La vuelta al mundo en 10 comidas navideñas

Ya sabemos qué se pone en las mesas españolas por Nochebuena y Navidad. ¿Pero cuáles son los platos favoritos de México, Países Bajos, Nueva Zelanda, Portugal, Japón o Armenia?

La cena de Nochebuena en Suecia es un enorme bufé. Foto: Carolina Romare | Visit Sweden.

Hemos propuesto cenas en lujosos hoteles y también de presupuesto más modesto, hemos recorrido los sabores típicos o los que logran dar un twist a nuestras mesas en Nochebuena y Navidad, pero siempre en España. Hoy viajamos por el mundo para conocer las tradiciones gastronómicas de las Pascuas en lugares tan distintos como México y Nueva Zelanda, Japón y Armenia, Suecia y Grecia.

Julbord en Suecia

No es en realidad el nombre de un plato, sino de la comida que se sirve en Navidad y que viene a ser un smörgåsbord (bufé) adaptado a las Pascuas: es el julbord sueco.

En las cálidas e iluminadas casas suecas se montan generosas mesas en las que encontrar todo el surtido clásico de platos, calientes y fríos, que incluyen jamón, salchichas de cerdo, ensalada de arenques y arenques en escabeche, paté de hígado, pan de centeno con sabor a mosto (vörtbröd), una mezcla de huevo y anchoas que recibe el nombre de ubbröra, patatas y un plato de pescado especial, el lutfisk, a base de maruca seca que se pone a remojo antes de cocinarse.

La Navidad al estilo sueco para por el ‘Julbord’. Foto: Carolina Romare | Visit Sweden.

Del pollo frito a las ‘fortunas’ en Japón

La época navideña en Japón se celebra de una forma especialmente tradicional. Todo diciembre (Shiwasu) se orienta a preparar la llegada del nuevo año, con costumbres que, en el plano gastronómico, incluyen la cena en torno a un cubo de pollo frito de la cadena de comida rápida estadounidense KFC, una costumbre moderna pero muy arraigada.

De hecho, hace ya meses que estos establecimientos aceptan reservas de take away para esas fechas, en las que se venden miles de menús, a raíz de una de las campañas de marketing más exitosas de la historia.

El Año Nuevo por su parte, viene de la mano de costumbres y platos más tradicionales. Es el caso del omisoka, la celebración del día 31, donde se cena toshikoshi-soba, los fideos de las campanadas, relacionados con una vida longeva, y que deben terminarse antes de que los templos budistas hagan sonar 108 veces sus campanas a las 12 de la noche.

O-sechi. Foto: Turismo de Japón.

Además, el primer día del año no falta en las mesas japonesas el o-sechi ryori, diferentes ‘cosechas o fortunas’ del mar, de la montaña y del campo, dispuestos en bandejitas, cada uno con su propio significado y donde los langostinos propician una vida larga y las castañas amarillas desean prosperidad económica.

Pavo y tamales en México

Muchos consideran el pavo relleno al horno el plato estrella de la Navidad en México, pero hay pocos hogares en los que no se sirvan también tamales (o, directamente, se organice una tamalada).

Con diferentes rellenos, e incluso dulces, los tamales se preparan al estilo de cada zona y hasta de cada familia.

Por ejemplo, los que se hacen al norte del país suelen ser más delgados y pequeños, mientras que los del sur son más grandes y contundentes. Destacan los de la región del Bajío, diferentes por su forma, o los de Oaxaca, que se envuelven en hoja de plátano, una masa más delgada y de la que se ponen más capas.

Tamales mexicano. Foto: Jorge Rodriguez | Pixabay.

Están, además, los tamales huastecos (de la región de Veracruz y la zona Huasteca), los tamales de cerdo con salsa de chiles secos (muy común en los estados del norte), o los más genéricos tamales de pollo y verduras.

Gourmetten en Países Bajos

Podríamos definirlo como la variante neerlandesa de la raclette suiza y tampoco es exactamente una comida, sino una forma de prepararla. Para cenar Gourmetten se necesita una parrilla o plancha en la que cada comensal deposita una especie de sartén pequeña donde se colocan individualmente porciones de lo que se quiere comer y se cocina al momento, mientras se comparte un buen rato (no es precisamente una comida rápida) con la familia o los amigos en torno a la mesa.

Gourmetten. Foto: Kattebelletje | Flickr.

En la mesa se disponen fuentes con carnes (ternera, pollo, pavo o cerdo), verduras, pan y salsas. Solo hay que dejarse llevar…

Tarta con nombre de bailarina en Nueva Zelanda

En lugares donde la Navidad se celebra en verano los platos tan contundentes como los que se acostumbra a tomar en el hemisferio norte no tienen tanto sentido. En Nueva Zelanda, lo más típico es servir pavo asado relleno con verdura o frutos secos, jamón glaseado o incluso preparar una barbacoa.

Lo más característico, sin embargo, es el postre: pavlova. Se trata de una tarta de merengue, crujiente por fuera y cremoso por dentro, cubierta de crema y adornada por fruta fresca (fresas, arándanos, cerezas y kiwi). Nueva Zelanda y Australia se disputan la propiedad de la receta que, en cualquier caso, está inspirada en la bailarina rusa Anna Pávlova.

La tarta pavlova no falta en las mesas neozelandesas en Navidad. Foto: Eugene Krasnaok | Unsplash.

Pan de Cristo en Grecia

En las mesas griegas es el cerdo y no el pavo el protagonista de las mesas navideñas, aunque entre los bocados típicos de estas fechas destacan el pan y los postres.

En el primer caso, el Christopsomo (o pan de Cristo) es una hogaza dulce que lleva pasas, nueces y especias como cardamomo y clavo. Otro de los clásicos es el melomakarona, unas galletas con sabor a canela, clavo y naranja que se sumergen en almíbar tras cocinarse para después cubrirse con nueces.

Christopsomo, el pan dulce de la Navidad griega. Foto: Wikimedia Commons.

Ghapama en Armenia

Suele reservarse para la comida del 7 de enero y tiene como protagonista un ingrediente tan humilde como la calabaza. De hecho, se prepara en el mismo fruto, una vez vaciado, y se cocina con arroz hervido, frutos secos, manzanas, albaricoques y pasas, entre otros. También se añade miel, canela molida y azúcar.

Ghapama. Foto: Wikimedia Commons.

Puto bumbong en Filipinas

La Navidad es una fiesta muy importante en Filipinas que, en el apartado gastronómico, se celebra con arroz y más arroz.

Así, entre las especialidades encontramos el bibingka, un pastel de arroz que se cocina en ollas de barro y se presenta envuelto en hojas de plátano, y el puto bumbong, un pastel también de arroz (en este caso elaborado con la variedad pirurutong, de tonalidad ligeramente morada).

Para prepararlos, se pone el arroz en agua salada, se deja secar y se vierte en tubos de bambú (bumbong) donde se cocinan al vapor para después servir cubierto con manteca o mantequilla y con coco rallado y mezclado con azúcar por encima.

Bibingka. Foto: Wikimedia Commons.

Flæskesteg en Dinamarca

La versión danesa del cerdo asado, siempre preparado con piel, es una de las especialidades nacionales y, de lejos, la más servida en la cena de la víspera de Navidad.

El flæskesteg se acompaña de patatas hervidas y patatas caramelizadas (brunede kartofler) muy típicas de estas fechas. También repollo rojo (rødkål) hervido en vino tinto o vinagre y al que se puede añadir manzana.

Flæskesteg. Foto: Lars Plougmann | Flickr.

Consoada en Portugal

La Nochebuena en Portugal se celebra en torno a la consoada, que no es un plano sino la cena en sentido amplio. Ahí se sirve, por supuesto, el pescado que más fama le ha dado a la cocina portuguesa, el bacalao.

En la versión preferida en la mayoría de los hogares, bacalhau com todos, se cocina con repollo, cebolla, zanahoria, patata, garbanzos, huevo y chorizo.

Otros lo preparan al horno, con patatas y cebolla, á brás, desmenuzado con patatas paja y mezclado con huevo revuelto.

De postre, no puede faltar el bolo-rei, parecido a nuestro roscón de reyes y relleno de fruta cristalizada o frutos secos, además de pasteles como las broas castelares y los tradicionales fritos como los filhós, los sonhos y las rabanadas.

a.
Ahora en portada