Un tren de lujo para seguir las huellas de los incas

La compañía Belmond propone viajar desde Cusco al sur de Perú en el tren más exclusivo de América Latina

Hay muchas formas de explorar los Andes peruanos. En 4×4, fatigando las piernas en largas jornadas de trekking, y ahora también, para los amantes de los viajes exclusivos, a bordo de un lujoso tren; que será el más distinguido de los que circulan por Latinoamérica.

Se trata del Belmond Andean Explorer, gerenciado por Belmond, una empresa dedicada a la hostelería y el transporte ferroviario de lujo. Este convoy se lanzará en mayo de 2017 y partirá de Cusco, la antigua capital del imperio Inca y que se suele usar como base de las excursiones a la fascinante Machu Picchu. El trayecto atraviesa una de llanuras más altas del mundo (a 4.800 metros sobre el nivel del mar), hasta llegar a Puno, al borde del lago Titicaca, no muy lejos de la frontera con Bolivia.

Allí se pueden visitar las remotas aldeas, donde los indígenas suelen acercarse a vender sus artesanías, y en el lago se encuentran las famosas islas flotantes, que son pequeñas formaciones construidas sobre totora (especie de junco) que navegan a la deriva por la formación lacustre.

El trayecto del Andean Explorer sigue a la ciudad de Arequipa, donde se puede explorar el Gran Cañón del Colca, el reino del cóndor donde los filosos picos caen en una precipitada pendiente hasta el río Colca, zonas en las que abunda la llama, la alpaca y la vicuña, y que se puede atravesar por diversos puentes que quizás asusten a quien padece de vértigo.

Y se llega a Arequipa, la segunda ciudad de Perú que se presenta como una elegante señora vestida de blanco, que despliega sus aires barrocos en muchas casas, iglesias y palacios que recuerdan que Perú fue la tierra más rica de la América colonial durante un par de siglos.

El lujo sobre rieles

El tren sintetizará el lujo con la elegancia, caracterizado bajo los parámetros de la estética andina. Los diseños de los interiores han sido encargados a Inge Moore, de la firma de diseño HBA (Hirsch Bedner Associates), que tuvo como fuente de inspiración la textura de los tejidos artesanales del Perú, donde los tonos claros de la lana de la llama y la vicuña se conjugan con los grises que recuerdan a las rocas de los valles.

En tanto, en los dos vagones del salón comedor de estilo art decó se servirán platos preparados por los chefs del Belmond Hotel Monasterio de Cusco, centrados en la cocina peruana.

Este tren tiene una capacidad de 68 pasajeros, y el pasaje se distribuye entre dos cabinas dobles exclusivas, otras 20 dobles y 12 más con camas con litera, para dos personas. Y la nota distintiva es el hipnótico coche observatorio, con una cubierta al aire libre que permite disfrutar de los atardeceres en la sierra o contemplar –si la temperatura lo permite- la explosión de estrellas del cielo peruano.

El viaje más accesible es del de una noche de Cusco a Puno, que cuesta 410 euros por persona, y el servicio es un ‘todo incluido’, hasta las bebidas y las excursiones.

Este no es el primer tren que opera Belmond en territorio peruano. Desde Cusco también parte el Belmond Hiram Bingham, que sube las angulosas cuestas hasta la ciudad escondida de Machu Picchu. Sus vagones, decorados como si se estuviera en 1920, abunda en muebles de madera pulida y detalles de bronce.

Además, cerca de las ruinas incas como en Cusco y en Lima, esta cadena cuenta con diversos complejos hoteleros para comenzar y terminar un viaje a puro lujo.

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