Llegan los primeros cócteles sólidos que estallan en tu boca

Las Jellys son ocho cócteles clásicos con gelatina exterior y una esferificación líquida, una combinación que convierten el acto de beber en un bocado explosivo

Acaban de nacer Las Jellys, cócteles que se presentan en el formato mixto sólido-líquido, y que vienen para revolucionar los protocolos de la coctelería tradicional

Las Jellys son cócteles aparentemente sólidos, y aunque llevan una cubierta de gelatina, ni se comen ni se mastican.

Y aunque estas semiesferas semiflácidas de vivos colores tampoco son líquidas, pues no se pueden beber en copas o vasos, acaban por generar una explosión organoléptica cargada de matices de sabor cuando son introducidos en la boca.

Esto se debe a su relleno, el auténtico cóctel, elaborado mediante una técnica, hasta ahora gastronómica, y de clara influencia bulliniana como es la esferificación

La creación de una empresa emergente

Las Jellys son un producto artesanal, y la primera incursión al mercado, que proceden de una startup dirigida por Dani Roig y Pablo Quijano, dos jóvenes emprendedores, que buscan integrar su invento en los nuevos hábitos de consumo.

“Pensamos en la idea de trasladar del bar al salón de casa la experiencia de tomar un cóctel pero con una experiencia de consumo diferente.

Dani Roig

Según explica Roig, tras el coronavirus “la gente ha tenido que adaptarse y ahora más que nunca se celebran cenas y fiestas privadas. Por eso pensamos en la idea de trasladar del bar al salón de casa la experiencia de tomar un cóctel, pero aportando una experiencia de consumo completamente diferente.”

Cuándo disfrutar de estos cócteles sólidos

Para Quijano Las Jellys nacen de “nuestra pasión por la coctelería clásica y la cultura mexicana de los postres multicolores de gelatina”.

Sus creadores sugieren disfrutarlas en los llamados ‘momentos Jellys’, que son después de las cenas, en las fiestas, al aire libre en los paseos o en momentos de disfrutar de las terrazas.

Cómo beber Las Jellys

Quijano y Roig precisan que Las Jellys están elaboradas artesanalmente según las recetas clásicas, con los ingredientes de cada cóctel, utilizando siempre primeras marcas.

Al igual que el formato original de los cócteles se han de consumir frías, entre 0º y 4º, y por tanto hay que conservarlas en el frigorífico.

Sus creadores advierten también que debido a la cantidad de alcohol contenida, con una graduación de 19º, su consumo -al igual que los cócteles tradicionales- tampoco es recomendable para menores, embarazadas, personas diabéticas o con intolerancia al alcohol, o si se conduce o se realizan actividades de riesgo.

Cómo se presentan los cócteles sólidos

Este nuevo formato de cóctel se presenta en ocho combinaciones divididas en dos ambientes.

Una es el Caribe Mix, cuyo nombre lo sintetiza: sabores tropicales, abiertos, luminosos y de vivos colores como son: Mojito, Piña Colada, Sex on the Beach y Margarita.

El otro propone un ambiente más intimista, elegante e introspectivo, llamado Urban Nights, con los cócteles Alexander, Cosmopolitan, Manhattan y el legendario Moscow Mule.

Jellys

Ambos ambientes se integran en cajas de 12 unidades que se venden a través de la web o retirándolas en el Jellys Bar (Muntaner 85, Barcelona)

Las primeras críticas

El producto acaba de nacer. Se puede hablar de reinvención, o de otra manera especial de concebir los combinados, nunca para sustituirlos, pero sí para añadir nuevas posibilidades a la hora de disfrutarlos.

Hablamos de un producto que ofrece sensaciones sensoriales con sabores parecidos a los originales, e incluso con un contenido alcohólico.

Jellys

“Las Jellys mantienen una gran complejidad organoléptica y todos los matices del cóctel original”.

Jaume Castro

Y ya empiezan a llegar las reacciones. Jaume Castro, mixólogo del mítico Scotch Corner, de Barcelona es uno de los primeros profesionales de la coctelería en catar Las Jellys.

Jellys

 “Aunque al principio era un poco escéptico, al probar la primera de Manhattan, una receta que he preparado mil veces, quedé realmente sorprendido. La sensación en boca y las texturas eran completamente diferentes, pero mantenía una gran complejidad organoléptica y todos los matices del cóctel original”, dijo.

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