Tres rosados y un enigma para el Día de Sant Jordi

Sant Jordi tiene una nueva oportunidad: al esfuerzo de normalidad de libreros y de público se suma una extraordinaria propuesta bodeguera en versión rosada

Hoy se celebra de un Sant Jordi de verano, un día de julio que recupera la herencia del pasado 23 de abril cuya celebración tuvo que suspenderse por la fuerza mayor del coronavirus. Día del Libro y luego de la Rosa, la bodega Llopart se suma a la fiesta con un pack de vinos rosados Premium (y además extraordinarios).

Ideados para el Día de Sant Jordi original, a día de hoy, un caluroso 23 de julio en que la tranquilidad por el fin de la pandemia sigue estando lejos, Llopart vuelve a ofrecer estos tres vinos, dos espumosos corpinnats y un rosado, y sube su apuesta con una incorporación, Enigma, un ¿rosado? encuadrado en un grupo de vinos tranquilos dentro de un proyecto que responde al nombre de ‘La vida secreta de las plantas’.

Sin desvelar su origen varietal ni enológico, Enigma promete ser diferente cada año y así sorprender siempre con un festival sensorial

Llopart 1. Infografía Jordi Català

Carmí, de Llopart. Infografía: Jordi Català.

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Para brindar por Sant Jordi

Enigma es un vino nuevo que se producirá cada año pero que siempre será diferente, sorprendente, enigmático, cuyo objetivo es estimular los sentidos pero sin saber cual es su origen varietal ni enológico, de manera que las notas perceptivas del vino correspondan a una mágica transmutación desde la ofrenda de las plantas de la materia inorgánica a un fruto sabroso, que tras una microvinificación efímera, fruto de la experimentación y el juego enológico, den paso a un festival sensorial.

Enigma es para la experta Meritxell Falgueras «un vino que tiene un hashtag que ya es una declaración de intenciones. Es encantadora la singularidad, unicidad y preciosidad de las microvinificaciones como esta que proceden del juego con las uvas de montaña”.

Enigma, de Bodega Llopart. Infografía Jordi Català

Enigma, de la bodega Llopart. Infografía: Jordi Català.

Se trata de un vino vegano que “viene para quedarse aunque su cupaje sea efímero”, señala, mientras su edición limitada lo hace aún más delicioso, en especial, apunta Falgueras, “un vino del 2019 con 12º y 1950 botellas que nos saluda en la etiqueta con un interrogante”.

“Y es que cada botella es una hoja en blanco que se llena de sensaciones en cuanto la vaciamos, mientras a su vez la rellenamos de sentimientos”.

Notas de cata

Haciendo honor a su nombre, y en una cata muy especial conducida por la propia Falgueras, ya en la copa se propone el primer enigma: ¿Estamos ante un vino un rosado?, ¿un blanco dejado en contacto con las pieles?, ¿un xarelo rojo? Lo cierto es que posee “un color de melocotón adorable e instagrameable”.

En nariz encontramos aroma a melocotón de viña junto a la mineralidad, frutos secos y una buscada oxidación; en boca es sereno, pero lleno de energía focalizada en la fruta blanca y el fresón, con sensación de boca llena, fresca, “como si se hubiera utilizado ánfora”, con un final largo por su amargor.

Llopart 2. Inforgrafía Jordi Català

Microcosmos, de Llopart. Inforgrafía: Jordi Català.

Rosados del Penedès

Además de Enigma, la propuesta de Llopart pasa por dos Corpinnat (Microcosmos y Rosé Brut) y un rosado (Carmí) para brindar por Sant Jordi (en casa).

De innegable personalidad, Microcosmos 2016 Brut Nature es un espumoso sorprendente y gastronómico, fruto de un cupage de variedades eclécticas como pinot noir y monastrell que le otorta una gran personalidad. Cuenta con más de 30 meses de crianza en botella.

Por su parte, el Rosé 2017 Reserva Brut es pura seducción: alegre y vibrante, este rosado brut está elaborado con uvas monastrell, garnacha y pinot noir y más de 20 meses de crianza en botella, lo que le hace perfecto para disfrutar de las burbujas en cualquier momento.

Rosé 2017 de Llopart. Infografía Jordi Catalá

Llopart Rosé 2017 Brut Rosé. Infografía: Jordi Catalá.

El Carmín 2018 reinventa la tradición de los rosados del Penedès a partir de dos variedades históricas como son la sumoll y la garnacha y la crianza en vasijas de cerámica. De color intenso y delicadamente fresco en boca, cuenta con una crianza de cuatro meses en este tipo de ánforas.

 

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