpreta un papel diferente al que esperamos de ella.

Under the skin es una película misteriosa, que se presta a diversas interpretaciones y en la que el público puede proyectar sus propias inquietudes filosóficas, caso de tenerlas, pero no es una obra críptica, ni difícil de seguir.

Para lograr este espectáculo hipnótico e irrepetible, Glazer se rodeó de colaboradores extraordinarios. La música amenazante de Mica Levi es tan decisiva como la magnífica fotografía de Daniel Landin, que navega entre el realismo sucio, las abstracciones y la fascinación por el cuerpo y el rostro de Scarlett, que por supuesto está en el centro del todo. Toda ella.

La cima de Scarlett

Recordemos que, en aquel ya lejano 2013, Scarlett Johansson también brindó otra muestra de su talento en otra película de ciencia-ficción, sirviéndose sólo de su voz: era la Siri (Samantha, para el caso) de Joaquin Phoenix en la no tan memorable Her, de Spike Jonze, que se asemejaba a un anuncio de aprazolam.

Quizás esta sea la interpretación más arriesgada de Johansson en su carrera

Aquí sucede lo contrario. Aunque tiene algunas líneas de diálogo banales, es todo cuerpo y todo rostro, modulados con mil micromatices. Muy probablemente la más arriesgada interpretación a la que se ha sometido una estrella de su calibre. Su cima.

3UNDERTHESKIN

La película tardó siete años en llegar a España.

Cambio de rumbo en la carrera

Es curioso cómo, tras coronar este Everest de la actuación, la carrera de Johansson ha evolucionado en un sentido diametralmente opuesto al de su personaje en Under the skin.

Si la alienígena implacable descubre poco a poco que tal vez le gustaría ser humana, un sueño imposible, la actriz que se erigió en una de las mejores de su generación se ha ido especializando en roles no menos físicos, pero cada vez más despojados de alma, encarnando a heroínas de acción en grandes producciones comerciales, ya sea al servicio de la factoría de Luc Besson o en el Universo Marvel.

Nada que objetar, por supuesto, aunque la Nicole de Historia de un matrimonio sonaba al grito desesperado para recordarnos que hay una gran actriz atrapada en la estrella.

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En su rol Johansson desmuestra su talento fuera de las producciones comerciales

En espera de la nueva producción

No importa, sigue muy presente en nuestras fantasías. Y una de ellas sería que Glazer la rescatara para su cuarto largometraje, que ya llevamos siete años esperando, y que también se inspirará de un título del catálogo de Anagrama. Nos referímos a La zona de interés, del siempre provocador Martin Amis, que narra un triángulo amoroso formado por dos oficiales nazis y la esposa de uno de ellos en el nada romántico marco del campo de exterminio de Auschwitz.

No se sabe gran cosa del proyecto, que distribuirá A24 (como Under the Skin), y que efectivamente se rodará en Polonia. Pero no nos importaría nada que Scarlett fuese la fräulein del trío. Al fin y al cabo ya vivió la Alemania hitleriana en la reciente JoJoRabbit, aquel inenarrable intento de Amélie con esvástica que no tenía ningún sentido. Scarlett estaba deliciosa hablando inglés con acento alemán.

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