El turismo de negocios abandona Barcelona

El Gremio de Hoteles alerta que en Barcelona el turismo de negocios quedó desplazado por el vacacional, con la pérdida de un millón de pernoctaciones

El Gremio de Hoteles exigió medidas para evitar el éxodo del turismo corporativo de Barcelona. Según la asociación entre 2014 y 2017 se perdieron un millón de pernoctaciones de viajeros corporativos, y este sector perdió fuerza frente al turismo vacacional.

De tener un equilibrio del 50%-50% entre uno y otro segmento, a partir de 2014 comenzó una debacle de la llegada del viajero de negocios que llevó a que el año pasado la balanza quede en un 70% para los turistas de ocio y un 30% para el corporativo.

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Éxodo de empresas

Jordi Clos, presidente de esta entidad, indicó que el descenso no se da tanto en la realización de grandes eventos y congresos (de hecho el MWC mantiene su fuerza con récords interanuales de visitas), sino en la caída de reuniones de empresas, presentaciones de resultados y otros eventos corporativos.

Clos afirmó que esta situación se debe a “la salida de 6.000 empresas de Cataluña” debido a la crisis política desatada tras el referéndum del 1 de octubre.

El Gremio de Hoteles calcula que entre 2014 y 2017 se perdieron un millón de pernoctaciones vinculadas con el turismo de negocios

Entre los ejemplos de este éxodo mencionó la presentación internacional de un coche que finalmente se hizo en Madrid y un congreso nacional de medicina estética que se celebró en Málaga tras años de hacerlo en la capital catalana.

Pérdida de calidad

Como en otras oportunidades Clos puntualizó que esta caída refleja una pérdida del turismo de calidad en la ciudad. Precisamente, indicó, los viajeros de negocio tienen un mayor poder de consumo y promueven la descentralización de los puntos más visitados.

El presidente del Gremio solicitó a las autoridades que se luche para recuperar el equilibrio entre ambas modalidades de visitantes. “Entre todos tenemos que recuperar este turismo de negocios perdido que es un segmento estratégico para Barcelona”, indicó.

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Para ello, estimó, se debería potenciar la marca Barcelona y mejorar áreas como la cultura y la seguridad. Entre estos puntos, avaló el proyecto del museo Hermitage, en el extremo sur del puerto de Barcelona, que dijo que atraería a más visitantes de calidad y generaría un impacto mediático positivo.

El cuadro que pintó Clos coincide con el análisis de otros segmentos: según la consultora Planet el turismo de compras cayó el 8% el último año.

Cambio de rumbo

El cambio de rumbo del turismo en Barcelona queda retratado con el crecimiento de las llegadas de viajeros de ocio. En el último año los hoteles de la ciudad recibieron a más de ocho millones de turistas (+5,17%), mientras que las pernoctaciones llegaron a los 20,26 millones de noches (+2,91%), según datos del INE.

A pesar de que este crecimiento denota una ralentización en el sector del alojamiento, Clos considera que “2018 ha sido malo, pero menos malo de lo que habíamos previsto inicialmente.

La ocupación de los dos primeros meses del año invitan al optimismo, dijo Clos: +6% de crecimiento en enero y +4% en febrero, con una estabilidad en los precios.

a.
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