El renacimiento de Vilajuïga, el agua ‘con puntos de gas’

Víctor Grifols rescata el agua misteriosa y mágica que emana del Cap de Creus

El agua de Vilajuïga entra en la botella tal y como mana del pozo. Sin aditivos. 100% natural. Misteriosa y mágica. Con unos puntos de gas. Tiene un sabor único, no sacia, es ligera, fresca, mineralizada y no se impone a los demás sabores al limpiar el paladar con su fino carbónico de 0,84 gramos de gas por litro de agua.

Unos puntos de gas que le otorgan una burbuja de aguja, es un agua muy rica en litio, calcio, sodio, magnesio y está considerada oficialmente minero-medicinal desde 1904. 

Unos puntos de gas le otorgan una burbuja de aguja a esta agua rica en litio, calcio y considerada medicinal

Vilajuïga es el nombre del agua gastronómica que ha sido presentada en sociedad tras una operación de renacimiento llevada a cabo por la iniciativa de Víctor Grifols durante dos años. Es una de las pocas aguas del mundo que posee un carbónico fino de aguja totalmente natural y es la única del mundo que se envasa directamente del pozo de dónde emana.

A pesar de ser escasa en volumen, es tan especial y tan gastronómica al mismo tiempo, que es un referente para grandes cocineros y sumilleres, por su sabor virtuoso para cualquier preparación gastronómica.

El agua de Vilajuïga es un misterio. Infografía: Jordi CatalàEl agua de Vilajuïga contiene gas natural y nace en el manantial de un pequeño pueblo del norte de la província de Girona. Infografía: Jordi Català

Ferran Adrià la utilizó para el Bulli y actualmente, junto a Ferran Centelles, el gran sumiller, son sus grandes avaladores. Pero este agua compleja y excelente –que era también la preferida de Salvador Dalí, que la tenía como agua de cabecera, y Josep Pla, entre muchos otros– también conquistó un lugar importante junto a los fogones de los hermanos Roca del Celler de Can Roca. Otros ilustres del mundo gastronómico que avalan esta agua son: Xavier Sagristà, Jaume Subirós, Oriol Castro, Eduard Xatruch, Mateu Casañas, Paco Pérez o los Hermanos Torres.

Vilajuïga es un bien muy escaso que se puede encontrar en cerca de 1.500 tiendas muy especiales, tiendas gourmet y gastronómicas y cómo no, grandes restaurantes. Dentro de este renacimiento, la casa pretende aliarse con los chefs más importantes para efatizar su vínculo con el territorio que la rodea y de donde procede (las aguas se forman en la vecina Sierra de Verdera) y su valor gastronómico.

VILAJUIGA CRONOLOGIA

De hecho, durante su historia, Vilajuïga ha tenido grandes admiradores y fieles seguidores, como el propio Dalí como se puede ver en una de las fotos del interesante museo del recinto de Vilajuïga.

El crecimiento de una pequeña empresa de un pueblo pequeño

El agua de Vilajuïga se puede obtener a partir de cuatro pozos: Grifols, Nou, Escaire y Margineda. En el pueblo del mismo nombre, muy cerca del cabo de Creus y de su parque natural, así como de la población de Roses, en la Costa Brava.

Aunque siempre estuvo allí y era utilizada desde siempre por los habitantes del pueblo, el agua de Vilajuïga acaba de cumplir 115 años como empresa embotelladora con una declaración de utilidad pública minero-medicinal desde el 1904.

La empresa inició su andadura con una vocación de balneario que acabó frustrándose por disensiones entre sus socios, pero no pasó lo mismo con su expansión y su valoración internacionales, pues se podía beber hasta en Buenos Aires, al tiempo que era servida en los coches-restaurante de lujo de los trenes de la SNCF y de Wagons Lits.

Vilajuïga se convertía también en sponsor de carreras de bólidos y apadrinaba La Volta, mientras el recinto embotellador acogía el peregrinaje de todo tipo de personas que iban a tomar las aguas por sus cualidades curativas.

Renacimiento de Vilajuïga, una historia sentimental y racional

La firma ampurdanesa, renace ahora a partir de la iniciativa de Víctor Grifols –el conocido empresario farmacéutico– en una acción que surge de una voluntad sentimental, casi filantrópica, pero también racional, alejada de un negocio que este agua tan escasa no puede proporcionar.

Esta es una historia prácticamente de mecenazgo que se inicia cuando Grífols ve en el 2017, en un reportaje televisivo, como se cierra la planta de Vilajuïga y toma la determinación de hacerse con esta marca centenaria para impulsar su resurrección.

Se decide que el estreno de esta nueva etapa comportará una nueva imagen, moderna y al tiempo delicada, en dónde se presta mucha atención al diseño y a la excelencia de contenidos visuales y también construir o restaurar las instalaciones con la tecnología más avanzada, con la voluntad de convertir a Vilajuïga en el agua gastronómica por excelencia.

El arte y el diseño han estado muy presentes en el relanzamiento de la marca. Infografía: Jordi CatalàEl arte y el diseño han estado muy presentes en el relanzamiento de la marca. Infografía: Jordi Català

Todo ello de la mano de una de las empresas farmacéuticas más importantes del mundo, Grífols. Quizás en el subconsciente del empresario ha tenido que ver las cualidades curativas de este agua –avaladas en documento público–. O el hecho de que el agua de Vilajuïga se expendía en farmacias, y servía (y sirve) ideal para el tratamiento de la diabetes, la gota, el agotamiento, la artritis, el reuma, los riñones, el hígado, el bazo, el páncreas y las enfermedades de la piel.

De izquierda a derecha: Raimon Grifols, Víctor Grifols Deu, Jordi Roca, Joan Fornós, Francesc Xavier Llorente i Víctor Grifols Roura en las instalaciones durante la inauguración. Foto: Agua de Vilajuïga
De izquierda a derecha: Raimon Grifols, Víctor Grifols Deu, Jordi Roca, Joan Fornós, Francesc Xavier Llorente y Víctor Grifols Roura en las instalaciones durante la inauguración. Foto: Agua de Vilajuïga

En el programa de la nueva empresa, Grifols ha tenido muy en cuenta la responsabilidad y el compromiso con la sostenibilidad de los acuíferos, el objetivo del agua de Vilajuïga es alcanzar los 2 millones de litros anuales, muy por debajo de su capacidad máxima de producción, estimada hoy en 10 millones de litros. 

El regreso: impacto social, cultural y gastronómico

Aunque la nueva etapa lleva meses en funcionamiento, fue la pasada semana, cuando Joan Fornós, director general del Agua Vilajuïga, y Víctor Grifols, consejero delegado de la multinacional Grifols, han presentado el renovado recinto de Vilajuïga –que ha recuperado los trabajadores de la antigua empresa cerrada–. 

La empresa se compone de la nueva planta de elaboración, el almacén, la vieja masía convertida en museo (Casa Sr. Ramon), las oficinas, los pozos (de hasta 72 metros) y la balsa, una construcción inspirada en el fluir del agua, que juega con las formas onduladas y que en su espectacular subterráneo circular, el Espai Misteri, planea acoger eventos, actos, espectáculos, etc. 

La empresa cuenta con un subterráneo circular, el Espai Misteri, que planea acoger eventos y actos

Ha sido precisamente en el Espai Misteri, donde se ha repasado la historia antigua y más reciente de las aguas. «Desde que emprendimos este proyecto, hemos visto como iba creciendo su impacto social de una manera natural. Estamos seguros que continuará avanzando, siempre de una manera respetuosa con la zona, la comarca y la gente», ha dicho Víctor Grifols Diez. 

A la inauguración han asistido el presidente y los consejeros delegados de Grifols junto a Miquel Noguer, presidente de la Diputación de Girona; Jaume Fàbrega, presidente de la Cámara de Comercio de Girona; Agnès Lladó, alcaldesa de Higueras, y Francesc Xavier Llorente Cabratosa, alcalde de Vilajuïga, entre otras autoridades y junto a ellos, Jordi Roca. 

El restaurante Cocina Hermanos Torres en Barcelona. Foto: Agua de VilajuïgaEl restaurante Cocina Hermanos Torres en Barcelona. Foto: Agua de Vilajuïga

Agua singular y postre de Jordi Roca, una fusión de éxito

Jordi Roca, del Celler de Can Roca, reciente ganador de TheBest Chef Pastry Award, ha creado los primeros postres inspirados en el agua de Vilajuïga, como homenaje a su historia de 115 años y los ha presentado en el acto inaugural.

Estos postres están inspirados y tienen como origen el agua Vilajuïga con una base de fruta acuosa como hilo conductor. Se trata de una esfera de caramelo rellenada de varios shots. El interior contiene gotas de gelatina (formada en nitrógeno) de lichis, flor blanca (saúco, acacia, jazmín, según la temporada), una jalea de agua de Vilajuïga y melón, en su base, y sorbete de Vilajuïga con manzana verde.

La idea de la flor blanca es por el simbolismo de renacimiento de las aguas, como así también lo son el resto de los ingredientes del postre, porque el color blanco simboliza pureza y el agua lo es.

VILAJUIGA JORDI ROCA

Un agua de diseño

El arte la cultura y el diseño están presentes en Vilajuïga como lo estaban cuando la empresa, en el 1910, encargó su cartel publicitario a Leonetto Cappello, el primer publicista moderno de la historia. El nuevo ciclo del agua Vilajuïga cuenta también con un cartel representativo y original a cargo del artista y diseñador gráfico barcelonés Josep Pla-Narbona.

El branding, el packaging y en definitiva una nueva imagen elegante pero sencilla, como lo es el nuevo logotipo de la marca lo firma el estudio Mos inspirándose en un territorio como es el Empordà, tocado por la tramontana, con cantos rodados esculpidos por la lluvia y un terreno erosionado durante siglos por viento, lluvias y el Mediterráneo.

Una botella de agua antigua en el museo de la marca. Foto: Agua de Vilajuïga
Una botella de agua antigua en el museo de la marca. Foto: Agua de Vilajuïga

Todo ello ha motivado el diseño de la nueva botella de Vilajuïga, el envase que aloja esta agua con gas carbónico natural, es sencillo, franco, transparente, limpio y sostenible con un gramaje extra ligero y con un aspecto ondulado asimétrico que imita el relieve ampurdanés moldeado por la tramontana. pero que también puede recordar a un frasco de cristal como los que se vendían en las farmacias antaño. 

El diseño de la nueva botella es sencillo, franco, transparente, limpio y sostenible

El agua de Vilajuïga también mantiene su vinculación cultural con el territorio. Este año ha impulsado la exposición ‘El país de los cocineros’ en el Museo de l’Empordà de Figueres y es el agua oficial en el Festival Castell de Peralada, que también copatrocina, igual que lo hace con el Foro Gastronómico, que en esta edición se celebrará en Barcelona los próximos 17, 18 y 19 de noviembre. 

Precisamente, Joan Fornós, director general de Vilajuïga reveló la voluntad del agua mineral natural carbónica natural de Vilajuïga, de ser un nuevo motor cultural y sumar sus esfuerzos, en un eje de proximidad, a los del del Grup Peralada con su festival de verano y con lo que significarán sus nuevas bodegas, diseñadas por los Pritzker RCR, y con los de elBulliFoundation y su ya muy cercana reapertura, bajo un novísimo concepto cultural gastronómico. 

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