Sorpresas que aún puede dar un Cabernet Sauvignon

Manso de Velasco, un vino chileno cargado de personalidad y fuerza, llega a las mesas españolas

Para algunos expertos es ‘un vinazo’, como dirían en el Cono Sur, porque aúna fuerza con elegancia, evoluciona a cada trago y ofrece una interesante complejidad y cuerpo.

Se trata de un vino para disfrutar de momentos muy especiales con sorpresas organolépticas, que transmite una uva nacida de cepas centenarias cultivadas en tierras volcánicas, acunada por un clima favorable y un gran nivel de lluvias.

Manso de Velasco, un vino cargado de premios, es un auténtico referente en Chile, país que se está convirtiendo en uno de los productores más importantes del mundo. Bodegas Torres adquirió en 1979 cepas que no habían sufrido la filoxera, en el Valle de Curicó, al pie de Los Andes, e inició una revolución tecnológica sin precedentes.

Actualmente Miguel Torres cuenta con 400 hectáreas de viñas y es una de las marcas más prestigiosas del país andino. De allí surge Manso de Velasco, cuya primera añada fue en 1986 y que rinde homenaje a un personaje colonial que dejó una gran huella en Chile. Por si acaso conviene saber que este Cabernet Sauvignon puede aún dormir unos 18 años en las mejores condiciones.

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