Siete postres para pecar sin culpas en Murcia

El pan de Calatrava, el paparajote, las tortadas o los bienmesabe son algunas de las joyas dulces de Murcia que brillan tras las comidas de otoño

Paparajotes, uno de los postres típicos de Murcia. Foto: Garcia Linux | Flickr.

La llegada del frío y los deseos de contar con una buena dosis de calorías en el cuerpo hacen que el deseo por los postres sea más potente que nunca. 

Cada ciudad y pueblo, de cualquier punto de España, tiene sus tradiciones en materia de dulces, elaboraciones artesanales que provienen de generaciones, y que en algunos casos son un imán turístico por si mismo. 

En esta oportunidad viajamos a Murcia, donde según las recomendaciones de su Dirección de Turismo probamos siete postres para endulzar el otoño. 

Leche frita 

Este postre tradicional de Semana Santa, que se elabora con harina y leche, y que tras un paso de fritura se reboza en azúcar y canela, no es patrimonio exclusivo de Murcia; pero sí son interesantes los añadidos que le incluyen. 

A la leche frita en Murca se le suele añadir detalles como el flambeado de licor, un bañado de arrope y calabazete o una bola de helado de turrón

Leche frita a la murciana. Foto Josep Marin | Tripadvisor

Algunas de las invenciones murcianas son darle un flambeado de licor o una bola de helado de turrón.  

O también puede ser el bañado de arrope y calabazete, que se obtiene de la mezcla del mosto con higos, membrillo, melón o boniato, variante muy popular en estas tierras. 

Pan de Calatrava 

Los siglos que la cultura árabe ha estado presente en Murcia han dejado numerosas gastronómicas, como es este postre. 

Su preparación es sencilla y es una de las tantas formas que en otros tiempos se aprovechaban las sobras para crear nuevos platos, sobre todo en tiempos de escasez. 

Con restos de pan, bizcochos o sobaos, junto con caramelo líquido y flan se crea este exquisito postre tierno y esponjoso. 

Pan de Calatrava. Foto Javi Vte Rejas | Flickr

Es un dulce que requiere una cuota de paciencia, más que nada, para dejarlo reposar un día entero, así los ingredientes tienen la concentración ideal para ser degustados. 

Paparajote 

Se trata de una hoja de limonero que se reboza en una combinación de harina, huevo, leche y raspadura de limón. 

Esta preparación pasa por la sartén con aceite hirviendo y se la espolvorea con canela y azúcar. 

Paparajotes. Foto Juan Pedro-Flickr

Postre típico de las huertas, se lo come junto con un vino dulce o mistela, alternando entre los bocados y los sorbos al licor. 

Eso sí: hay que recordar que la hoja no debe ser comida, sino que se usa para adornar y condimentar a la masa con su sabor. 

Tortadas 

En los pueblos y localidades de la cuenca del río Segura, como en las comarcas del Alto y Bajo Guadalentín es muy popular disfrutar de las tortadas en las grandes celebraciones sociales, así como en fiestas populares y romerías. 

Las tortadas, con los pisos revestidos de un denso merengue, son de presencia obligatoria en fiestas familiares o populares como las romerías

Tortada murciana. Foto Mis Thermorecetas

Este postre se elabora con una base de bizcocho, con almendras, crema pastelera o cabello de ángel y merengue, en una elaboración que se hace por pisos, y que desafía la resistencia golosa de cualquier persona. 

La almendra es la gran protagonista, y la tortada se diferencia de otros bizcochos por la cantidad de frutos secos que lleva. 

Para degustarlo se recomienda acompañarlo de un café o un chocolate caliente. 

Bienmesabe 

El nombre de este postre anticipa la calificación que tradicionalmente ha tenido. Para elaborarlo requiere de bizcocho, almíbar, cabello de ángel y almendra para elaborarlo, aunque el resultado final es diferente. 

Bienmesabe del restaurante El Sordo, de Ricote. Foto Tripadvisor

Aunque conocidos como bienmesabe se encuentran otras variantes en la geografía española y en Latinoamérica, en Murcia y otros lugares de Andalucía la diferencia está en el uso de almendras molidas y la ausencia de clara de huevo. 

El bienmesabe es un producto de la mezcla de culturas, la romana, la árabe y la cristiana, que han moldeado la identidad de Murcia; aunque las recetas actuales provienen del siglo XIX, con más popularidad en los municipios de Aledo, Pliego y Totana. 

Si hay que establecer un kilómetro cero de este postre, bien podrían ser las elaboraciones de las Monjas Clarisas del convento de Belén en Antequera, que lo siguen elaborando con una receta tradicional. 

Tocino del cielo 

Este postre se hace con yemas de huevo y azúcar, un buen golpe dulce tras una larga comida. 

El toque diferencial de Murcia sobre otras partes del sur de España es que se la añade un poco de canela y limón en el almíbar. 

Tocino del cielo. Foto Chotda | Flickr

Su presentación es en porciones o en forma de pastel. Por su textura y sabor marida muy bien con fresas o macedonias, aunque en verano también se le suele añadir helado. 

Almojábanas 

Con harina, azúcar, huevos y aceite se elaboran las almojábanas, que una vez cocinadas, reciben un suculento toque de hidromiel hirviendo. 

Este añadido es muy popular en la zona de la Vega Baja del Segura, que se presenta en coincidencia con los cortes a las colmenas, o sea, cuando se realiza la cosecha de la miel. 

Almojábanas. Foto Candelaria con sabor | Flickr

Hay quienes prefieren tener la miel un poco aguada, para que los rollos circulares tengan un toque más jugoso. Todo es cuestión de gustos. 

a.
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