Un ménage à trois para los sentidos

El brandi Carlos I y los habanos Medio Siglo y Epicure se entienden muy bien cuando se trata de que invadan las percepciones del gusto, la vista y el olfato

El Brandi Carlos I Imperial Solera Gran Reserva, que alguien calificó como “el primero entre los primeros brandis de Jerez”  fue el buque insignia de las bodegas de Pedro Domecq, que ahora se presenta bajo las Bodegas de Osborne, que se encuentran entre las cien más antiguas del mundo, ya que fueron creadas por Thomas Osborne Mann en 1772.

Este brandi, creado para conmemorar los 400 años de la muerte del emperador Carlos I, busca la perfección en la madurez, tras envejecer 15 años en barricas de roble americano de 500 litros de capacidad. El Carlos I utiliza un destilado, clásico en Jerez, pero absolutamente singular, en alquitaras árabes (provenientes del destilado ancestral de Al-Andalús) y a partir de holandas de baja graduación (sobre unos 60º).

Su crianza se lleva a cabo por el sistema de añadas y por el tradicional método de criaderas y solera jerezano, obteniendo así unas características muy personales que le dotan de una llamativa intensidad que despierta y estimula las fosas nasales, le proporcionan una finura de una elegancia suprema, muy bien articulada con un alcohol sutil, y donde se aprecian notas abocadas con una riqueza de matices fuera de serie.

Entre sus características hay que mencionar una entrada sedosa y un paso estructurado, untuoso y complejo, que deja traslucir la madera americana -en la que han vivido grandiosos olorosos, algunos con más de 20 años de vejez-, con un alto contenido de taninos, responsables de los aromas cremosos y del final elegante de este Gran Reserva.

Un maridaje imperdible que despierta varias sensaciones

Este brandi marida muy bien con dos cigarros con cepos importantes pero longitudes discretas: el Epicure, que se presenta con un nuevo atrezzo ideal para coleccionistas; y el Medio Siglo de Cohiba, un recién llegado para enaltecer la celebración de los 50 años de su marca.

CARLOS I

La unión entre esta bebida y el cigarro Medio Siglo se podrá degustar próximamente en las sesiones de maridaje del Club Pasión Habanos. Esta selección no es casual: los dos habanos son muy diferentes entre sí, pero tienen grandes puntos de vinculación en sus características, como su elegancia, la impecable factura, las fortalezas suaves y medias que encajan con los puntos abocados del brandi y con su finura, a pesar de la intensidad y complejidad elegante que culminan en la explosión delicada de sus aromas.

Como conclusión, cabe apuntar que los tres han vivido procesos de envejecimiento que concluyen en una madurez tranquila, pero inteligente. Por ello, Hoyo de Monterrey y Cohiba han de disfrutarse con este gran brandi en momentos muy diferentes, porque cada uno va a generar esencias muy personales dentro de la riqueza organoléptica que esta unión desencadenar pero al tiempo los tres se van a entender muy bien. 

EPICURE

 

MEDIO SIGLO

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