Los grandes vinos se escriben en femenino

Una proporción muy importante de las bodegas de la provincia de Lleida tienen a una mujer a su cabeza. Estos son algunos ejemplos

La DO Costers del Segre está formada por un mosaico de siete territorios repartidos a lo largo de la cuenca del río Segre y del Pirineo de Lleida, con el objetivo de ofrecer una personalidad propia a la viticultura de Lleida. Como ellos mismos dicen “Tierras de interior, vinos con carácter”.

En la mayoría de las 38 bodegas las mujeres son protagonistas, tanto a nivel de propiedad e iniciativa como a nivel de creación vitivinícola con papeles preponderantes en las tareas enológicas.

Infografía Jordi Català

Esta DO es posiblemente una de las que presenta un mayor protagonismo femenino en toda la península.

Esto se debe en parte a que en la reconstrucción del patrimonio enológico de Lleida han nacido bodegas con una manera de entender como hacer vino, totalmente nueva, con presencia femenina tanto en la iniciativa empresarial como en la enológica.

Infografía Jordi Català

Seis bodegas, seis mujeres

En el Ciclo Poliédrico de Catas que organiza esta DO se degustarán seis vinos importantes que corresponden a bodegas dirigidas por mujeres.

La DO Costers del Segre es posiblemente una de las que presenta un mayor protagonismo femenino en toda la península

Allí también se podrá escuchar las experiencias de Sara Petit de la bodega Petit Duran, Marta Port de Vall de Baldomar; Rosa Bisa de Cal Cabo, Eva Carmona de El Vinyer, Eva Bonet de Comalats y Susanna Samsó de Analec.

Infografía Jordi Català

Todas ellas están produciendo vinos de autor que surgen en unas tierras con suelos calcáreos, clima continental con influencia mediterránea que presenta fuertes oscilaciones térmicas estacionales y diarias, viñas de altura y viticultura ecológica con compromiso en la sostenibilidad.

El legado familiar

Los padres de Eva Carmona, enóloga e impulsora de la bodega El Vinyer, decidieron alrededor del 2002 recuperar una zona con una larga tradición vitícola para vender uva.

Nati y Josep plantaron 10 hectáreas de viñedo en el Pallars, en una zona conocida como Els vinyers de Fígols, donde los vecinos habían cultivado secularmente la viña.

Después de años formándose y trabajando fuera del Pallars, Eva volvió a su tierra natal para iniciar su propio proyecto aprovechando parte de la cosecha de la viña familiar.

El Vinyer entró en producción en la vendimia de 2014, y en el 2015 se embotellaron y comercializaron los primeros vinos dentro de la DO Costers de Segre.

Desde los años ‘80

Maria Porta dirige Vall de Baldomar, un proyecto familiar emprendido en los años 80 por su padre Hermenegildo Porta Trepat y que ella dirige como gerente.

Ella trabaja junto a Àngels Solé, encargada de la bodega y de las viñas. «Mi relación con la bodega se remonta al año 1989 donde empecé a llevar la administración de la bodega. Finalmente me involucré al 100% y aprendí de una figura como Joan Milà, que me introdujo al mundo de los vinos», dice.

«A la bodega la considero mi hija. Y los vinos indudablemente tienen un toque femenino», agrega.

Vall de Baldomar posee un especial microclima para el cultivo de la viña, es muy poco conocida pero se cultivaba vino ya antes de la filoxera.

Entre viñedos y monasterios

Rosa Maria Bisa Felip es la responsable de un proyecto iniciado en 2009: Cal Cabo, una bodega muy pequeña y familiar de 13 hectáreas que elabora unas 3.000 botellas anuales de vinos con las variedades tintas syrah, merlot, cabernet sauvignon y tempranillo bajo la DO Costers de Segre y los aceites de oliva virgen extra Mas de Sant Pere. 

Rosa Maria Bisa Felip es la responsable de una bodega muy pequeña y familiar de 13 hectáreas que elabora unas 3.000 botellas anuales

El 2010 fue el año que embotelló y puso a la venta los primeros vinos. Su padre ya lo elaboraba para el consumo casero con los viñedos de la familia. 

La empresa está situada en Sant Martí de Maldà, en el término municipal de Sant Martí de Riucorb, dentro de la Ruta del Císter que recorre por los monasterios cistercienses de Santes Creus, Poblet y Vallbona de les Monges, ubicados en las comarcas del Alt Camp, Conca de Barberà y Urgell, respectivamente. 

De la moda al mundo del vino

Eva Bonet pasó su infancia en Tàrrega. En Barcelona estudió diseño de moda pero al terminar hizo lo que harían pocos jóvenes menores de 30 años: ir a vivir a un pueblo tan pequeño como La Ametlla, que no tenía ni tiendas, ni bar, ni servicios.

Eva, con su padre Jaume y su hermano Eloi están al frente de la Bodega Comalats, donde además de las viñas trabajan campos de cereales, olivos y almendros; un homenaje a la dieta mediterránea que llena las tierras de colores durante buena parte del año. 

Lo que más le gusta de su cometido en la bodega familiar es dar a conocer en redes el trabajo del campo y los productos artesanales como los que hacen en casa.

Ella incorpora una mirada moderna e innovadora adaptada a las nuevas tendencias de la sociedad y el mercado, que se suma a la tradicional que representa su padre. Eva ha acabado convirtiéndose en el rostro de la bodega.

La inclusión para todos

Sara Petit, sumiller, campesina y empresaria es la gerente de la Bodega Petit Duran y el Molí Duran, donde sus hijas Núria y Alba de profesión cirujana y farmacéutica, colaboran en las áreas de imagen de marca, redes sociales, y gestión.

Dos de sus proyectos de los que más orgullosas se sienten son el uso del lenguaje no sexista e inclusivo en todas las áreas de comunicación (como la web) y los proyectos sociales que permite comprar o acceder a cualquier de sus productos y servicios se tenga o no una discapacidad.

La Bodega Petit Duran etiqueta todos sus productos en Braille

Gracias a su proyecto inclusivo, la Bodega Petit Duran etiqueta todos sus productos en Braille para que quién lo necesite pueda conocer el nombre del vino que se está tomando, la variedad de uva que contiene, la D.O. y la añada de producción.

Su tienda online es compatible con las tecnologías para personas ciegas, para asegurar la igualdad de derechos para todos.

Recuerdos medievales

Susanna Samsó comparte la propiedad de la bodega Analec con el enólogo, Xavier Figuerola i Mulet, en el valle del Corb, (comarca de Urgell), donde crecen los viñedos.

Es un pequeño proyecto familiar relativamente reciente, donde los primeros vinos se elaboraron en 2006.

La bodega Analec está inscrita en la Ruta del Vino de Lleida, está bautizada con el nombre con el que era conocida la población que la acoge durante la Edad Media, Nalec.

Esta tierra nublada gran parte del año, de suelos calcáreos y arcillosos, acoge las 22 hectáreas plantadas con cepas viejas y jóvenes de las variedades syrah, macabeo, parellada, trepat, tempranillo y cabernet sauvignon.

Además elabora cuatro espumosos Sort Abril, Brut Nature, Rosat Brut y el Reserva Especial Gualech, además de los tintos amparados bajo la DO Costers de Segre.

Otros nombres en la DO Costers del Segre

En las bodegas leridianas también es muy importante el rol de las enólogas Gemma Plaza (Castell del Remei, Tomàs Cusiné y Cérvoles Celler), Mery Nieto (Raimat), María Mendoza (Costers del Sió), Clara Griera (L’Olivera Cooperativa) y Pilar Salillas (gerente de Lagravera).

Y como propietarias, encontramos a Sara Jové (Mas Blanch i Jové), Núria Bigorra (Terrer de Pallars) y María José Pérez (Vinya els Vilars).

a.
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