Arte en su adn: ENATE o cuando la bodega también es un museo

Los diseños de sus etiquetas los firman Tàpies, Chillida, Canogar, Saura o Broto. Desde el corazón del Somontano, ENATE hace realidad el objetivo de llevar arte dentro y fuera de sus botellas

Tan cierto como que la etiqueta de un vino es la forma más directa que una bodega tiene de seducirnos, es que existen propuestas con diseños especialmente ideados para provocar, para sorprender o para enamorar.

Un paso más allá está ENATE, una bodega que, desde su nacimiento en 1991, hizo del arte una de sus señas de identidad hasta el punto de que hoy, además de seguir haciendo vinos, atesora también uno de los museos más importantes de España en arte contemporáneo por su vinculación directa entre vino y arte. 

En 1992 Antonio Saura fue el primer artista en vestir uno de sus vinos, el ENATE Chardonnay fermentado en barrica. Desde entonces, cada una de sus referencias está asociada a un pintor de reconocido prestigio, una relación que se pone de manifiesto en la etiqueta, que representa una obra de su autoría realizada específicamente para la bodega.

Así, a la vez que comenzó a elaborar vino, ENATE inició una colección de arte contemporáneo con obras de artistas nacionales e internacionales que componen hoy unos fondos de más de 400 piezas, con destacadas firmas como las de Tàpies, Chillida, Canogar, Saura o Broto que pueden disfrutarse en su Sala de Arte.

Hoy, adentrase en ENATE es hacerlo en el mundo del arte donde, desde el viñedo a la arquitectura de la bodega pasando por cada uno de los artistas becados en su programa para jóvenes talentos es hacer realidad su lema: ‘El arte del vino, el vino del arte’

El arte del vino

Ubicada en la D.O. Somontano, en la localidad de Barbastro (Huesca) y al abrigo de la Sierra de Guara, el objetivo de ENATE es hacer un vino que encapsule en una botella la tierra que lo ve nacer. Como si de un lienzo se tratase, el viñedo se traslada al vino con todos los matices del terruño, del agua y del clima. 

Todas las parcelas de ENATE están ubicadas en municipios pertenecientes a la D.O. Somontano en la provincia de Huesca, donde se cultivan uvas blancas, como la gewürztraminer, que da lugar a algunos de los vinos de esta variedad más reconocibles y de mayor personalidad de España, y chardonnay. 

También se cultivan uvas tintas: tempranillo, cabernet sauvignon, merlot y syrah, hasta sumar 450 hectáreas de viñedos propios con los que se elabora, con el máximo respeto al viñedo y la medio ambiente, una gama que incluye vinos tintos, blancos y un rosado, varios de ellos premiados internacionalmente. 

El vino del arte

Vino y arte comparten en ENATE un mismo punto de partida que no es otro, nos cuentan, que la «voluntad de creación».

La bodega decidió desde sus comienzos que el maridaje entre enología y cultura contemporánea sería uno de sus puntales, una decisión no exenta de riesgo a la que se ha mantenido fiel.

Así, del mismo modo que no se entendería una bodega sin vino, en ENATE no se entiende el vino sin arte. Un acto de voluntad creativa.

Cuando se cumplen 30 años del nacimiento de la bodega podemos decir que el tiempo les ha dado la razón.

Hoy ENATE es una bodega y un museo, una vinoteca y una galería artística en la que los viñedos, las naves de barricas, los botelleros y las paredes habitadas por la genialidad de grandes artistas españoles e internacionales tienen exactamente la misma importancia.

La bodega-museo

El edificio que aloja la bodega es otra muestra más de su voluntad creativa. Diseñado en 2 fases (inauguradas en 1993 y 1997), corrió a cargo del arquitecto madrileño Jesús Manzanares, que adoptó el concepto de sorpresa al dibujar sus formas, de modo que bajo los volúmenes industriales se esconde todo un mundo de sensaciones con túneles, espacios definidos por luces cenitales y materiales cálidos y agradables.

Manzanares también captó en su edificio la intensa luminosidad de esta región, atrapándola en su interior, de modo que se difuminan los límites entre dentro y fuera, pero también entre naturaleza y arquitectura.

De lineas puras y actuales, sus espacios limpios y majestuosos ocupan una superficie de más de 12.000 m2. Destaca, con un halo casi místico, la nave que aloja 4.000 barricas de robles francés y americano, o el lugar destinado a la crianza en botella, con capacidad para más de 4 millones de ellas.

Frente a la bodega, la escultura El Bosque de Hierro, de Vicente García Planas, es una muestra más de la estrecha vinculación de arte y vino en ENATE.

Una pinacoteca referente en España

La primera pinacoteca española de arte contemporáneo inspirado en el vino ha crecido hasta contar con alrededor de 400 originales. 

A Saura, que se encargó de la primera etiqueta que vestía uno de los vinos, le siguieron Antoni Tàpies, Eduardo Chillida, Rafael Canogar, José Manuel Broto, Víctor Mira, Pepe Cerdá, Salvador Victoria, José Beulas, Gustavo Torner, Frederic Amat o Eduardo Arroyo, entre otros. 

Todas las etiquetas de ENATE se diseñan a partir de cuadros que pasan a formar parte de la colección y que pueden verse en la Sala de Arte de la bodega, donde conviven con exposiciones temporales. Las obras se han expuesto también en el IVAM de Valencia, el Museo Thyssen de Madrid, la Fundación Rodríguez Acosta de Granada o el Museo Pablo Serrano de Zaragoza.  

Con el objetivo de impulsar la trayectoria de artistas emergentes –de nuevo, la voluntad creativa-, en 1997 se crea la Beca ENATE, que ha contado en su jurado con nombres destacados del mundo del arte como los artistas y pintores Pepe Cerdá Escar, Alberto Martín Giraldo o Fernando Alvira Banzo y el crítico Fernando Castro Flórez. 

Con carácter bienal, a lo largo de estos años nombres como los de Eva Armisén, Patricia Albajar, Mapi Rivera, Andrés Begué, Ángel Masip, Alfonso Ascunce, Gema Rupérez, Viviana Guasch y Charo Carrera han desarrollado su trabajo gracias a esta beca, dejando obras que forman también parte de la colección artística de ENATE. Este año la beca se convoca de nuevo, concretamente el próximo 14 de octubre 

Además, ENATE impulsa otras iniciativas que fomentan el arte, entre ellas la primera aceleradora de arte en Aragón, A3RTE, junto a Impact Hub Zaragoza, dirigida a dotar a los profesionales aragoneses emergentes del arte de las herramientas para elevarse como artistas y crear impacto con su obra. 

Enoturismo exclusivo

Igual que los vinos de Enate se diseñan a pie de viña, la mejor forma de conocer su filosofía y cultura es desde la propia bodega, a través de alguna de las experiencias enoturísticas que ofrece.

Recorridos por los viñedos para conocer todo el proceso de elaboración del vino, visitas con interpretación de la Sala de Arte, maridajes premium de sus vinos con queso, jamón ibérico o turrón, catas de monovarietales, degustacioines online con envío de vino a casa, barbacoas entre viñedos o menús en el comedor privado de la bodega son solo algunos de los sugerentes planes que se pueden disfrutar a los pies de los Pirineos.

Además, el Club Enate es el punto de encuentro para los amantes del vino que ha puesto en marcha la bodega.

Se trata de un espacio en el que disfrutar del arte del vino y el vino del arte, a través de ventajas y experiencias exclusivas que van del descuento del 20% en la primera compra online a gastos de envío gratis y acceso prioritario a experiencias, venta de nuevas añadas y reserva de espacios en la bodega.