Familia Torres presenta sus vinos más prémium en Barcelona

Miguel Torres Maczassek, director general de Torres, explica las iniciativas más recientes en sostenibilidad y recuperación de variedades desaparecidas

El restaurante Enoteca de Paco Pérez en el Hotel Arts de Barcelona puso la escenografía y la exquisitez en el maridaje de presentación y cata de la última añada de los mejores vinos de Familia Torres, los más exclusivos y, al tiempo, los más prestigiosos de la bodega, que constituyen la línea especial Antología Miguel TorresMilmanda, Mas la Plana, Reserva Real, Gran MurallasPerpetual

Es la primera vez que Torres presenta sus vinos más exclusivos en Barcelona y a consumidores cercanos, puesto que normalmente recorre Europa y el resto de continentes para presentar las nuevas añadas de sus mejores vinos, dado que la bodega exporta el 70% de su producción total (y, en el caso de estos cinco vinos prémium, la proporción es superior).

Los vinos más prémium de Torres

Miguel Torres Maczassek y el director técnico de enología Josep Sabarich Casas dirigieron una cata didáctica y audiovisual con infografías de los cinco vinos de Antología Miguel Torres desgranando la historia de cada finca (la familia se remonta como viticultora a 1577), la climatología, los tipos de suelos y la elaboración, además de las características técnicas de los vinos de esta añada, ensamblando cada vino con un curioso anecdotario.

Milmanda es un blanco monovarietal de chardonnay de la DO Conca de Barberà que se produce junto al castillo de Milmanda y que se sirvió en la cena histórica entre Barack Obama y Raúl Castro en La Habana, hace dos años. 

Milmanda perteneció al Monasterio de Poblet y es por eso que Miguel A. Torres (cuarta generación de la familia) decidió plantar esta variedad francesa en recuerdo de los monjes del Císter originarios de Citeaux. El vino «Milmanda» alcanzó el tercer puesto mundial en la degustación a ciegas de chardonnay de 1989.

Infografía 1: Torres

Torres Maczassek, quinta generación, siguió con Mas La Plana, parcela creada en 1970 y cuyo vino del mismo nombre, 100% cabernet sauvignon (junto al de Jean Leon, una de los más antiguos plantados en España, 1965), se produce en 29 hectáreas de viña alrededor de la casa solariega de la familia.

Este vino procede de un proyecto personal de Miguel A. Torres, que nació como Gran Coronas Reserva Etiqueta Negra. La anécdota, explica Torres Maczassek, «es que cuando mi padre se lo dio a probar a mi abuelo, él le dijo que era un vino malísimo».

En 1979 y con el apoyo de su madre, Miguel A. Torres presentó este vino a la Olimpiada del Vino de París obteniendo el primer premio por encima de los mejores vinos. Un vino del Penedès de 29 francos se impuso a un Chateau-Latour 1970, que costaba 150 francos. Torres comentó riendo: «Recordar esta historia me funciona muy bien cuando propongo los nuevos proyectos a mi padre».

Infografía 2: Torres

Torres pasó a dirigir la cata del Reserva Real, cabernet sauvignon, merlot y cabernet franc, un vino procedente de la finca Les Arnes que tiene la particularidad de ser la única de la DO Penedès, plantada con viñas, sobre un suelo de pizarras con lo que se incrementa la intensidad del vino.

Del reserva Real se hace una producción muy limitada, pues las viñas se extienden sólo 4 hectáreas. Este vino pasó a convertirse rápidamente en un vino muy exclusivo.

Infografía 3: Torres

El Grans Muralles DO Conca de Barberà utiliza variedades propias como garnacha, cariñena y monastrell para hacer un gran vino prémium, pero lo más interesante es que también se compone de querol y garró, dos tipos de uvas autóctonas anteriores a la filoxera y desaparecidas y que la Familia Torres recuperó en un proceso en el que está trabajando desde hace 30 años. 

Se trata de una apuesta de recuperación científica de cientos de variedades que va más allá de la arqueología vitivinícola y del utilitarismo productivo y entra de lleno en el cambio climático y en una mejor adaptación de los vinos a la caída del carbono.

Infografía 4: Torres

La querol y la garró se utilizan en este vino, según Josep Sabarich «para redondear». Y sigue: «La querol tiene una fuerte personalidad, tamaño, color intenso y mucho de carácter» y «hay que vigilar para que no salga un vino excesivamente alcohólico».

Y finalmente se presentó un gran Priorat, el Perpetual. En los años 90 la Familia Torres compró parcelas en El Lloar y en Porrera para plantar viñas, aunque las que se utilizan para hacer este vino están repartidas por la DOQ (Bellmunt, El Molar, Porrera y Torroja) y no son de propiedad porque se buscaba trabajar con cepas de cariñena y granacha con más más de 75 años, para conseguir «llevar la esencia del Priorat y de su tierra».

Infografía 5: Torres

Otras novedades de Familia Torres

Durante el resto del evento, Torres Maczassek siguió hablando de variedades recuperadas, como La Forcada, que también se pudo catar, y de un proyecto que no sólo permite recuperar el patrimonio vinícola sino que puede convertirse en una solución de futuro ante el cambio climático por la capacidad de adaptación a las altas temperaturas de las variedades recuperadas.

También se habló de cómo la Familia Torres contribuye a a minimizar los efectos del calentamiento global reduciendo más de un 28% de las emisiones de CO2 gracias a la utilización de energías renovables, vehículos sostenibles e iniciativas tan potentes como la inauguración de la placa fotovoltaica de auto consumo, de cerca de medio millón de euros, que hasta hace muy poco carecía de permisos por trabas gubernamentales.

Desde la puesta en marcha de su programa en el 2008, Bodegas Torres ha invertido más de 12 millones de euros en actuaciones relacionadas con la lucha contra el cambio climático.

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