Villa Verbena: cocina de producto y buen ambiente con las mejores vistas de Madrid

Para un desayuno tardío, para comer, para una sobremesa que no acabe nunca o para las cenas de verano: junto al lago de la Casa de Campo hay un nuevo local que no te puedes perder

Es evidente que todos estamos deseosos de encuentro, de diversión, de fiesta… Aunar tan nobles necesidades es la filosofía que ha inspirado a los creadores de Villa Verbena, nueva opción de restauración -y desde ya éxito indiscutible- en la madrileña Casa de Campo.

Un restaurante con vistas a algunos de los símbolos arquitectónicos más significativos de Madrid; con una gran terraza junto a una plácida y amplia superficie acuática (el lago de la Casa de Campo); a la sombra de árboles centenarios bajo los que se sirve una cocina tradicional aliñada con algún que otro plato de alta gastronomía; un ambiente fresco, desenfadado, relajante e, incluso, muy divertido…

Con estos ingredientes no resulta extraño que, por momentos, resulte complicado encontrar mesa aquí. De hecho, es más que recomendable ir con reserva.

El local acaba de inaugurar un cenador. Foto: Villa Verbena.

Paraíso junto al lago

Como dice Alfonso López, uno de los socios de este nuevo local, “aquí nos llegan clientes que no se creen que este sitio esté en Madrid. Personas que reconocen que hacía 30 años que no venían a la Casa de Campo. Y es que este lugar ha estado muy deteriorado durante mucho tiempo. Pero ahora ha vuelto a resurgir”.

La madrileña Casa de Campo experimenta un resurgir gracias a la remodelación y rehabilitación de espacios como el lago y los tradicionales kioskos

Este resurgimiento ha venido de la mano de una reciente remodelación del perímetro del lago y de la rehabilitación general de todo el parque. Según Alfonso, “la Casa de Campo se asocia ahora al deporte. Y la zona verde de Madrid Río la ha unido al resto de la ciudad a través de Príncipe Pío. ¡Es que este es el parque urbano más grande de Europa y muchos no lo saben”.

Desde luego, éste no es un lugar cualquiera de la ciudad. Así que, cuando el Ayuntamiento publicitó la oferta para la concesión administrativa (por 25 años) de lo que, en su momento, fueron los kioscos del lago de la Casa de Campo, este empresario no se lo pensó demasiado: “yo, cuando voy a Central Park en Nueva York o a Hyde Park, en Londres, me encuentro con auténticos restaurantes dentro de ellos. Y eso lo que hace es darle más belleza a la ciudad”.

Los nuevos kioskos ponen el foco en la Caas de Campo como el nuevo lugar de moda de la ciudad. Foto: Villa Verbena.

Así que, “a nosotros, como empresa, nos interesa invertir en negocios de restauración pero en localizaciones singulares. En sitios que tengan algo de especial, con un valor añadido”. Y, en ese sentido, “¡hay pocos sitios tan bonitos en Madrid donde poner un restaurante!”.

Alfonso es la cabeza visible de la asociación entre dos grupos hosteleros de éxito en la ciudad. Por un lado, el propio Alfonso e Ignacio García, que hace tiempo revolucionaron el mundillo de los hostels con su The Hat, terraza incluida, que ofrece una de las vistas más espectaculares de Madrid Centro. Por otro, los cocineros Javier Goya, Javier Mayor y David Alfonso, artífices del grupo Triciclo que, también en el centro de la ciudad, ofrecen su saber hacer en cuatro restaurantes: el propio Triciclo, Sua, Tandem y La Elisa.

Según Alfonso, “ellos (los socios de Triciclo) funcionan como un ejército, sin tonterías. Son metódicos, ordenados, todos deportistas. Algo que nosotros valoramos mucho. Yo creo que está bien asociarse con alguien mejor que tú, sobre todo en materia de restauración”.

Las propuestas abarcan todos los momentos de consumo del día. Foto: Villa Verbena.

La parrilla de siempre (pero mejor)

Desde luego, se nota mucho la profesionalidad de ese grupo y también la indudable inspiración de su cocina en la carta de este nuevo negocio. Como dice Alfonso López, “lo que hemos intentado en Villa Verbena es traer a la Casa de Campo el concepto de parrilla de toda la vida pero a la manera del grupo Triciclo. Así, Verbena adapta las cartas de los restaurantes Triciclo y Sua, que es su asador, con un toque muy castizo”.

Hay dos opciones para disfrutar de la propuesta culinaria de este amplísimo local que, con la terraza, ocupa algo más de 600 metros cuadrados: tapas o una comida algo más formal en cualquiera de las mesas exteriores o dentro del escenográfico cenador. Éste, recién inaugurado, promete convertirse en uno de los lugares más deseados de la ciudad durante los días de mal tiempo.

Lo de comida formal es un decir, porque la propuesta de Villa Verbena se sale bastante del concepto que, hasta ahora, tenían los locales en esta zona de la ciudad: “la carta está diseñada por Javi Mayor y Javi Goya con mucha inteligencia, para cubrir todos esos momentos que se pueden vivir en la Casa de Campo, que es un lugar muy heterogéneo. Aquí te puedes dar tanto el capricho de tomarte dos cervezas con chistorra, ensaladilla rusa ‘a nuestra manera’ y morcilla; o puedes empezar con una botella de champán con ostras, aliñadas al natural y terminar con un rape”, comenta López.

Una buena tapa después de pasear o hacer deporte ¿por qué no? Foto: Vila Verbena.

Pese a la juventud del local (abrió en marzo de 2021), ya hay clientes que vienen a degustar platos muy concretos, convertidos en tan poco tiempo en emblemas de la carta. Sin duda, el más demandado es el canelón de rabo de toro con pecorino trufado, que es también una insignia del grupo Triciclo. Pero no le va a la zaga el rosejat, fideuá que se prepara con fideos finos a partir de un fondo de pescado y mariscos y con un toque de alioli muy suave.

También otros como “el homenaje que hacemos a Casa Labra a través de un pequeño taco de bacalao en una tempura súper finita y un alioli suave”.

Mención especial merecen los platos al carbón. Según Alfonso López, en este capítulo “intentamos que la comida sea lo más noble y con la menor elaboración posible. También para agilizar al máximo el servicio de un negocio que, cuando las restricciones de la pandemia acaben, podrá dar de comer a más de 400 personas”.

Por supuesto no faltan clásicos típicos madrileños, como los callos o, en temporada, el fresón de Aranjuez. Además, “los días que hace mal tiempo suelen funcionar muy bien las pochas con callos de bacalao al pil pil, plato que viene de Sua”.

Los platos al carbón están entre las especialidades de la casa. Foto: Villa Verbena.

Comer rico nos gusta a todos

Como se ve, una oferta bastante centrada en un público nacional y local que, pese a todo, no renuncia a una clientela llegada de fuera de nuestras fronteras (en cuanto las circunstancias lo permitan). Según Alfonso, aunque “la carta no está enfocada a un público internacional, hay platos que perfectamente podría entender un turista extranjero. Y, además para presentarlos, ya tenemos a nuestros camareros, que hablan inglés”.

Pero Villa Verbena no es solo un lugar al que venir a comer. Lo cierto es que la amplitud de horarios del local permite desde un desayuno tardío a un refrigerio después de practicar cualquiera de las muchas actividades deportiva que se pueden realizar en este enorme parque, pero también una sobremesa con café y copas, un aperitivo pre-cena…

Respecto al momento tan particular en que ha abierto este negocio, con tantas restricciones y limitaciones marcadas por la situación sanitaria, sus propietarios no lo han visto como una dificultad, sino más bien como una suerte: “ha sido un acierto invertir en terrazas porque, al fin y al cabo, Madrid es la capital de Europa con más horas de sol al año”.

Foto: VIlla Verbena.

Por otro lado, no consideran que fuera una ‘locura’ abrir en el momento en que se abrió: “La locura era estar cerrados. Cuando analizas las oportunidades cuadra todo: espacios al aire libre, que ahora están superdemandados; terrazas, también; en un lugar como éste, a orillas de un lago, adonde puedes llegar en metro; con 275 metros cuadrados de terraza… Sin duda era una gran oportunidad. Y nosotros somos gente atrevida”. Y ya se sabe: el éxito es siempre para los valientes.

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