La Sagrada Familia refuerza los controles de seguridad

La Sagrada Familia invierte más de dos millones de euros en medidas de seguridad inspiradas en el Vaticano

La Sagrada Familia se blinda. El temor a ser víctima de un atentado ha llevado a la fundación que administra el templo a reforzar sus medidas de seguridad. Para ello, ha invertido dos millones de euros para dotar de nuevos sistemas de vigilancia y nombrar personal adicional, decisiones inspiradas en las políticas de seguridad del Vaticano.

Estas medidas comenzaron a implementarse el 1 de enero, y comprende la instalación de diez arcos detectores de metales, escáneres y la disposición de doce agentes de seguridad más.

El fantasma de los atentados

El nuevo director general de la Fundación de la Sagrada Familia, Xavier Martínez, y el director de seguridad y operaciones del templo, Marc Martínez, aseguraron que las medidas “no son consecuencias” directas de los atentados en Las Ramblas y Cambrils, aunque el templo era uno de los potenciales objetivos de los terroristas. Inclusive, las imágenes de la basílica suelen aparecer en los videos de propaganda del Estado Islámico. En septiembre, una falsa alarma obligó a desalojar el templo, tras detectarse una furgoneta sospechosa.

Los nuevos escáneres agilizarán el control de los bolsos y mochilas, que se hacía de forma manual

Los directivos indicaron que las medidas se analizaban desde hace un año. Hasta ahora, a cada visitante se le inspeccionaba el bolso o mochila de forma manual y visual, mientras que con los escáneres, tal como en los aeropuertos, el control es mucho más rápido.

De todas formas, gracias se habían llegado a encontrar cuchillos de diversas dimensiones, sprays de autodefensa e incluso pistolas eléctricas.

Más agilidad

De los diez nuevos escáneres, seis se han situado en el acceso al templo de las personas individuales y los otros cuatro al de los grupos, y son suficientes, según los responsables del templo, para absorber la multitud de turistas que cada día acceden a la iglesia y también a los fieles que quieran asistir a una celebración religiosa.

El nuevo sistema de seguridad no incluye la tecnología del reconocimiento facial o de retina, pero sí se han instalado más cámaras en todo el recinto.

Con el incremento de doce personas más para mejorar la seguridad suman un total de 40 los agentes destinados a proteger la basílica católica y a sus visitantes, que ascienden a unos 4,52 millones de personas anuales.

El año pasado el templo tuvo un descenso de 34.421 visitantes, menos del 1% del volumen global. El mayor colectivo de visitantes son los italianos (10%), seguidos por los norteamericanos y los franceses.

a.
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