Los mejores restaurantes italianos que te harán olvidar que estás en Madrid

Tanto si eres un amante de la cocina italiana como si quieres probar algo nuevo, estos restaurantes te sorprenderán con sus sabores auténticos, su ambiente acogedor y su excelente servicio

Uno de los ejemplos de pasta típica maltesa. Foto Turismo de Malta

¿Te apetece un viaje culinario a Italia sin salir de Madrid? Entonces, estás en el lugar adecuado. En esta guía te presentaremos los mejores restaurantes italianos de la ciudad, donde podrás disfrutar de una auténtica experiencia gastronómica italiana.

Desde trattorias tradicionales, hasta restaurantes modernos, nuestra selección ofrece algo para todos los gustos. Prepárate para degustar pizzas al horno de leña, pastas frescas elaboradas artesanalmente, y deliciosos postres caseros. Opciones para todo tipo de bolsillos y gustos.

TOTÓ

  • Dónde: Paseo de la Castellana, 38, Madrid
  • Precio: medio de 50 euros por comensal

Abrió sus puertas en marzo de 2022 en el número 38 del Paseo de la Castellana con un propósito claro: traer a la ciudad la esencia de la cocina italiana con una apuesta por las recetas tradicionales y las materias primas de la máxima calidad, y hacerlo además en un entorno inspirado en la época dorada del cine italiano de los años 50 y 60.

Para muchos uno de los restaurantes más románticos de Madrid, Totó cuenta con el chef Juan Antonio Medina (antes en Mandarín Oriental y actual director gastronómico de TOTÓ y TATEL) que escoge cuidadosamente los productos ecológicos y sostenibles que transforma en platos como supplí ‘al teléfono’, tortello di brasato, burro nocciola e salvia impanata o un tiramisú capaz en transportarnos en una cucharada a la Italia más tradicional.

Mezzemaniche alla carbonara. Foto: Totó.

Como buen italiano, no descuida la carta de vinos, con fuerte presencia de referencias nacionales del país trasalpino.

Bel Mondo

  • Dónde: Calle Velázquez, 39, Madrid
  • Precio: medio de 30 euros por comensal

Con las ideas más que claras, Tigrane y Victor se lanzaron a la piscina y, con la ilusión que es marca de la casa, abrieron las puertas de Bel Mondo con esa receta del éxito que todos quieren. ¿Cómo han conseguido estar en boca de todos en tan poco tiempo?

La entrada a Bel Mondo anticipa una experiencia, por lo menos, diferente. Foto Jérôme Galland
La entrada a Bel Mondo anticipa una experiencia, cuanto menos, diferente. Foto: Jérôme Galland

Bel Mondo sabe a Italia. Desde sus antipasti a los postres, pasando por la pasta y las pizzas. ¿Cómo lo hacen? Trabajando con productos traídos directamente del país. “Trabajamos directamente con más de 150 productores italianos; pequeñas pymes familiares que cuidan y aman su trabajo artesanal y transmiten su saber hacer de generación en generación.

Todo ello se materializa en una carta de sabores genuinos -y divertidos-, creada por Ciro Cristiano, chef del grupo. El menú se divide en una selección de productos, entre los que probar mortadela al tartufoculatello -embutido típico de la zona de Parma-, burrata con un toque de albahaca o una divertida contraposición entre productos italianos y españoles, como la que hacen con el prosciutto di Parma vs jamón ibérico o la bresaola vs cecina de León.

La Gran Carbonara que sirve Bel Mondo. Foto Sophie Chanimbaud
La Gran Carbonara que sirve Bel Mondo en una rueda de pecorino. Foto: Sophie Chanimbaud.

Entre los antipasti no hay que perderse la ‘Croquestar’, rellena de bechamel a la trufa con jamón y un toque de trufa fresca, el vitello tonnato, que preparan con redondo de ternera española y su ‘No puerro más’ un puerro asado al Josper con salsa verde casera, stracciatella y alcaparras.

La pasta en Bel Mondo adquiere nueva dimensión. Se elabora cada día a mano, con sémola traída de un pequeño molino artesanal en Altamura (Puglia) y se emplea en recetas como los papardelle al ragú de cordero, cocinado durante 16 horas y aromatizado con limones de Amalfi y terminado con cilantro fresco y salsa de Parmigiano D.O.P. 24 meses.

Otro de los que ha pasado directamente a sus platos estrella es la Gran Carbonara, que se remata en mesa, preparando los espaguetis con yema de huevo y guanciale crujiente dentro de una rueda de pecorino delante de nuestros ojos.

Pizza Napoletana de Bel Mondo. Foto Sophie Chanimbaud
Pizza Napoletana de Bel Mondo. Foto: Sophie Chanimbaud.

Beata Pasta

  • Dónde: Glorieta de Bilbao, Madrid
  • Precio: medio de 20 euros por persona

Abrió en 2022 y en menos de un año logró entrar en el prestigioso ranking 50 Top PizzaBaldoria (José Ortega y Gasset, 100) era el primer proyecto en solitario en Madrid de Ciro Cristiano, antiguo chef ejecutivo del Grupo Big Mamma y uno de los responsables del éxito de Bel Mondo y Villa Capri, que se ‘independizaba’ para ofrecer su propia visión de la cocina italiana, especialmente centrada en Nápoles y el Mediterráneo.

Tras triunfar con este concepto, el chef se animó con un segundo establecimiento, abierto hace unas semanas en plena Glorieta de Bilbao: Beata Pasta. Su nombre, toda una declaración de intenciones, anticipa lo que encontramos al franquear las puertas de un local de 230 m2: italianidad y culto a la pasta por encima de todo en una trattoria versión 2.0 que llega dispuesta a democratizar el mundo de la pasta fresca en Madrid.

Plato de Tornnarello alla Nerona en Beata Pasta.
Tornnarello alla Nerona. Foto: Beata Pasta.

Sí, el precio es un factor clave porque Cristiano –junto a Simone Attolini, chef ejecutivo del grupo, y Antony Vitale, jefe de cocina de Beata Pasta- demuestran aquí que es posible disfrutar de propuestas de máxima calidad con un ticket apto para todos los bolsillos (el plato de pasta más caro vale 15 euros).

La receta es sencilla: pasta elaborada in situ en su propio obrador –se ve desde la calle- y cocinada con recetas tradicionales a la que se añade un toque fresco y divertido que se plasma en la decoración y el ambiente, pero también en la carta, con propuestas customizables junto a entrantes (burrata putanesca, croqueta cacio & tartufo o parmigiana napolitana clásica- y pastas, auténticas protagonistas.

Sala Beata Pasta, Madrid
Pasta fresca divertida y a buen precio. Foto: Beata Pasta.

Ravioli alla sorrentina rellenos de queso ricotta al limón de Sorrento, salsa de tomate, scamorza y aceite de albahaca; papardella XXL con ragú tradicional napolitano de ternera y cebolla confitada; raviolis rellenos de tres carnes, salsa de carne y gremolada de cítricos, o tornnarello alla Nerona, la rueda con calabacín frito, pecorino, parmigiano reggiano y albahaca que probablemente hayas visto en Instagram están entre sus platos estrella.

También postres, como tiramisú, tarta de queso con crema de gianduja y avellanas caramelizadas o deliciosos cannoli sicilianos con ricota de oveja y pistacho de Bronte.

Gioia

  • Dónde: Calle San Bartolomé, 23, Madrid
  • Precio: menú degustación por 75 euros

Un Sol Repsol y Estrella Michelin en 2024 avala el restaurante del chef Davide Bonato (también recomendado por la Guía Michelin), que estrena nueva etapa en el madrileño barrio de Chueca.

En honor a su nombre (alegría y también joya), los platos piamonteses clásicos se actualizan en Gioia con pinceladas de Oriente en el nuevo menú Otsukaresama que, por supuesto, no deja de lado los clásicos más aplaudidos.

La sala también se ha renovado. Foto: Gioia.

Alumno aventajado de Stefano Cavallini (el primer italiano en conseguir una estrella Michelin en Londres) y al mando, durante muchos años, del negocio familiar Il Convento di Trino en su Italia natal, Bonato incorpora a su carta nuevos platos con los que tiende un puente con la cocina china o japonesa.

Una carbonara que no es como las demás. Foto: Gioia.

Manifiesto 13

  • Dónde: Calle Hartzenbusch, 12, Madrid
  • Precio: medio de 45 euros por comensal

Especializado en pasta fresca y también recién llegado al barrio de Chamberí, Manifiesto 13 (Hartzenbusch, 12) suma a la ecuación los sabores de América Latina, que el chef italiano Simone Nebbia ha integrado con soltura en su propuesta.

El concepto se entiende mejor al saber que detrás de Manifiesto 13 están los emprendedores Nicolas y Mark Ducan, peruanos afincados en Madrid, y que Nebbia, además de experiencia en su país de origen, ha pasado también por las cocinas de varios restaurantes en Lima.

Foto: Manifiesto 13.

“A modo nostro”, como ellos dicen, visitan el recetario italiano clásico sin afán de purismo y por eso en la carta conviven embutidos italianos, ragú y panzanella de puerros, pimientos asados y flore sardo con tostas de anchoas de Santoña, mantequilla y salsa verde.

También media docena de platos de pasta (la elaboran en su propio obrador con semola rimacinata y harina 00) como los clásicos rigatoni alla genovese o tagliatelle al pommodoro, pero también plin (ravioli) de conejo con mantequilla, tomillo, olive taggiasche y piñones.

Además, aguja de cerdo ecológico alla milanese, con salsa pizzaiola y ensalada, lengua tonnata o tartar de res, ajos tiernos, avellanas y mostaza casera.

En cuanto al postre, solo hay tres opciones para escoger: tiramisú, creme caramel a la haba Tonka y torta caprese al ají que deja claro que la fusión italiano-peruana funciona.

Foto: Manifiesto13.

Para beber, vinos (con atención especial a los vinos naturales de poca intervención) y cócteles, como el ahora casi omnipresente Spritz y el Negroni Bachiche.

Leonardo

  • Dónde: Av. de Luis García Cereceda, 5, Pozuelo de Alarcón
  • Precio: medio de 27 euros por comensal

Ubicado en el que se presenta como nuevo polo gastronómico de Madrid, La Finca Gran Café en Pozuelo de Alarcón, Leonardo es un nuevo restaurante con el maestro pastaio Giovanni Borrione al frente.

Leonardo. Foto: LaFinca Grand Café.

De hecho, antes de chef, Borrione producía pasta en su propia fábrica, de ahí su conocimiento exhaustivo de gnocchis, raviolis, rigatones, o linguine.

En este nuevo restaurante del Grupo Garneg, el cocinero busca traer a Madrid los sabores del Piamonte y el Valle d´Aosta ya sea a través de quesos y embutidos poco conocidos en estas latitudes, de su parmigiana de melanzane (berenjena) della mamma Maria Giovanna, de su muy auténtico mezzo pachero alla carbonara o de sus plin, una pasta rellena típica de Piamonte que el chef hace a mano, rellena de ternera, piñones y pasas sultanas y que sirve acompañada de trufa laminada.

Pizzas clásicas y de autor hechas al horno de leña conviven también en la carta de este restaurante italiano versión deluxe en la que no faltan ostras Guillardeu Nº2, caviar imperial o una burrata envuelta en oro. 

Numa Pompilio

  • Dónde: Calle Velázquez, 18, Madrid
  • Precio: medio de 50 euros por comensal

Nos mojamos, Numa Pompilio es el italiano con la mejor terraza de Madrid. En el barrio de Salamanca, a pocos metros de El Retiro, tras franquear sus elegantes salones decorados con frescos, espejos y cortinajes se accede a un espacio lleno de vegetación capaz de hacernos olvidar que estamos en medio de la ciudad.

Sandro Silva y Marta Seco o, lo que es lo mismo, el Grupo Paraguas (Ten con Ten, Amazónico, Ultramarinos Quintín), están detrás de este concepto, que buscaba traer a la capital el espíritu de una Roma burguesa y excesiva, barroca incluso.

Una terraza deliciosa en el barrio de Salamanca. Foto: Numa Pompilio.

El tesoro, como decíamos, no está en su cocina abierta y la mesa obrador de pasta que nos da la bienvenida, sino en su jardín interior, una oda al romanticismo. Aquí se degustan en cualquier época del año sus platos, una oda a “la Italia menos conocida”, apuntan sus creadores, con elaboradores tradicionales a las que no estamos habituados en otras latitudes que aquí beben del “espíritu nómada italiano”.

Más que los platos típicos de la nonna, aquí se preparan las recetas creadas por los italianos que salieron fuera de sus fronteras y se nutrieron durante generaciones de influencias externas, por lo que los platos vienen aquí de Roma, pero también de Nueva York o Londres.

Dorada al acqua pazza, guazzetto frutos del mar con focaccina al romero, orecchione de elefante madurada, carpaccio de ciervo ahumado con pecorino romano y marsala y, nuestro favorito (y el de muchos), los tagliolini de setas en rueda de Pecorino están entre sus platos, así como postres tan deliciosos como la panna cotta de vainilla y amarenas, el tiramisú o los cannoli siciliani.

Parking Pizza

  • Dónde: Paseo de la Castellana, 89, Madrid
  • Precio: medio de 20 euros por comensal

Si hablamos de comida italiana, no podemos no mencionar ninguna pizeria en este artículo. Parking Pizza lleva triunfando en Barcelona desde 2015 y, por fin, Parking Pizza ha aterrizado en Madrid. Su local en la zona de AZCA (Paseo de la Castellana, 89) reproduce la fórmula creada por Marcos Armentaras y Berta Bernat que les ha llevado a convertirse en una de las pizzas más buscadas de la Ciudad Condal, donde cuenta ya con seis restaurantes (y sumará uno más este 2024).

A su local, de diseño industrial y ambiente desenfadado, siempre con el horno de leña como protagonista, se viene a comer pizzas frescas y de calidad en espacios originales (no por nada uno de sus primeros restaurantes ocupó un antiguo aparcamiento).

Parking Pizza.
Foto: Parking Pizza.

Con Pasquale Erhard como chef ejecutivo del grupo, se enorgullecen de sus masas de larga fermentación a las que unen ingredientes mediterráneos, muchos de ellos llegados de Italia, como la harina, los tomates cherry que importan de Sicilia, la mozarrella fior di latte o la trufa.

Así, sus pizzas tienen combinaciones de ingredientes clásicos y hierbas frescas, pero también productos nacionales como chalotas, sobrasada picante de Mallorca o butifarra.

Tras dos minutos en el horno de leña, el resultado es una pizza con estructura, crujiente y ligera, que no renuncia a un toque cosmopolita. Entre las más demandadas, la margherita, la de trufa negra -con queso fontina, huevo y parmesano-, la prosciutto, la de butifarra con huevo, pimiento verde, fontina y cebolla roja o la de pepperoni, tomate e hinojo.

La sala tiene marcado aire industrial. Foto: Parking Pizza.

Además, la carta (también para llevar y delivery), se completa con focaccias y panes, entrantes como el vitello tonato de solomillo y alcaparrones o el queso tomino del Boscaiolo, embutidos italianos artesanales, ensaladas y pastas, como unos sabrosos futicini putanesca, los rigatoni con gorgonzola, queso taleggio y salvia y los spaguetti cacio e pepe (típicos de la cocina romana).

Don Giovanni

  • Dónde: Paseo de la Reina Cristina, 23, Madrid
  • Precio: medio de 40 euros por comensal

Y de Sicilia llegó Andrea Tumbarello, economista de formación y que escaló en tiempo récord de comensal (muy decepcionado con la cocina italiana que encuentra en Madrid) a cocinero al cargo de la trattoria Don Giovanni, que logró convertir en uno de los italianos más reputados de la ciudad.

Un espacio acogedor sin demasiadas pretensiones en Paseo de la Reina Cristina, 23 es suficiente para hacer brillar platos que respiran autenticidad y sabor y que han conquistado dos Soles de la Guía Repsol y le ha llevado a expandirse a otros lares, como el exclusivo Hotel Finca Cortesín en Casares (Málaga).

Tagliatelle con trufa negra. Foto: Don Giovanni.

En el de Madrid recomendamos pedir los tagliolini con trufa (por algo Andrea también es conocido como ‘el rey de la trufa’), la burrata plugiese, la famosa carbonara (por supuesto, sin nata), los spaguetti alla puttanesca o los de pesto genovese. Por nada te pierdas la panna cotta, sin duda entre las mejores de Madrid.

Entre las últimas incorporaciones a la carta, un plato ‘viajero’ inspirado en la Blue Zone de Ogliastra, en Cerdeña, concretamente culurgiones rellenos de ricotta, patata, hierbabuena y pecorino sardo, con un crujiente de agua mineral con gas y un albedo de limón decorado con brotes.

MY Pasta

  • Dónde: Calle Espiritu Santo, 16, Madrid
  • Precio: medio de 18 euros por comensal

Terminamos esta lista con un local de visita obligatoria si adoras la pasta fresca. MY Pasta, ubicado en pleno barrio de Malasaña, es uno de los mejores italianos de la ciudad teniendo en cuenta su precio y calidad. Cuando viajé a Roma, pensé que no iba a probar una pasta similar, pero en Madrid y en este restaurante, pude recordar esa textura y sabor.

Lo interesante de este lugar es que tu escoges el tipo de pasta y la salsa, así como los toppings que puedes añadir libremente. Esto aporta un toque creativo que permite al comensal experimentar. Además, cuenta con entrantes y postres deliciosos como el tiramisú.

Si no eres muy de pasta, el risotto esta delicioso. Otro servicio con el que cuenta este restaurante italiano es el take away y delivery. Podrás probar el puro sabor de la pasta fresca en casa. Recomendamos la salsa Della Mare y la Bolognesa, de diez.

Por último, destacar el formato en el que MY Pasta te sirve sus platos. Las pastas llegan en una olla decorativa que suele venir hasta arriba. Al ser un local pequeño, es recomendable reservar a través de su página web.

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