Los viñedos de Osona resucitan tras 150 años. Y es gracias a esta pareja de EEUU

Un matrimonio de estadounidenses invierte 15 millones de euros en una masía y logra elaborar excelentes tintos y blancos en una zona donde los viñedos habían desaparecido hacía siglo y medio

El chef Nandu Jubany dirigió la gastronomía de la presentación de Mas Clarella. En la foto junto a Teresa y Bard Call.  

Brad y Teresa Call llegaron a la comarca de Osona (provincia de Barcelona) en 2012 desde Francia. Venían de Francia en búsqueda de una residencia para vivir en Europa, y el hecho que él hablara castellano (además de la insistencia de un amigo español) les llevó a probar suerte en estas montañas boscosas al norte de Vic.

Según detalla Brad la pareja buscaba “una casa en un bosque no lejos de Barcelona” y descubrieron que les “encantaba esta zona”.

La búsqueda de un sueño los lleva a Osona

Aunque les mostraron diferentes masías, Brad y Teresa Call se enamoraron al instante de Mas Clarella y decidieron comprarla.

Inmediatamente surgió un deseo: plantar una viña y convertir parte de la masía en una bodega. 

Infografías de Jordi Català

Ni bien Brad y Teresa Call se instalaron en Mas Clarella, una finca de 26 hectáreas, decidieron plantar una viña y crear una bodega

De las cerca de 26 hectáreas de la propiedad, en un principio se destinarían cinco a las viñas (equivalentes a cinco campos de fútbol).

Las 20 restantes se repartían entre campos de cultivo, pastos, jardines y un bosque de hayas. El total de metros cuadrados edificados del recinto ascendía a 5.275, de los que unos 3.000 correspondían a la majestuosa masía central.

Infografías de Jordi Català

La masía más señorial

Mas Clarella, situada entre Santa Maria de Besora y Vidrà, a 20 kilómetros de Vic, es una de las masías más señoriales de Osona.

Y sobre todo después las intervenciones y la inversión de más de 15 millones de euros llevadas a cabo por Brad Call.

La espectacularidad y el nivel paisajístico hacen que la masía y su conjunto se suba a las nubes. Sin duda nos encontramos ante una versión de château vitivinícola de montaña, de entre los más singulares del sur de Europa, que lo convierten en un especial destino enoturístico.

Un escenario con más de 1.000 años

La masía de Mas Clarella tiene más de mil años de historia, pero su aspecto actual procede de 1657, además de cambiar por sucesivas ampliaciones y mejoras a lo largo de los años.

En el 1245 aparece ya documentado un tal Arnau de Pujalons que da el primer nombre a la finca. A mediados del siglo XVI, una pubilla (heredera) Pujalons se casa con Pere Clarella, de una estirpe originaria de Italia, y en poco tiempo cambia el nombre del lugar.

Mas Clarella 

Las actuaciones arquitectónicas más importantes datan del 1846 en la casa principal, la capilla se levanta en el 1892, y una casa de aparceros en el 1898. La familia se extinguió en los años 60.

Una bodega nacida de la casualidad

La viticultura en este lugar es un proyecto que, como su impulsor explica, “nació de la casualidad” pero con una pátina romántica y filantrópica excepcional.

Se trataba de ser audaces y elaborar vinos en una comarca como Osona, en donde no había vides desde la filoxera (si exceptuamos dos hectáreas en llanura, en Vila-Raída, Taradell).

En Osona no crecían vides desde la plaga de la filoxera, a fines del siglo XIX

Brad Call y el enólogo Gregorio Gordaliza. Foto: Clarella

Y además estaba el desafío de crear unos vinos de altura, en plena montaña, a 900 metros sobre el nivel del mar, en una bellísima zona del Prepirineo tapizada de verde, fresca, húmeda, con lluvias casi constantes y con presencia de hongos.

Estas podrían ser unas condiciones francamente hostiles para el crecimiento de las uvas, pero que podrían ir a la par con las incipientes tendencias de elaboración de vinos, debidas al cambio climático.

Primera cata oficial. Foto Pcats 

La viticultura empieza a funcionar

 “Para conseguir una pequeña fortuna con el vino, hay que invertir otra grande” dice Brad Call. En el 2014 el magnate suma a la iniciativa a Gregorio Gordaliza, toda una figura en el vino en España, quien encarga unos exhaustivos estudios del suelo y del clima y sobre la viabilidad del proyecto que dan resultados positivos.

En el 2016 se plantan las primeras viñas en terrazas de gran altura y se instala una bodega en las edificaciones actuales, que funcionará mientras se construye la definitiva, preparada para una producción de entre 40.000 y 50.000 kg, y que será de diseño integrado en el paisaje y en la roca y que se inaugurará en dos años.

Infografías de Jordi Català

Un grande de los vinos españoles en la dirección técnica

‘Goyo’ Gordaliza, es uno de los creadores de vinos más importantes en España,  asesor de bodegas en las DOCa Rioja, DO Ribera del Duero, DO Toro, DO Rueda, y la DO Valdeorras

Gregorio es también copropietario y director de Viñedos y Bodegas Clandestinas, productora de vinos de gama alta, ingeniero agrícola, profesor y asesor prioritario de Matarromera

Infografías de Jordi Català

“Cuando llegué aquí hacer vino me parecía la idea de un loco norteamericano” dice el enólogo. “En el 2014 se hicieron importantes estudios de una zona que indicaron que podía ser posible. Cuando los análisis dieron positivo vi que Brad sabía lo que quería”. 

Los esfuerzos ya dan resultados

Actualmente y tras tres vendimias las cinco hectáreas plantadas con las variedades autóctonas tempranillo, ull de llebre y macabeo, y con las uvas foráneas riesling y pinot noir dan una producción media de 20.000 kg al año.

La idea es continuar plantando viña en la finca y ampliar la producción para estar “en 10 años rodeados de viñas”.

Para Gordaliza es también prioritario “rescatar variedades autóctonas y buscar referencias en la historia del lugar”.

Infografías de Jordi Català

De momento Clarella ya está lista para una comercialización que empieza con dos blancos, un reserva y un blanco joven y dos tintos, un reserva y un crianza, todos ellos de calidad y con la marca de su autor que los hace especiales; de montaña y de concepción moderna, especialmente los blancos.

Para Gordaliza es importante hacer un vino lo más arraigado posible al medio ambiente con una viticultura integrada en el paisaje.

“Han de ser vinos de montaña, que representen lo que es la montaña ni debemos ni podemos crear vinos con otras personalidades distintas”.

Para Gordaliza es importante también hacer un vino lo más arraigado posible al medio ambiente con una viticultura integrada siempre en el paisaje.

Infografías de Jordi Català

Impacto económico a la región de Bisaura

Las obras y plantaciones que ha realizado Brad han supuesto un pequeño pero notable impacto económico para la subcomarca del Bisaura. 

El estadounidense ha insistido desde el principio en trabajar con la gente ‘de aquí’. Los agricultores, albañiles y técnicos, todo el mundo que ha intervenido en la transformación es del área.

El alcalde de Santa Maria de Besora Camil Adam Vilarras, explica que este es un pequeño “pero importante” impacto económico para la zona. 

También cree que el hecho de hacer un vino en la población los puede “dar a conocer” y recuerda, al igual que Call, que en santa Maria de Besora antaño ya había habido viñas, como indica la toponomía del lugar.

Brad Call y Nandu Jubany /Pcats 

Un bodeguero diferente a todos

Brad Call, es sin duda un personaje de éxito, pero además un fuera de serie, por un lado pragmático y decidido, avalado por su gran dominio del marketing y de la economía, y por otro un soñador, audaz, inquieto y seguro de sí mismo como para arriesgar al máximo y triunfar en sus proyectos.

Call es licenciado en Ciencias por la Universidad Brigham Young y doctor en Derecho por la Universidad George Washington.

Fue asesor legal y director de relaciones gubernamentales para la poderosa Fluor Corporation, y posteriormente dirigió una importante cadena de más de 300 tiendas de conveniencia en 11 estados, lo que lo llevó a ser presidente de la Asociación Nacional de Tiendas de Conveniencia. 

En la actualidad trabaja en el proyecto de despliegue nacional del 5G . Y fue cofundador de Cellulair Inc.

 Viñas del Bisaura /Clarella 

Además de vinos, una vacuna contra la covid-19

Call proyecta invertir 10 millones de euros más en su nueva bodega. Pero también se diversifica a la ciencia, con su compañía Innovative Vaccine Technologies.

Esta empresa biotecnológica socia de Hexamer Therapeutics, especialista en producir vacunas contra el cáncer, enfermedades infecciosas y la covid-19, está a punto de ser una gran noticia cuando en el 2022 lance su último producto.

En la presentación de sus vinos adelanta que se están realizando con éxito las últimas pruebas de una nueva vacuna contra la pandemia.

Según detalla Call “será revolucionaria, ya que no necesita frío para conservarse, y además su producción rebaja el precio a una cantidad muy pequeña por lo que se podrá repartir bien para el Tercer Mundo”. “Además su utilización promete ser muy versátil”, añade.

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