Ocho maravillas de la gastronomía de Asturias que hay que probar sí o sí
El queso Cabrales, la fabada, el chosco de Tineo, el vino de Cangas y el embutido de jabalí son algunas joyas de la cocina que solo se pueden encontrar en Asturias
Tabla de quesos asturianos. Foto Javier Lastras – Flickr
En las próximas semanas, en que las temperaturas bajan y dan ganas de realizar tours gastronómicos más que ir a la playa, los restaurantes, mercados y tiendas de Asturias se cuelan entre los puntos turísticos de la temporada.
Sus puertos aportan pescados y mariscos de gran calidad, las granjas en las laderas de las montañas producen vegetales y embutidos para aplaudir. Y sin olvidar sus quesos, patés y bebidas. Vamos a descubrir algunos de los alimentos asturianos que no podemos dejar de probar.
Queso de Cabrales
Este queso azul, que tiene una DOP propia, es uno de los mejores exponentes de la gastronomía local.
Su historia se vincula con pueblos como Bulnes, Sotres o Tielve, donde se encuentran las húmedas cuevas en los Picos de Europa.
Allí este queso reposa cuatro meses tras haber adquirido el hongo penicillium.
De hecho el Cabrales es, junto al también asturiano Gamonéu, de los pocos quesos del mundo que madura en cuevas.
La fabada
Pocos alimentos tienen tanta relación con su tierra como la fabada con Asturias. Si bien hay pocas referencias sobre su origen, su evolución trazó un fuerte vínculo con los productos de la tierra como es la carne de cerdo.
Pocos alimentos tienen tanta relación con su tierra como la fabada con Asturias
Las excelentes alubias blancas, o sea las fabes, se acompañan de costilla, tocino, chorizo y morcilla; en un lento proceso de cocción que dura de cinco a ocho horas.
Una frase popular dice que la fabada sabe mejor al día siguiente de su preparación, por lo que no es mala idea dejarlo resposar 24 horas para comprobar cómo cambia su gusto.
Chosco de Tineo
Este embutido de Asturias es único en el mundo. Se elabora en la franja oeste de la comunidad autónoma, donde los ejemplares de cerdo se crían entre robles y castaños.
Es un embutido crudo-curado, ahumado en ciego de cerdo, en el que se usan cortes de este animal como cabecera de lomo y la lengua.
Se lo adoba con pimentón y ajo, y cuando sale a la venta se presenta en una forma redondeada porque está recubierto de la tripa de cerdo, con color rojizo y un sabor agridulce con aroma ahumado suave.
Embutido de jabalí
Uno de los mejores productos artesanales de los animales de caza, donde la preparación de Asturias es inigualable.
Los más populares son el salchichón y el chorizo de jabalí, donde se aprecia su sabor recio y casi sin grasa.
Generalmente el chorizo es ahumado con leña de roble, en un proceso lento que le da su sabor característico.
Sidras
Con el País Vasco (más bien, con las regiones al sur de San Sebastián) Asturias compite por la capitalidad de la sidra.
En Asturias se ha impuesto el culto a la sidra de hielo, que se sirve muy fría en vasos pequeños
En estas tierras hay varias variedades de esta bebida: está la sidra natural tradicional, de color amarillo pajizo con tonos verdosos y dorados; la natural filtrada que es recomendada para acompañar ostras, anchoas y carnes curadas; la natural espumosa donde su gas proviene de la fermentación natural del mosto en botella o en depósito.
Con mucho éxito también ha surgido la sidra de hielo, que se sirve muy fría en un vasito pequeño (como los del vino moscatel) y que se usa para acompañar patés, postres y quesos.
Este producto, que se ha importado de Canadá, reposa dos años en barricas de roble y llega a una graduación alcohólica de nueve grados.
Paté de oricios
El erizo de mar es una criatura que complica la vida a quien quiera probar su interior: sus pinchos son un fastidio para sus buscadores.
Una manera de disfrutarlo sin tantas preocupaciones es el paté de oricios, elaborados de forma artesanal con huevas de erizo sin aditivos ni conservantes, y que dejan una traza de sabor de mar.
Anchoas
En primavera desde los puertos asturianos zarpan los barcos que cada día traen kilos y kilos de anchoas que, tras ser procesadas, se convierten en una de las conservas de peces más apreciadas.
La época ideal para su captura es en mayo, época en que los niveles de grasa de este pescado azul están bajo mínimos, y su fase de reproducción los lleva a presentar su aroma, textura y sabor que lo hace inconfundible.
Tras una curación de uno a dos años en aceite de oliva, están listos para ser consumidos.
Vino de Cangas
Los orígenes de este vino se remontan al siglo IX, impulsado por los conventos que surgieron en los valles asturianos.
Pero el primer impulso llegaría dos siglos más tarde, con la creación del monasterio de San Juan de Courias, que afianzaría la tradición enológica en la región suroccidental de Asturias.
El vino de Cangas tiene la única DOP de tintos y blancos en Asturias
Tras siglos de producción artesanal, y a pesar de los impactos recibidos por diversas plagas, el vino de Cangas se ha consolidado en el siglo XX.
Su producción se realiza en terrenos con fuerte pendiente en los valles de los ríos Navia y Narcea, a cargo de bodegas familiares de tamaño pequeño.
Las uvas carrasquín, verdejo negro, albarín negro y mencía producen tintos jóvenes, crianza, reserva y gran reserva; mientras que las albarín blanco, albillo, moscatel grano menudo, godello y blanca extra se usan para crear un blanco de gran calidad.
Su producción está controlada por el sello DOP Cangas, que garantiza su calidad.
Juan Pedro Chuet-Missé es redactor de Cerodosbé/Tendencias desde 2017, y del Grupo Economía Digital desde 2015. Especialista en destinos fuera de lo común, cultura, estilo de vida, viajes y todas aquellas historias que vale la pena contar.
