El prometedor vino kosher de la DO Toro

Camino Pardo, impulsora de las bodegas Nexus y Frontaura, describe el proyecto de un tinto producido bajo las normas de la religión judía

Camino Pardo es una de las grandes damas del vino español. Su cariño por las viñas se extiende por dos denominaciones de origen, DO Toro y DO Ribera de Duero y lo hace con dos bodegas de renombre en cada una de ellas, como Frontaura y Nexus.

Pardo y Ulpiano González descorcharon en 1999 un doble proyecto vinícola de altura que no ha parado de multiplicarse.

El primero fue Frontaura (1999), en la DO de Toro, una marca nacida de un patrimonio familiar y cultural que había que proteger como el renacentista Palacio de Frontaura, junto a La Colegiata de Toro (Zamora), además de 120 hectáreas de viñedos, algunos de ellos previos a la plaga de la filorexia.

Frontaura Bodegas, desde entonces, ha estado elaborando grandes vinos en el Pago de Valdelacasa de 110 hectáreas, con marcas como Dominio de Valdelacasa, Frontaura Crianza, con 90 puntos Parker en el 2017, Frontaura Reserva con 92 puntos Peñín en el 2019 y Aponte Reserva.

La personalidad de los vinos también es la de Toro

Pardo que es también una Reina de Copas (parafraseando a Zoltan Nagy) define su trabajo en una entrevista en la que pone el corazón en la mano. “Cada uno de nuestros proyectos refleja un bagaje cultural, una experiencia de vida basada en valores muy ligados a la tipicidad de Toro”.

Esta experta describe que estos valores son “la austeridad llevada a la excelencia, el respeto por lo ‘viejo’, por las tradiciones, por llegar a lo sublime con unos pocos elementos: tierra pobre, el sol y el viento en la cara, el frio en los labios, carestía de agua, fruta cálida y jugosa que perfuma hasta el aire que respiramos”.

El proyecto de Ribera del Duero

Con Frontaura funcionando a plenitud, Camino emprende una nueva singladura en Pesquera de Duero con la creación de Nexus, en el corazón de la exclusiva Milla de oro de la DO Ribera del Duero, con una bodega que combina arquitectura de vanguardia y una alta tecnología vitivinícola y cinco pagos de 40 hectáreas repartidos entre Piñel, Pesquera de Duero y La Horra.

Frontaura Bodegas, desde entonces, ha estado elaborando grandes vinos en el Pago de Valdelacasa

En esta segunda bodega se obtienen los importantes vinos Nexus One, Nexus One Kosher con certificación Okkosher/Passover, Nexus Crianza con 92 puntos Peñín en la edición 2018, Nexus Plus con 93 puntos en la misma edición Peñín del 2018, y Pisarrosas con 90 puntos en la edición del 2019. 

Fidelidad a unos principios e identidades muy definidas

Esta creadora de vinos de trayectoria única, que ahora mismo está exportando vinos a más de 25 países, describe a Tendencias sus principios sobre identidades vitivinícolas: «Creo que España conserva la autenticidad de las características propias y naturales en cuanto a viticultura y elaboración de vinos. Mi vocación está totalmente volcada en la singularidad y calidad de los vinos que producimos en las Denominaciones de Origen de prestigio de Ribera del Duero y Toro”.

“Hacer vino es comenzar de nuevo nuestra pequeña historia diferente con cada ciclo vegetativo, es plasmar la cultura propia de nuestra identidad que refleje lo que fuimos y nuestro compromiso sostenible con el futuro y todo ello ligado a una responsabilidad corporativa con la economía de nuestro entorno”, agrega.

 Y remata la idea con un manifiesto compartido por climas, tierras y viñas muy distintas: «Nuestros valores Nexus & Frontaura están ligados a una visión muy integrada de la viticultura, del patrimonio natural que gestionamos y de su relación con la Historia; utilizamos lo que nos ofrece la naturaleza para transformarlo en arte, en un producto que nos sugiere y provoca sensaciones extraordinarias y nos hace más felices».

El surgimiento del vino kosher en España

Kosher en hebreo significa ‘apto, adecuado’, y se considera vino kosher cuando su elaboración cumple unas normas estrictas bajo la supervisión de una autoridad religiosa judía o personas cualificadas de esta religión, y manipulado únicamente por personas judías.

«Nexus y Frontaura están ligados a una visión muy integrada de la viticultura, del patrimonio natural que gestionamos y de su relación con la historia».

Camino Pardo

Y sobre todo, un producto es kosher porque no contiene ingredientes específicos prohibidos y su proceso de elaboración es natural. 

El origen del proyecto

Consultada sobre el porqué de un proyecto como el kosher, hasta el punto de trabajarlo en las bodegas Nexus y Frontaura, Camino explica que este se inició hace dos décadas por diferentes motivos.

“El primero la curiosidad. Me topé con vinos kosher en el mercado y me atrajo culturalmente la filosofía tras su elaboración en cuanto al vino y la alimentación, y lo fui interiorizando, junto a las tendencias de ‘vuelta al origen’ del mercado”, dice.

“La preocupación en cuanto al origen del producto y métodos de elaboración, el cuidado de la dieta, la exigencia de los consumidores por la transparencia de lo que comen o beben” son otros valores, precisa.

Además “kosher es una certificación que garantiza un método natural de elaboración bajo unas estrictas normas de pureza. Desde la materia prima, la uva, a la salubridad en bodega de todos los elementos en contacto con la uva y el vino, y una extrema vigilancia en todo el proceso hasta el etiquetado y empaquetado, son vigilados por las normas de las Leyes Dietéticas Judías Kashrut”, detalla. 

 Dos D.O. distintas

«Comencé a elaborar nuestro tinto kosher en Ribera del Duero, y en la actualidad lo elaboramos en la bodega de Toro con tempranillo de la zona por las características especiales de la idoneidad de la variedad adaptada a la D.O. Toro”, describe.

«Me topé con vinos kosher en el mercado y me atrajo culturalmente la filosofía tras su elaboración en cuanto al vino y la alimentación».

Camino Pardo

La esencia de este tinto es que pertenece a la gama de vinos llamados “desnudos”, es decir, de elaboración totalmente natural sin ser protegidos o corregidos por un proceso de estabilización.

Por ello sus componentes inestables pueden precipitar a lo largo del tiempo, y su percepción al consumirlo puede producir una sensación incorrecta al encontrar elementos precipitados. “La uva de Toro, por sus características naturales de porcentaje de alcohol, taninos y acidez, protegen el vino durante un largo periodo de tiempo”, indica.

Una idea que prende con fuerza 

A finales de 2021 habrá un vino crianza kosher en Toro en las Bodegas Frontaura & Victoria.

Camino, sobre este producto, lo considera como “la expresión total de lo que es la variedad tempranillo en sí misma, una frutuosidad total, golosa, que te pide más, una experiencia tan delicada, llena de encanto”.

Esta experta recuerda que es recomendable para la población con intolerancia a los sulfitos, y tiene una parte solidaria de responsabilidad social, puesto que invierten parte de la recaudación en proyectos solidarios para personas desfavorecidas.

a.
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