Una propuesta delicatessen con raíces en los colmados

Los dos restaurantes Aspic, en Barcelona, presentan delicadas elaboraciones de cocina mediterránea, una propuesta que se extiende al catering y la venta al público

Sector de tienda del local de Dr. Ferran. Foto: Aspic

Sector de tienda del local de Dr. Ferran. Foto: Aspic

Es una compañía de catering pero también ofrece comidas para llevar. Es un restaurante con estética moderna pero se entra por un sector que recuerda los colmados de medio siglo atrás.

Esta suma de propuesta es Aspic, que cuenta con dos locales en Barcelona que permiten redescubrir esos sabores de toda la vida a través de una selección de ingredientes y productos de alta calidad.

Selección de platos para llevar. Foto: Aspic
Selección de platos para llevar. Foto: Aspic

Dos restaurantes con propuestas delicatessen

El de Turó Parc (Pau Casals 24) es más pequeño, para unos 20 comensales, y mantiene una clientela fiel desde hace siete años. El de Pedralbes (Dr. Ferran 23), que abrió en noviembre cuenta con un espacio para 80 personas, con una terraza de grandes dimensiones.

Aspic unifica su propuesta de cátering, el motor de su negocio, con dos restaurantes de elegante presencia, servicio de comidas para llevar y tienda de delicatessen

Cuando se entra en este último local uno tiene la sensación de viajar a los locales de ultramarinos donde no alcanzaban los ojos para ver el despliegue de jamones, quesos, vinos y conservas, que comparten espacios con las neveras de platos pre cocidos y listos para llevar.

Local de Turó Parc. Foto: Aspic
Local de Turó Parc. Foto: Aspic

La propuesta del grupo es conservar esa idea de servicio pero con una estética vanguardista, en espacios diáfanos y abundante en luz natural diseñado por Carlos Martínez.

La reivindicación de la tradición

Uno puede elegir entre llevar a casa unas butifarras trufadas con rossinyols (rebozuelos), tataquis de solomillo de ternera con romero o el pulpo con parmentier de la Vera; o bien degustarlos en las mesas de los restaurantes.

“Aquí no hacemos deconstrucciones”, cuenta Eduard Casanova, uno de los fundadores de Aspic a Tendencias. “La nuestra es una cocina tradicional, donde la idea es comer raciones pequeñas para compartir y que se pruebe diferentes sabores”, explica.

Selección de conservas. Foto: Diana Segura-Aspic
Selección de conservas. Foto: Diana Segura-Aspic

Las voces de la experiencia

Este cuidado por lo artesanal se nota en la preparación de su personal. La empresa tiene 60 empleados, entre los dos locales y el obrador de platos para el catering, y cuando se escucha las sugerencias de los camareros, se agradecen las recomendaciones fruto de la experiencia.

Así también sucede con el servicio de cátering: al llevar los platos a casa el personal de Aspic está presente para sugerir formas de cocción y presentación.

Ensaladilla rusa y air bags de Jabugo. Foto JP Chuet Misse
Ensaladilla rusa y air bags de Jabugo. Foto JP Chuet-Missé

Nueva carta de temporada

Estas semanas los dos restaurantes Aspic han cambiado a la carta de otoño, como suelen hacer cada tanto para reforzar su propuesta de productos de temporada.

Si ya las raciones son pequeñas, hemos optado por reducirlas aún más para conocer diversas presentaciones.

Uno de los platos más atractivos son las virutas de vaca gallega, cocinada con un soplete

Buena elección. Entre los entrantes pasaron los air bags de Jabugo, con un pan inflado relleno de tomate que parece estallar; las patatas bravas, con un alioli de primera con pimentón; los langostinos kataifi, con un guiño a la cocina oriental y un clásico pulpo a la gallega, todo regado con Viñas del Vero, un chardonnay de interesante presencia.

Pulpo a la gallega y vieiras con judías, bogavante y queso. Foto: JP Chuet-Missé
Pulpo a la gallega y vieiras con judías, bogavante y queso. Foto: JP Chuet-Missé

Entre los platos, uno de los clásicos son las virutas de vaca rubia gallega cocinada con soplete (con una presentación ideal para Instagram), el steak tartar de ternera, el calamar de costa con butifarras trufadas y una potente pluma ibérica Maldonado cocinada al horno Josper.

Y como cierre, un despliegue de una docena de postres entre brownies de chocolate, tartaletas de fresa, mouse de chocolate y mojito, milhojas de higo o tarta sacher. O si uno quiere seguir los pasos de la gastronomía francesa, puede optar por el surtido de quesos.

Calamarcitos de costa con butifarritas trufadas. Foto: Aspic
Calamarcitos de costa con butifarritas trufadas. Foto: Aspic

Para esta temporada, otras novedades de la carta son la tortilla abierta con gambitas y piñones tostados, la gyozas de pollo de corral y verduras con salsa dashi, el clásico huevo poche con crema de múrgulas y microplaine de trufa, el tagliatelle rucu o el bacalao a baja temperatura con mouselina de la Vera.

Las diferentes vertientes del grupo

Según precisa Casanovas, los restaurantes y la tienda representan entre un 25% a un 30% del negocio del grupo, y el resto se concentra en el servicio de cátering.

pluma ibérica Maldonado cocinada al horno Josper. Foto JP Chuet Misse
Pluma ibérica Maldonado cocinada al horno Josper. Foto JP Chuet-Missé

En estos tiempos en que el coronavirus convirtió a las reuniones en encuentros por Zoom la compañía lanzó un servicio de catering personalizados, para que se puedan degustar gemas de la gastronomía como cookies de parmesano, jamón de jabugo, sardinillas, almendras con sal de Ibiza y butifarra blanca mientras las pantallas siguen conectadas.

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