Así será el hotel de Faus en Barcelona

El establecimiento abrirá en 2018 y se mezclará con 33 pisos de lujo en el edificio

El hotel en la antigua sede de la química Henkel toma forma. En las inmediaciones de la Sagrada Familia, el antiguo vicepresidente económico del FC Barcelona, Javier Faus, avanza para abrir un cuatro estrellas en una de las zonas más concurridas de la capital catalana, el número 480 de la calle Còrsega. La fecha de inauguración: mediados de 2018.

Cerodosbé ha tenido acceso a las primeras recreaciones, elaboradas por el estudio GCA Architects, del proyecto. Así, destaca una fachada de color blanco que sorprende a los inmuebles vecinos. Adiós a la clásica uniformidad en la pared, es momento de convertirla en un abanico a medio desplegar.

A pesar de las conversaciones mantenidas, el alojamiento será gestionado directamente como hotel independiente. No obstante, siempre mantiene en el cajón la opción de firmar con alguna de las cadenas internacionales que se han acercado a preguntar. Entre ellas, Hilton y Marriott.

El establecimiento es uno de los supervivientes de la moratoria hotelera impuesta por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, sólo jurar el cargo. En un primer momento afectado, el hecho de contar con un certificado urbanístico le ayudó a sortear finalmente la zancadilla. Aun así, ha retrasado un año la llegada de los primeros huéspedes, prevista para 2017.

Los turistas se mezclarán en el edificio con residentes de la ciudad. Junto al alojamiento se construirán 33 pisos de lujo y cinco viviendas unifamiliares. Un complejo de 21.000 metros cuadrados que se ha diseñado en colaboración con los ciudadanos. Por ello, un arquitecto de confianza de los vecinos supervisa el devenir de las obras periódicamente.

“No entregamos un cheque en blanco al hotel”, advertía hace un año Juan Itxaso, portavoz de la Asociación de Vecinos de la Sagrada Familia. Las agrupaciones llegaron a manifestarse frente a la entrada del alojamiento y trataron de boicotear el negocio con la presentación de un recurso en el Ayuntamiento. “Al ver que tenía poco futuro iniciamos la vía del diálogo”, añadía.

En las negociaciones han logrado reducir el número de viviendas y plazas de aparcamiento y limitar el horario de las piscinas. Además, los promotores convertirán un local de unos 200 metros cuadrados en un equipamiento municipal.

a.
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