Chaka Khan: un restaurante, dos espacios, muchas propuestas

El cambio que vive el barrio del Raval se sintetiza en locales como el Chaka Khan, un innovador restaurante de fusiones que se divide en dos espacios diferenciados

Saam de vaca. Foto David Engui.

El Raval es el barrio más multicultural de Barcelona. En sus calles se puede pasar de una carnicería halal a un bazar chino, luego un delicatesen argentino y un bar regenteado por pakistaníes con solo dar un par de pasos.

También es cierto que el Raval está cambiando. Mucho y deprisa, para lamento de los más tradicionalistas. Muchas tiendas emblemáticas han cerrado y varios locales han dejado paso a comercios más sofisticados.

En Chaka Khan la idea es probar diferentes platos del mundo. Foto JP Chuet-Missé

El cambio de la Rambla del Raval

La Rambla del Raval es uno de los ejemplos más claros, donde cada vez hay menos shawarma de toda la vida y cada vez más hamburguesas gourmet, coctelerías de diseño y cocinas de autor.

En la Rambla del Raval cada vez hay menos shawarma de toda la vida y cada vez más hamburguesas gourmet

Este mix de culturas y este cambio de tendencia también se encarna en el Chaka Khan (Carrer de l’Hospital, 104), un restaurante del grupo Pantea ubicado en uno de los extremos de este paseo urbano.

El espacio Khan consiste de una larga barra frente a la cocina. Foto JP Chuet-Missé

Las dos caras del Chaka Khan

Este es un restaurante dividido en dos espacios. Aprovechando el nombre, que homenajea a una estrella del funk ochentero, la planta inferior Chaka es más convencional, con mesas de dos a seis personas donde se puede comer o cenar en cualquier horario.

En cambio el piso superior, o sea el espacio Khan, presenta una larga barra frente a la cocina, en donde solo se puede cenar los jueves, viernes y sábados, y bajo tres opciones: el menú degustación Khan (31 euros por persona), el degustación Chaka Khan (36 euros) y el vegetariano (24,50 euros); a los que hay que sumar una media de nueve euros si se decide acompañar de un cóctel, lo cual es una opción interesante.

Los cócteles presumen de diseño. Foto JP Chuet-Missé

Los cócteles del restaurante

Tanto en uno como en otro ámbito, cuando cierra la cocina cambian las luces, sube la música y el restaurante se convierte en un bar de cócteles.

Entre ellos, se pueden degustar preparaciones como el Sawadee Cup (ron con coco, chili, jengibre, hojas de kaffir y ginger beer; un toque picante pero interesante), el Mika (vodka con licor de manzana, kumquat, lichi, sirope de tomillo y lima) o el Sem Sem (bourbon con aceite de sésamo, sirope de miel, sal y bitter de nuez negra).

Solomillo de cerdo con huitlacoche. Foto JP Chuet-Missé

Los sabores del mundo

Como honor a la fusión de culturas del Raval este restaurante propone un viaje por el mundo a través de la gastronomía.

Así lo hemos podido comprobar con el pan de queso con hilos de pierna de cerdo (típico de Brasil) y la berenjena asada, propia de Laos.

Como honor a la fusión de culturas del Raval este restaurante propone un viaje por el mundo a través de la gastronomía

Albóndigas de salmón con tikka massala. Foto David Engui.

Le siguió el solomillo de cerdo con huitlacoche, autóctono de México; y el bacalao en curry de yogur y especias asiáticas acompañado de arroz, claramente de influencias vietnamitas.

Y de postre, un flan con crema chantilly para compartir entre dos personas.

Bacalao en curry de yogur con arroz. Foto JP Chuet-Missé

En Chaka Khan las porciones son pequeñas, por lo que conviene pedir más de un principal o seguir las líneas de los menús degustación, que presenta un hilo de siete platos.

La idea es tener nuevas sensaciones en los sentidos con las cocinas de lugares tan distantes como Guatemala, Marruecos, Irán, Mozambique, Senegal, Sri Lanka o Corea; y si es que uno ya conoce algo típico de uno de estos destinos, como las arepas venezolanas, pues que haya una relectura para que tenga un sabor diferente.

a.
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