Dos vinos que transmiten los valores del Bages

Nuat y 3.9, dos excelentes vinos que reflejan el amor por el territorio y las tradiciones de la bodega Abadal

Hablar con el enólogo Ramon Roqueta, en las bodegas Abadal, es un privilegio para cualquier amante del vino. En sus palabras trasciende cómo asume el legado que la familia Roqueta traspasa, de padres a hijos, desde el siglo XII.

Esta es una familia que no sólo hace vinos –y muy buenos- sino que también se comprometen con el entorno y el territorio. “La trayectoria demuestra el compromiso y el respeto a la tierra y a sus frutos, a quienes hemos dedicado en todo momento el máximo rigor y los mejores recursos” dice su padre Valentí Roqueta, fundador de Abadal. 

El equipo de la bodega hace grandes esfuerzos para recuperar las variedades del Bages como la picapoll o la mandó. “La mandó es una variedad que se adapta mejor al clima actual que al de hace años”, comenta Ramon Roqueta. “Con el cambio climático, ahora madura en el momento adecuado, mientras que antiguamente era una variedad que tardaba mucho en madurar”. La picapoll es la variedad autóctona de la Denominación de Origen Pla de Bages, y brinda vinos frescos llenos de fruta fresca y flores, con una acidez y graduación moderadas.

Vinos con sutileza y exuberancia

La variedad picapoll es protagonista de uno de sus excelentes vinos, el Abadal Nuat. Este varietal representa el 80% de su elaboración, y el 20% restante es de la uva macabeo. La primera tiene un perfil más fresco y exuberante, que acompaña al carácter más sutil de la segunda.

Tras un proceso de maceración y una crianza de diez meses sobre lías, la picapoll alcanza una expresión seria y elegante, con un hermoso coloro dorado y una particular expresión aromática en la que aparecen matices almibarados, herbáceos y de fruta madura, impregnadas sobre un fondo mineral y una boca untuosa, suculenta y persistente. Con todas estas características, se sugiere que este vino tenga una extensa vida en botella.

vinos de Abadal

Otro recomendado vino de esta bodega, también DO Pla de Bages, es el Abadal 3.9, esta vez elaborado con la variedad cabernet sauvignon que crecen en parcelas con suelo de piedra calcárea sobre arcilla roja.

Tras una crianza de doce meses en barricas nuevas de roble, este vino se presenta elegante y con una profunda identidad. Con su color rojo profundo, el Abadal 3.9 revela, con sus notas balsámicas, la proximidad del bosque mediterráneo que se funde con una exuberancia frutal propia de la uva que fue cosechada en su máxima plenitud.

Valores de familia y tradición

Además de catar sus vinos, la experiencia de visitar a Abadal permite descubrir lo que allí llaman el “silencio entre las viñas”, que es dejar que el tiempo pase más lento y sorprenderse por pequeños detalles de esta bodega como toparse con las antiguas construcciones de piedra que existen desde los siglos XVIII y XIX; o disfrutar en uno de los comedores privados de la casa familiar las delicias de Neus, la cocinera que hace años que trabaja para la familia. Ramon recuerda que esta trabajadora le conoce desde que era un niño, y en estos gestos se revela la escencia de esta bodega: cariño, familia, tradición y cultura histórica. Los mismos valores que impregnan en sus vinos.

a.
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