5 restaurantes para una rentrée gastronómica en Madrid

Madrid no se ha tomado vacaciones: estos meses han abierto nuevos restaurantes que acercan sabores autóctonos y del mundo con propuesta desenfadadas y audaces

La exagerada decoración de Villa Capri. Foto Jérôme Galland

Todavía queda verano, días de playa y chiringuito. Pero también es cierto que el principio de septiembre marca un punto de inflexión para muchos, la vuelta al trabajo y el adiós a las vacaciones. Si eres de los que se plantean el regreso como un nuevo comienzo, te gustará saber que la capital no ha parado en estos meses.

¿Qué tal motivarnos visitando las últimas aperturas? Algunos abrieron sus puertas justo al comienzo del verano, otros lo han hecho durante la época estival. Si no pudiste conocerlos o si todavía ni has oído hablar de ellos, toma buena nota porque con ellos, la depresión post-vacacional será cuestión de visto y no visto.

Villa Capri: Próximo destino, la costa Amalfitana

El grupo Big Mamma lo ha vuelto a hacer. Tras consagrar su trattoria Bel Mondo, de la que ya te hablamos en Tendenciashoy, hace apenas unos meses abría nuevo restaurante, uno de esos que te traslada a la deliciosa costa Amalfitana.

Se llama Villa Capri y destila aires italianos por los cuatro costados, pero también emula el mundo marinero y hasta el de aquellas sirenas que en la mitología habitaban en las islas italianas.

F_ck me I’m Famous, uno de los platos de Villa Capri

A pie de calle sorprende su delicada terraza rodeada de flores. Dentro, una vez más nos deja embelesados un interiorismo como pocos hemos visto en la capital, como si de una playa se tratase, con su parte de orilla en tonos amarillos, el mar con mil y un tonos de azul y un techo recubierto de espejos que simulan olas.

Si sorprende el diseño, la cocina también está a la altura, algo que caracteriza a este prolífico grupo con restaurantes en diferentes localizaciones europeas.

Siguen sus máximas de utilizar materia prima italiana y fresca, que viene de una red de más de 150 productores. Con ella, elaboran platos que ya se han convertido en estrellas del restaurante como la Villa Burrata, rellena de pesto, albaricoque, cerezas e hinojo o la suculenta F*ck Me I’m Famous, homenaje a la carbonara de Bel Mondo, que aquí se resuelve con un ravioli gigante lleno de crema de carbonara, guanciale de la Toscana y queso Pecorino.

Beirutista, sabores del Líbano

Los amantes de la cocina libanesa tienen nuevo lugar de peregrinaje. Ha nacido Beirutista, un espacio en el que las mesas se llenan de ese aroma y sabores inconfundibles de la siempre vibrante capital del Líbano.

La parte baja del restaurante, bien podría ser adalid de esta tradición de Beirut, de esos patios de casa donde la cocina es el punto neurálgico del hogar

El amor por esta cocina, la tradicional y la moderna, llevó a Naaman, creador del concepto, a unirse a dos jóvenes españoles que le ayudaron a dar forma a lo que ya es un proyecto de vida en plena Malasaña.

Selección de humus y masas en Beirutista

La parte baja del restaurante, bien podría ser adalid de esta tradición de Beirut, de esos patios de casa donde la cocina es el punto neurálgico del hogar.

De allí salen recetas que mezclan a la perfección especias orientales y materia prima fresca. ¿Las más demandadas? Arrancar con un manoushe, una masa fina que elaboran ellos mismos en dos versiones, bien acompañada de especias, tomate, menta y olivas o con queso libanés, tomate y rúcula, para seguir con una de las siete recetas de hummus que atesoran en su carta, desde el tradicional, hasta el que acompañan con carne picada o con shakshuka.

A diferencia de otros restaurantes libaneses que abren en clave vegetariana, aquí combinan a la perfección platos vegetales como el moutabal con berenjena ahumada y granada y otros carnívoros como un imprescindible shawarma de ternera, hito de la cocina callejera del país.

Baan, el viaje por el Sudeste Asiático que Madrid necesitaba

Que levante la mano el que está deseando volver a Asia. Seguro que seríamos muchos en la sala. Por el momento, habrá que esperar, pero lo que sí podemos hacer, es viajar hasta el continente con el paladar. Para ello, uno de los mejores ejemplos que ha abierto recientemente es Baan.

El mero hecho de traspasar la puerta, ya nos sumerge en un mundo que rinde homenaje al sudeste asiático. Desde la cocina donde afanados cocineros rematan los platos, hasta el propio local, en el que se emulan las formas que se crean entre los campos de arrozales.

Sala del restaurante Baan

La propuesta gastronómica, a cargo de Víctor Camargo, propone un viaje sin levantarse de la silla, en el que las recetas típicas asiáticas, se elaboran con ingredientes de cercanía, como se constata en un nem vietnamita relleno de bull negre de los Pirineos, un pad thai que en vez de fideos, se prepara con chipirones de anzuelo laminados o los curries.

Recordemos que Víctor pasó por las cocinas del icónico Sudestada, del que en Baan se siguen viendo atisbos, como el curry rojo de selva con carrillera de vaca guisada en coco, uno de los emblemas de aquel restaurante.

Otro de los espacios en los que se le rinde tributo es en su oferta líquida, con referencias como la caipirinha de Gintas, trago estrella del que ahora agita la coctelera en Savas.

Bar de Fuegos, una oda a las brasas en Chueca

Madrid apuesta por las brasas. Ya lo hizo Dani García con la apertura de Leña y Smoked Room, pero no ha sido el único, porque el argentino Mauricio Giovanni -chef de Messina en Marbella y Hayaca en Ibiza- también cayó rendido a los pies del fuego primitivo, abriendo en Chueca su Bar de Fuegos.

Bar de Fuegos es un sitio de esos a los que se va a pasar un buen rato mientras uno admira las parrillas que presiden la barra del local

Aquí la propuesta es más desenfadada e informal, en un sitio de esos a los que se va a pasar un buen rato mientras uno admira las parrillas que presiden la barra del local. Bar de Fuegos es uno de esos sitios a los que volver y volver, porque su carta es extensa y apetece probarlo todo.

Costilla de Tomahawk. Foto @mikeandvictor

¿Imprescindibles en una primera visita? La coliflor asada con especias, crema de kimchi y nata agria, los nem a las brasas con langostino, albahaca y bacon y principales como sus cortes de carne (lomo alto argentino, Tomahawk, picaña…).

Mención merecen también sus entre panes parrilleros, una serie de bocadillos que terminan con un toque de brasa, entre los que probar recetas como el de panceta desmigada yakiniku, col y pepinillos en salsa de rábano o uno de setas y cebolla con tomillo, acompañado de queso ahumado.

Figarilla, vientos del sur en la capital

¿Echas de menos el sur? ¿La fritura y los vinos generosos? Julio ha sido el mes en el que ha llegado a la ciudad Figarilla, la nueva taberna andaluza de referencia.

Y se trata de toda una declaración de intenciones, desde su nombre, que recuerda cómo se llamaba al puerto de Isla Cristina allá por 1755, hasta el empeño que han puesto en crear una carta de bocados reconocibles y tradicionales, sin olvidarnos de un espacio que recuerda a esas tabernas de toda la vida.

La fritura es el centro de su propuesta y más si tenemos en cuenta que su equipo de cocina se formó en el mejor chiringuito gastronómico de Marbella, La Milla, de donde aprendieron el arte de elaborar una fritura delicada y sutil, además del amor por la materia prima. Cazón en adobo, calamares, boquerones, unas gambas cristal con huevo frito… El despliegue es de lo más apetecible.

Despliegue de tapas en Figarilla

Pero no solo de fritura vive Figarilla, porque de su carta se pueden probar multitud de platos con sabor andaluz como el salmorejo, la carne mechá, dorada a la roteña, espetos de sardinas o los tradicionales molletes de Antequera rellenos de pringá y pimientos asados o paletilla de jamón de los Pedroches. ¿Y de beber? Una oferta de más de 30 vinos generosos y nacionales, que se pueden pedir por copas.

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