Vins de la Memòria convierte los vinos en historia

Una colección de vinos transforma las palabras en líquido al explicar unas vivencias en la Batalla del Ebro cuyo protagonista nunca pudo escribir

Los siete vinos que componen Vins de la Memòri son un proyecto personal, íntimo e insólito de Xavi Nolla -reconocido viticultor, enólogo y sumiller- que reproduce el recorrido sensorial, paisajístico y arqueólógico-enológico de su abuelo Agustín con la 27ª División del Ejército Popular, entre 1938 y 1939 y desde la Terra Alta (Tarragona) hasta el campo de concentración de Argelers, junto a Colliure (Francia).

Vins de la Memòri es la fascinante aventura de un nieto que buscaba reconstruir, a través del vino, las vivencias de su abuelo en la Batalla del Ebro

Como empieza esta bella idea

Como explica Xavi Nolla, que además es formador del vino, homologado por Jerez y Cava y ganador de premios internacionales, “De muy joven ya me interesaba la Guerra Civil y la Batalla del Ebro. Siempre supe que mi abuelo había estado allá. Hace poco más de dos años que mi madre sufrió una dolencia, me puse a remover armarios y entonces apareció mucha más información de la que yo conocía”.

 

A partir de esos materiales se podía reconstruir como su abuelo Agustín, que ya tenía 30 años, fue llamado a filas en 1938 (Leva del Saco), enviado al frente del Segre, al frente de Aragón y posteriormente a la Batalla del Ebro, donde vivió en primera persona hechos dramáticos que décadas después, seguirían emocionándole.

Su abuelo siempre tuvo el deseo, explica Nolla, de que su primer nieto, el único que conoció, le enseñase a leer y escribir, para plasmar la memoria histórica con la intención de que nunca más se repitiera la tragedia que vivió.

La fidelidad a la historia ha sido tan absoluta que Nolla ha hecho construir barriles de 650 litros de castaño, hoy inexistentes, porque eran los utilizados entonces

Cómo pasar de palabras a sensaciones

Coincidiendo con los 80 años de la Batalla del Ebro y casi medio siglo después de la muerte de su abuelo, Nolla se propone cumplir con el sueño de “un humilde joven andaluz que en 1927 migró a Barcelona huyendo del hambre y la miseria de su vida de minero en Almería, y que en poco tiempo se encontraría con una guerra que lo marcaría para siempre”.

VINS MEMORIA. Infografía Jordi Catalá.

Vins de la Memória. Infografía: Jordi Catalá.

Frente a la posibilidad de explicar esta historia con palabras, surge la genial idea de hacerlo con vino. Se cambian palabras por líquido y racionalidad por sensaciones organolépticas.

Una historia por capítulos

Cada capítulo de la historia será explicado desde el lugar en donde se forjó, con el vino que se crea en ese lugar. Así lo explica Nolla: “Me puse en contacto con el historiador Andreu Queralt, pisamos el terreno y me di cuenta de que había viña. Y se me encendió la luz de que podíamos hacer un vino homenaje para mantener la memoria viva. Al final acabaron siendo siete”.

El proceso que se ha desarrollado a lo largo de casi tres años y dos vendimias es el siguiente: Xavier Nolla localiza una viña directamente vinculada a la historia de su abuelo, compra una cosecha, vinifica personalmente; o sea, elabora el vino allí donde había trincheras y campamentos y además lo hace con las variedades y los métodos de entonces, viticultura natural (hoy ecológica), levaduras salvajes, fermentación espontánea y vendimia manual.

Val de Vinyes y Vilalba dels Arcs. Viña de La Bruixa. Foto Xavi Nolla.

Val de Vinyes y Vilalba dels Arcs, Viña de La Bruixa. Foto: Xavi Nolla.

Así se hacían los vinos, así se han hecho ahora

Todo el proyecto tiene su explicación, incluso algunos vinos vinifican durante 115 días, lo que duró la Batalla del Ebro. La fidelidad a la historia ha sido tan absoluta que Nolla ha hecho construir barriles de 650 litros de castaño, hoy inexistentes, porque eran los utilizados entonces. 

Las variedades también habían de ser las locales (garnachas, macabeos, cariñenas, etc.) y los vinos han sido protegidos, de momento por tres denominaciones de origen: Terra Alta, Conca de Barberà y Priorat.

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Las letras líquidas. Infografía: Jordi Catalá.

Reconstrucción de territorios y paisajes

Conforme el proyecto avanza, Nolla contacta con viticultores que se entusiaman, le proponen ayuda emocionados y le ofrecen sus viñas, incluso las que ya no funcionaban “La cosecha del 38 no existió porque se la comieron los soldados. Ahora, 80 años después, podemos volver a hacer una vendimia en aquellas tierras”.

Las emociones se agolpan conforme se desarrolla el proyecto, para su impulsor es muy impactante tener la constancia de que en los lugares donde crecen sus uvas haya estado su abuelo físicamente. Los años 38 y 39 se van a cambiar por las vendimias 2018 y 2019.

Para su último vino, Laplage, que hace referencia al campo de concentración donde fueron retenidos los refugiados republicanos, Nolla ha estado durante meses buscando un vino rancio Rosselló, añada 1939, una solera 1939, para realizar un histórico cupaje con sus garnachas rojas y negras para su también histórico Blanc de Noirs, un vino absolutamente único.

El Ebro a su paso por Miravet. Vini LoEbre. Foto: Javi Nolla.

El Ebro a su paso por Miravet. Vini LoEbre. Foto: Javi Nolla.

Diseño y ‘storytelling’ visual

Dos grandes referentes de Vins de la Memòria son Gisela Guitart, diseñadora de profesión y pareja de Nolla y Enoaula, gran referencia en cuanto a docencia del vino para restauración.

El diseño está cuidadosamente trabajado en las siete botellas con tipografías e ilustraciones que establecen símbolos y metáforas, y etiquetas y contraetiquetas que personalizan también cada lugar y cada momento de la historia, como lo hacen también las denominacines de cada vino.

 

 

Mientras que las etiquetas marcan la personalidad visual de cada vino, las contraetiquetas contribuyen con un storytelling del episodio que corresponde a ese vino.

Con el primero de ellos, por ejemplo, «La Bruja», nombre con el que se conocía la 27.ª División porque desaparecía y aparecía en los frentes de Aragón, el Segre y el Ebro, la imagen emblema de la unidad militar corresponde aquí a la bruja del ilustrador francés Albert-Joseph Pénot.

Xavier Nolla quiere dejar bien claro que estos vinos no llevan ni en su génesis ni en sus imágenes ningún mensaje ni contenido político ni bélico, e insiste como siempre quiso su abuelo que «son vinos de paz en homenaje a todas las personas que vivieron la guerra”.

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