Salt Beach Club: relax en el chiringuito más exclusivo de Barcelona

El hotel W presenta la renovada oferta de cócteles y tapas de su club de playa, un espacio con una privacidad única con la mejor vista del litoral de Barcelona

El Salt Beach Club ofrece vistas únicas. Foto Hotel W

En los siete kilómetros de costa de Barcelona se despliegan una docena de chiringuitos, algunos ubicados en la arena y otros en el Paseo Marítimo, trasladados por la reducción del espacio. Pero hay uno que es casi una playa privada, que presume de las mejores panorámicas y de una oferta exclusiva de cócteles, música y tapas.

El Salt Beach Club (Passeig Mare Nostrum, 19-21) pertenece al hotel W, el que todo el mundo conoce como ‘el hotel Vela’, ubicado en el extremo sur del Paseo Marítimo.

El club de playa se encuentra en el extremo sur del Paseo Marítimo de Barcelona. Foto Hotel W

El sector más exclusivo del Paseo Marítimo

Gracias a su relativo aislamiento este tramo es el más exclusivo de toda la oferta gastronómica de la costa barcelonesa.

Allí se encuentran cinco restaurantes de más categoría de lo que se puede encontrar en otros segmentos de la costa barcelonesa, y uno de ellos es el Salt Restaurant.

En el Salt se puede elegir entre las comidas relajadas del restaurante o el ambiente informal de su club de playa

Ese local presenta una oferta dual con el club de playa. Uno puede elegir el ambiente informal pero un poco más reservado del restaurante o dejar que el sol pegue de lleno en las mesas, sillones y hamacas del club beach.

Una de las ventajas del club de playa es que aquí la costa es de grandes rocas. Eso complica un poco el deseo de lanzarse al mar (habrá que dar un pequeño rodeo) pero garantiza más privacidad y la exclusividad de que nadie se interponga con las vistas.

El lugar es como una playa privada. Foto Hotel W

Los cócteles

La carta de cócteles del Salt no defrauda. A grandes rasgos, los bartenders ponen el acento en preparaciones refrescantes, sin necesidad de recargar la potencia del alcohol (que hasta que llega el atardecer, puede ser un compañero de ruta complicado).

Además de los batidos y granizados frutales entre los cócteles destacamos el Salt Beach Club Mojitos de mango, el Need a sweet (ginebra, licor de moras, clara de huevo, arándanos, lima y azúcar), el Beach non-martini (vodka, lichi, lima, azúcar y corpinnat Torrelló) y dos preparaciones elaboradas por el gran creador Javier de las Muelas: el Sharon Stone (vodka, vodka de chocolate, chocolate 75% cacao y triple seco) y el Rosemary Negroni (gin, Martini Bitter, vermouth rojo y romero).

Mango colada y mojito frente al mar. Foto JP Chuet-Missé

Los fines de semana, entre las 12:00 y las 16:00, el club de playa se convierte en el reino efímero de los Martini Fiero con el Salt Beach Club Vermouth, donde la popular bebida de origen italiano se matiza con sesiones especiales de DJs que amenizan la sobremesa.

Tapas y platos

Si hablamos de comer, Salt despliega sus dos opciones: el tapeo informal en el club de playa brilla con las gambas al ajillo, los calamares fritos a la andaluza con alioli de ajetes, la tabla de quesos españoles DO (con garrotxa, idiazábal, manchego y Mahón) el pulpo a la gallega o las almejas a la marinera, entre otros.

Además de las propuestas del restaurante Salt y su club de playa, el hotel W tiene programas para disfrutar de la piscina infinita en su terraza y extiende la oferta gastronómica de su restaurante Fire

Tabla de quesos con cócteles Need a sweet y Beach non-Martini. Foto JP Chuet-Missé

Si se quiere evitar que algún atisbo de arena llegue a fastidiar por el viento o que el sol incomode entre los platos está la alternativa del Salt Restaurant, donde se ofrecen platos como el pollo picantón, las berenjenas rellenas veganas, el solomillo de ternera y el impactante chuletón de lomo bajo de 500 gramos.

El hotel W ofrece el programa Salt.Sleep.Salt que incluye una noche de alojamiento, con cena y desayuno en el restaurante Salt para dos personas, a 321 euros más IVA, disponible todas las noches (excepto lunes y martes) hasta el 31 de agosto.

En la piscina infinita

A esta opción de playa se le suma la alternativa más exclusiva de disfrutar de la piscina infinita y la terraza del hotel.

Coctél de café como bienvenida. Foto JP Chuet-Missé

Allí se encuentra el Malfy bar, donde se reitera la carta de cócteles y tapas y con el añadido de sesiones de DJ.

El hotel ofrece cuatro paquetes para estar todo el día en la piscina, con añadidos como uso de tumbonas, hamacas o camas balinesas, cócteles o champagnes, que varían entre los 60 y 400 euros (para cuatro personas).

Las vistas de la terraza. Foto Hotel W

Las recetas de cuatro cocineras para el verano

Ya para cuando el sol cae en la terraza con piscina el restaurante Fire expande su oferta gastronómica con la propuesta The Bonfire.

La joven chef ejecutiva Carlotta Delicato creó un menú inspirado en las brasas, el agua y la tierra e invitó a otras tres cocineras a que presenten sus creaciones.

Preparación de la chef Iolanda Bustos. Foto Hotel W

Hasta que termine el verano se podrán probar los platos de Iolanda Bustos, chef biodinámica especializada en la cocina contemporánea de raíz milenaria, basada en la recolección de flores, brotes y frutos.

Le sigue Laura Veraguas, que con su iniciativa Ver Aguas busca renovar la oferta gastronómica de origen vegetal.

La última del trío invitado es Carlota Clave, que dirige el restaurante La Gormanda, en donde aplica recetas de raíces familiares.

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