Celeste: el vino cercano a las estrellas

La etiqueta de Celeste reproduce las constelaciones presentes durante la vendimia

La extraordinaria altura a la que se cultiva la vid inspira la etiqueta de este Ribera del Duero, en la que aparecen los astros presentes en la vendimia de septiembre y su nombre: Celeste -dos metáforas de la proximidad de vino y estrellas-.

Los viñedos de este valle traducen la historia de esta zona vitivinícola excepcional, escrita desde el siglo XII por los pastores y los agricultores que habitaban estas comarcas.

En lo más alto de estas tierras, las noches frías y los días calurosos se combinan con los vientos de las montañas. Es ahí, en las alturas, donde las uvas maduran en el silencio de la noche estrellada mientras asumen la personalidad, los colores, las texturas y los aromas de la zona, a la espera paciente de llegar a convertirse algún día en un Ribera del Duero inolvidable.

Infografías: Jordi Català

La primera DO de Torres fuera de Cataluña

Ribera del Duero fue precisamente la primera denominación de origen en la que se estableció la Familia Torres fuera de Cataluña, con la adquisición en el 2003 de una bodega recién construida, que Torres fue ampliando y equipando con las últimas tecnologías enológicas.

Esta bodega nació con la intención inicial de experimentar con pequeñas producciones de vino, sin dejar de mantener la pátina artesanal durante todo el proceso.

La bodega está situada en Fompedraza, a unos 900 metros de altitud y a poca distancia de Peñafiel. Aquí se elaboran los vinos Celeste Crianza con 12 meses en barrica de roble francés y americano, y su joven hermano Celeste Roble, dos monovarietales de la uva tempranillo, que en poco tiempo han conseguido un nivel de calidad y de reconocimiento recíprocos.

Infografías: Jordi Català

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