De chiringuitos por las playas de Murcia  

De La Manga a Águilas pasando por Cabo de Palos, Mazarrón y la Cala de Calnegre, trazamos una ruta de los mejores chiringuitos para disfrutar de las playas de Murcia

Chiringuito La Mestiza en Murcia

Ruta por los mejores chiringuitos de Murcia. Foto: La Mestiza.

Con impresionantes playas en dos mares, el Mediterráneo y el Menor, y hasta 300 días de sol año, no es de extrañar que el litoral de Murcia sea conocido como la Costa Cálida o, lo que es lo mismo, un destino ideal de vacaciones.

A sus arenales para todos los gustos, desde los más salvajes a los recomendados para ir con niños o para practicar deportes acuáticos, hay que sumar los siempre agradecidos chiringuitos donde tomar el aperitivo, comer los mejores pescados o encargar un arroz.

De San Javier y La Manga a Águilas, pasando por Cabo de Palos, Cartagena, Mazarrón y Calnegre, esta es la ruta de los mejores chiringuitos de Murcia.

Chiringuito Escuela de Pieter.
Foto: Escuela de Pieter.

Chiringuito El Líos, Cala de Calnegre (Lorca)

Dentro del Parque Regional Puntas de Calnegre encontramos 17 km de costa con increíbles playas y calas de arena dorada, cantos o bolos donde relajarse al sol. Entre ellas, Cala de Calnegre, perteneciente a la localidad de Lorca y distinguida con Bandera Azul.

Entre sus más agradables sorpresas, el Chiringuito El Líos, que une a su ubicación ideal y su programación de música en directo y DJs una buena propuesta gastronómica en la que sobresalen los arroces ‘de la Sole’ y las brasas (no te pierdas el gallopedro).

Arroz en el chiringuito Líos, en Murcia.
El arroz de la sole es un ‘must’ en El Líos. Foto: Chiringuito El Líos.

Para abrir boca, excelentes marineras (tapa con ensaladilla y anchoa acompañadas por un par de colines), croquetas de vaca vieja, torreznos o gambas al ajillo. También entre los puntos fuertes, el pulpo roquero.

El Faro de Puntas, Lorca

También perteneciente a Lorca, en Puntas del Calnegre, una de esas zonas del litoral murciano que sigue manteniendo el ambiente de pueblo costero, el Faro de Puntas (Carretera de Canalegre, s/n), es un bar familiar con terraza en la orilla de la playa donde, literalmente, puedes tener los pies en la arena mientras te relajas y disfrutas con su gastronomía.

Ellos mismos producen sus propios tomates, lechugas y otras verduras de temporada, con las que aderezan sus platos. Entre las especialidades, arroz de pulpo y asado de pulpo, caldero, mejillones a la plancha, marineras, frituras y salmuelas.

Foto: Bar El Faro de Puntas.

Deskaro, Cartagena

En la playa de La Azohía, en Cartagena, el chiringuito Deskaro (Botavara, 9) recibe con una enorme terraza con espectaculares vistas al mar donde ofrece productos locales cocinados con técnicas de todo el mundo.

La carta, no en vano, muestra el bagaje y la experiencia de su chef, Mariam Porras, topógrafa de profesión que tuvo que viajar hasta Australia para darse cuenta de que su futuro estaba en los fogones.

Con lo aprendido en sus viajes, articula una cocina fusión que se nutre de pescados locales y que cuenta con platos como el rollito de gamba chillie dulce, el tartar de atún con crema de aguacate y alga wakame con pepino,el pan nam de panceta y anguila, el nuoc cham de cintas de calamar nacional, shitake y lombarda salteada o el pulpo zarandeado al pastor con brotes de soja.

Foto: Restaurante Deskaro.

Alviento, Cartagena

Justo enfrente del puerto de Cartagena, el Espacio Alviento ofrece desde una heladería artesanal a una cervecería, un restaurante y una discoteca.

Si te decides por su chiringuito pueden disfrutar de un salmorejo con tomate confitado o una deliciosa fideuá y después, subir a la azotea para tomar una copa sintiendo en la cara la brisa del mar mientras escuchas buena música.

Terraza Alviento.
Foto: Espacio Alviento.

Collados Beach, La Manga

Casi al final de La Manga, en el km 18 de esta lengua de arena y bañado por el Mediterráneo, se abre un refugio de formas redondeadas como dunas y tonalidades blancas, un lugar rompedor cuando fue diseñado por el arquitecto Fernando Garrido -recibió el calificativo de el ‘ovni de la Manga’- que hoy es un oasis llamado Collados Beach.

Perfectamente integrado en su entorno con sus formas suaves y curvadas que emergen entre palmeras, el complejo ofrece pasar el día entre la playa y las piscinas con una oferta hotelera de altura, un restaurante en el que destaca una terraza con vistas al mar.

Collados Beach
Foto: Collados Beach.

Cuenta con hasta 3 cartas para sus diferentes espacios –sushi, beach bar y mediterránea– y platos como los huevos revueltos con foie y trufa de la Sagra, el calamar a la salsa de curry verde, la lubina a la bearnesa o al corte sobre quinoa tostada, crema de coliflor y romesco y los arroces secos y melosos, como el caldero del Mar Menor.

Detrás del complejo, por cierto, están los fundadores del hotel Collados de la Sagra, otro oasis, en este caso en Puebla de Don Fabrique, en la cordillera Subbética, al norte de la provincia de Granada.

Chiringuito Collados Beach en La Manga.
Foto: Collados Beach.

Escuela de Pieter, La Manga

A orillas del mar Menor, en La Manga, el restaurante Escuela de Pieter ofrece tres ambientes diferentes para disfrutar de la cocina mediterránea: un espacio interior, una terraza a pie de playa rodeada de palmeras y las propias hamacas en la orilla.

Con el Mediterráneo como cultura e inspiración, el holandés Pieter Van Driel lleva desde 1975 regentando este espacio donde hay que pedir caldero, pulpo y rodaballo al horno. Los fines de semana organizan suculentas barbacoas.

Un caldero a orillas del mar. Foto: Escuela de Pieter.

La Mestiza, La Manga

José Cremades nos lleva de viaje por el mundo en La Mestiza, en un espacio apto para pasar todo el día gracias a los diferentes ambientes y rincones con los que cuenta.

La Mestiza, en La Manga (Polígono Dos Mares, Parcela 37), es, como indica su nombre, un mestizaje de culturas, el blues, las coplas, los boleros y las rancheras.

También mestizaje en el apartado gastronómico -hasta el punto de lograr platos que llegan a fusionar lo imposible- que tomar forma en propuestas como el arroz crujiente con steak de tomate seco y amontillado, el niguiri de boquerón al ajillo, las empanadillas de rabo guisado, las samoas de gallina en pepitoria o el brioche savarín de cordero, yogurt, menta y ras el hanout.

La Mestiza en La Manga.
Foto: La Mestiza.

Mención especial merecen sus ostras y ceviches, así como sus arroces (negro, del senyoret, de la huerta o caldero con carpaccio de gamba y huevas de salmón) y brasas.

Ajo y Agua, Cabo de Palos

Autoerigido en ‘La Mancha del Mediterráneo’, Ajo y Agua (Ctra. Cabo de Palos, 2) lleva a la costa murciana la contundencia de los platos manchegos que fusiona con la frescura de la cocina mediterránea y con el producto de la huerta local.

El cocinero David López, del restaurante Local de Ensayo, desembarca en Cabo de Palos con esta terraza donde hay que pedir platos tan refrescantes como el gazpacho marinero con gamba roja, el carpaccio de bacalao desalado con tomate natural y vinagreta ahumada de hierbas y piparras, el canelón vago de morcilla de verano y yema cuajada con camarones fritos y picantes o el crujiente de atascaburras manchego con mahonesa de nueces de Nerpio.

Bonito de almadraba de la Azohía. Foto: Ajo y Agua.

El Mosqui, Cabo de Palos

‘De la mar, el mero y del mosqui al Caldero’ sigue siendo el lema de El Mosqui (Carretera Subida al Faro, 50), abierto hace décadas por el pescador José de la Orden.

Sin desmerecer los suculentos recuerdos que tal eslógan despierta, el joven chef Sergio de la Orden ha transformado el chiringuito en uno de los buques insignia de la gastronomía murciana, con platos como el ceviche de quisquilla con lima, tartar con hoja de agua en mejillón o canelón de bogavante.

Foto: Restaurante El Mosqui.

Bocana de Palos, Cabo de Palos

En el corazón del puerto de Cabo de Palos, elevado sobre veleros, lanchas y barquitos de pescadores nos espera Bocana de Palos con sus dos terrazas en primera línea del paseo marítimo, además de salones interiores en dos plantas.

Su oferta gastronómica, con Rubén Dávalos al frente, se centra en la cocina tradicional con toques innovadores, pero siempre cimentada en el género fresco y de máxima calidad, con platos como el pulpo frito, la mojama con almendras o la parpatana de atún rojo Balfegó. También arroces y una selección de propuestas vegetarianas.

Curry rojo. Foto: Bocana de Palos.

Bangalore, Mazarrón

Al suroeste de Mazarrón, en la playa de la Bahía, encontramos desde 2007 el refugio perfecto para descansar de sol y entregarnos al placer de la cerveza fresquita, los arroces marineros y los pescados frescos: Bangalore.

Con una despensa que se nutre del Puerto de Mazarrón, este oasis gastronómico cuenta con platos como marineras, caballitos, chirretes, huevas de mújol, pulpo, calamares o boquerones mazarroneros fritos.

Foto: Bangalore.

La Tortuga Mora, Águilas

Rozando el agua de la playa Calabardina, pedanía del municipio de Águilas, La Tortuga Mora (Camino del Sombrerico, s/n) es un pequeño paraíso entre olas, cactus y brasas.

Precisamente brasas y horno de leña son los símbolos de este chiringuito, que también ofrece música en directo y un gran ambiente para tomar una copa.

Foto: Chiringuito Tortuga Mora.

Entre los platos más recomendables, sardinas a la brasa, lubina asada, costillar, alcachofas fritas con salsa de alcaparras y anchoas, y pata de pulpo al horno de leña.

a.
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