Familia Torres hace balance de la vendimia

Familia Torres, la "marca de vinos más admirada del mundo", presenta unas conclusiones optimistas y expectativas de gran calidad en la cosecha del 2018

La Familia Torres acaba de hacer público su informe anual sobre la vendimia 2018. Lo que lo hace relevante en esta edición, al margen de los buenos resultados obtenidos, es por la existencia de múltiples factores que han marcado este curso vitivinícola para la centenaria bodega familiar del Penedès, de entre los que destacamos cuatro.

Los resultados de 2018 para Familia Torres

El primer factor a poner en relieve es la gran cantidad de Denominaciones de Origen (nueve) en las que trabaja actualmente la marca, D.O. tan diversas que los resultados de las vendimias se convierten en un mosaico de conclusiones, tan heterogéneas como diferentes son las tipologías de sus vinos.

Cabe recordar que la primera incursión de la marca fuera de Cataluña fue la Ribera del Duero en 2005. Se empezó a trabajar en La Rioja en 2006, aunque la Finca La Carbonera, el proyecto más reciente, fue comprada hasta 2017.

Infografía 1: Familia Torres 2018

El segundo factor es el buen arraigo de las variedades recuperadas y en las que la Familia Torres lleva muchos años y mucho dinero invertido para conseguir su reintroducción en la viticultura tradicional. 

Esta reintroducción ahora mismo ya es un hecho en vinos de altísima calidad como la pirene, la moneu y la querol, que participa en el cupage de un vino prémium excepcional como es Grans Muralles.

El tercer factor es la inauguración de dos nuevas bodegas con nuevos sistemas de vinificación como son Purgatori en la subzona Garrigues, y Pazo Torre Penelas en las Rías Baixas.

Habría que sumar en este capítulo de grandes proyectos el que también se ha iniciado en La Carbonera, en la Rioja, sin perder de vista los enormes esfuerzos realizados en el estudio del cambio climático y el arraigo de las viñas, el I+D del vino, y la ecología y la sostenibilidad, que convergen en los premios anuales que concede a Familia Torres.

La marca de vinos más admirada del mundo

El cuarto factor y posiblemente consecuencia de todo lo anterior consiste en que, recientemente, la Familia Torres se ha erigido nuevamente como la «marca de vinos más admirada del mundo» por los profesionales del sector, cosa nada fácil, como publica la revista británica de referencia Drinks International.

La centenaria bodega familiar del Penedès recupera la primera posición de este ranking anual de las 50 más grandes marcas, que ya ocupó en otras dos ocasiones, siendo la única bodega española y europea que lo ha liderado.

En las siete ediciones de este ránking realizadas hasta la fecha, Torres se ha mantenido siempre a la cabeza de las bodegas europeas y fluctuando entre la primera y segunda posición mundial. Torres es también la única bodega española que figura en el top-ten de este ranking.

Infografía 2: Familia Torres 2018

Como conclusión las palabras de Miguel Torres, quinta generación, que resumen globalmente una vendimia heterogénea cargada de novedades pero con margen al optimismo sobre la calidad de los nuevos vinos que están surgiendo de esta campaña.

«El 18 de octubre dábamos por finalizada la campaña 2018 en Cataluña, que habíamos iniciado como es habitual a finales de agosto, dos semanas más tarde que el año pasado. Ha sido, en general, una buena vendimia que se ha visto beneficiada por la meteorología, con temperaturas moderadas y buenas reservas hídricas», escribió Torres.

«Podemos decir que hemos dejado atrás la sequía que nos ha azotado los últimos años pero, en cambio, hemos tenido que hacer grandes esfuerzos para preservar el estado sanitario de las uvas que las abundantes lluvias podrían haber comprometido.

«Hemos empezado la vendimia de manera lenta y progresiva, y hemos acelerado el ritmo en la segunda mitad para asegurar que la uva se mantenía sana, seleccionándola cuidadosamente tanto en el viñedo como en la bodega», agregó.

Infografía 3: Familia Torres 2018

Las declaraciones de Torres prosiguen: «El incremento de temperaturas diurnas de la última semana de septiembre y primera de octubre ha favorecido la maduración de los tintos y ha limitado el desarrollo de botrytis. Al haber tenido un tiempo más fresco de lo habitual, los vinos blancos de esta añada serán más frescos que los de 2017, mientras que los tintos los esperamos frutales, limpios y con carácter».

a.
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