No serán los sitios más populares, pero están de moda

Los arrecifes de Belice son famosos por las excelentes condiciones para bucear. Es un paraíso natural marino que se puede disfrutar de la mano de una excelente cocina, compuesta de ceviches, buñuelos y sopas de conchas. Su gastronomía es tan mestiza como su gente, de cultura indígena, africana y europea. Además Belice ofrece unas de las ruinas de la civilización maya mejor conservadas de Centroamérica. El país aumentó sus índices de reservas turísticas en un destacado 18%, el mayor crecimiento en la región.

Nairobi es conocida como el centro tecnológico de innovación en Kenia y del occidente africano. Más allá de su crecimiento tecnológico, se ha convertido en la puerta de entrada de turistas deseosos en realizar los safaris que ofrece el país. La capital keniata es además el centro de una prospera escena gastronómica multiétnica, con recetas tradicionales e influencias británicas. Esta ciudad africana, que aumentó sus reservaciones hoteleras y aéreas en un 39%, es uno de los puertos de entrada al Gran Valle del Rift, de rica historia (ideal para los amantes de la paleontología) y de una fascinante geología, paraíso para los apasionados por las escaladas.

Obviamente Mazatlán no es la ciudad turística más famosa de México. Sin embargo, es la que más ha aumentado la cifra de turistas en el país, con un incremento en sus reservas del 82%. Este puerto sobre la costa del Océano Pacífico posee unas hermosas playas de arena blanca y aguas transparentes y un núcleo histórico pintoresco y multicolor. Varios edificios de su casco antiguo han sido restaurados y reconvertidos en lugares que brindan una creciente oferta culinaria y artística. Además Mazatlán es considerado como uno de los mejores destinos de vida nocturna en la costa occidental del país. 

Casablanca no tiene el aire imperial que destila Marrakech ni la agitada vida comercial en la medina (barrio antiguo) de Fes, pero su vértigo de ciudad moderna atrae a los que quieren conocer la cara más moderna de Marruecos. Esta ciudad de aires románticos a orillas del Océano Atlántico aumentó sus reservas turísticas un 86% este año. Allí se presenta un colorido e interesante contraste entre la arquitectura tradicional y contemporánea, en la que se posan cientos de mercadillos de telas y especias, que son el deleite de los turistas que llegan de diversas partes del mundo. La mezquita del Rey Hassan II, con el minarete más alto del mundo, es una de las paradas obligadas en esta ciudad. Pero que nadie espere encontrar un rastro de la película de Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, que fue filmada casi toda en estudios en Hollywood.

Tel Aviv presenta un interesante abanico de actividades para disfrutar. Descanso y deportes en las playas, visitas a museos, gastronomía tradicional –con interesantes toques de cocina internacional– y una inagotable vida nocturna. La segunda urbe en importancia de Israel ha aumentado sus reservas en un 148%, protagonizado por turistas que quieren conocer el cosmopolitismo de la capital económica del país y una de las urbes más tolerantes de Oriente Medio, considerada como una de las ciudades más abiertas a la comunidad homosexual. La ‘ciudad blanca’ cuenta con un valioso patrimonio artístico y arqueológico que le ha valido la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El tópico habitual es presentar a Beirut como la "París de Oriente Medio" gracias a su tradicional carácter cosmopolita, su arquitectura de inspiración francesa y a una interesante oferta gastronómica. La ciudad es a la vez uno de los asentamientos humanos más antiguos del mundo, lo que la convierte en un destino especialmente popular para aficionados de la historia. Beirut ya no se encuentra en el foco de la tensión política de la región, y la continua llegada de turistas aporta –además de bienvenidos ingresos económicos– una prolongada cuota de paz y estabilidad. Su crecimiento ha llevado a la implantación de nuevas rutas aéreas desde Estados Unidos y Europa y a un aumento en sus reservas de más del 150% con respecto a septiembre del año anterior.