Restaurantes, mercados y tapas para comerse Bristol

Exploramos la ciudad universitaria de Bristol, cuna del movimiento musical trip hop y reducto de la revolución grafitera comandada por el invisible Banksy

Meca del arte urbano –es el reino del invisible Banksy-, con una escena musical puntera y una de las universidades más populares del Reino Unido, Bristol es también un destino gastronómico de primer orden, donde conviven bares de tapas, mercados gastronómicos y cervecerías gourmet, además de restaurantes de cocina francesa, alemana, china, rusa, y, sí, también inglesa.

Dada su inmejorable situación geográfica, vecina de Gales, mirando a Irlanda y con una estratégica salida al mar, su puerto fue el pilar fundamental de su historia, desde donde partió John Cabot en el Matthew, llegando a América para allanar el terreno en 1497, apenas cinco años después de la llegada de los españoles.

De paseo por Bristol se observa la naturalidad con la que conviven sus muchos años de historia, el arte urbano y una oferta de bares y restaurantes increíble

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Bristol hoy

La Bristol de hoy sigue siendo una ciudad relevante aunque por razones muy distintas a los de su pasado. En sus pabellones se gestó el trip hop, conocido como Bristol Sound, nacido a finales del siglo pasado.

El arte urbano es una constante e las calles de Bristol. Foto Manena Munar.
El arte urbano es una constante e las calles de Bristol. Foto Manena Munar.

Se le considera el reino del arte urbano acaudillado por el invisible Banksy. Su Universidad es una de las más populares del Reino Unido, a la vanguardia de la investigación global, donde estudian jóvenes del mundo entero.

De paseo por la ciudad se observa la naturalidad con la que conviven los muchos años de historia, latente en sus piedras, con el arte urbano y con una oferta de bares y restaurantes increíble.

A cada rincón aparece un bar de tapas, una destiladora de cerveza, un restaurante de cocina francesa, alemana, china, rusa, y hasta inglesa

A cada rincón aparece un bar de tapas, una destiladora de cerveza, un restaurante de cocina francesa, alemana, china, rusa, y hasta inglesa. Todos los sabores están presentes en esta pequeña  gran ciudad que rebosa personalidad, enamorando a todo aquel que la visita.

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De restaurantes top a niditos para instagramers

Bristol Marriot Royal Hotel ocupa un regio edificio victoriano estratégicamente situado al lado del Ayuntamiento y la Universidad. Restaurado recientemente, su interior alberga cómodas habitaciones, un relajante spa y una excelente oferta gastronómica especializada en carne de primera en su restaurante Miller & Carter.

The Florist en la calle de moda St. Park destaca por sus cocteles y su cocina creativa. Foto Manena Munar.
The Florist destaca por sus cocteles y su cocina creativa. Foto Manena Munar.

No lejos del hotel está  The Florist, uno de los restaurantes alternativos que afaman Park St. The Florist es un vergel hechicero decorado con flores en sus paredes, platos y mesas que se ha convertido en la meca de los instagramers por su concepción botánica y sus excelentes cócteles.

Imprescindible también es dedicar un par de horas al St. Nicholas Market​, un mercado con sabor y solera lleno de tiendecitas coquetas de delicatesen y artesanía

En su menú, delicias como el cerdo glaseado con jengibre, el tajine de guisantes y banana, o el cordero marinado. Son platos ornamentados con la delicadeza de un hermoso bouquet, en donde nunca faltará un detalle florista.

Imprescindible también es dedicar un par de horas al Nick´s (St. Nicholas) Market, un mercado con sabor y solera lleno de tiendecitas coquetas de delicatesen y artesanía.

Harbourside: el puerto está de moda

El comercio con vino y tabaco hizo que Bristol fuera durante siglos el puerto principal de Inglaterra. El célebre Capitán Flint protagonista de ‘La Isla del Tesoro’ de Stevenson era dueño de una taberna en Bristol, El Catalejo, donde se reunía lo mejor de cada casa.

Puerto Bristol. Foto SUP Bristol.
El puerto de Bristol es una de las zonas más aniadas de la ciudad. Foto SUP Bristol.

Aunque no lo encontraremos en nuestro paseo, sí podemos detenernos en Glassboat Brasserie, que ofrece una selecta cocina francesa con buenas carnes y pescados y una ineludible sopa de pescado.

Anclado en el puerto flotante, Glassboat Brasserie ofrece impresionantes vistas, además de una selecta cocina francesa

Anclado en el puerto flotante, es más que aconsejable para contemplar las vistas y, tras la comida, embarcar en alguno de los ferries para dar un paseo acuático alrededor de la ciudad.

La importancia de Bristol en la industria aeronáutica le hizo ser blanco de los bombardeos en la segunda guerra mundial. A pesar de que fue severamente castigada, especialmente sus muelles, la ciudad renació y la antigua zona portuaria se ha convertido en una de las zonas más transitadas, Harbourside

Entre sus atractivos bares se encuentra Wild Beer un local grande y divertido en la zona de Cargo, Wapping Wharf, con nada menos que 23 grifos de diferentes cervezas, especialmente recomendable desde el atardecer.

Wild Beer en Harbourside es un de los lugares de moda, donde se pueden probar 23 diferentes tipos de cerveza. Foto Manena Munar.
Wild Beer es un de los lugares de moda en Harbourside, donde probar 23 diferentes tipos de cerveza. Foto Manena Munar.

Los barmen, simpáticos y con esa energía que rezuman los habitantes de Bristol -de 180 nacionalidades-, sirven una y otra cerveza acompañadas por bocados internacionales, desde pies, hasta noodles. Idóneo para probar sus muchas cervezas y pulsar la vida nocturna de Bristol

De tapas por el seductor Clifton

El barrio de Clifton, donde la mayoría de sus casas protegidas ostentan una curiosa balconada, habla de los años de bonanza de Bristol.

Serpenteando por las acogedoras calles del barrio de Clifton se observan tiendas de diseño, restaurantes a la última y bares, muchos de ellos de tapas, dado el reciente aumento de la inmigración española

Serpenteando por sus acogedoras calles se observan tiendas de diseño, restaurantes a la última y bares, muchos de ellos de tapas, dado el reciente aumento de la inmigración española.

Vista aérea de Bristol. Foto Max Renaud | Visit Britain.
Vista aérea de Bristol. Foto Max Renaud | Visit Britain.

El que un lunes la vida de la ciudad sea tan agitada como si fuera fin de semana atestigua la mucha juventud que se mueve por la ciudad universitaria de Bristol que, si de noche puebla los bares, de día se reúne en los parques de la ciudad, Castle Park, Queen Square, o Brandon Hill.

En la colina de Clifton el ingeniero Isamabard Kingdom Brunel, fundador de la línea de ferrocarril Great Western Railway, levantó su espectacular puente colgante, a 100 m de altura sobre el cauce del río Avon, una maravilla arquitectónica construida para el paso de carros ligeros y que hoy soporta el ir y venir de 12.000 vehículos al día con prestancia y orgullo.

En el barrio de Clifton sobresale The Ivy Clifton Brasserie, con una decoración dedicada a la industria aeronáutica de la ciudad que atrapa la vista y una delicada gastronomía que acaricia el paladar

Uno de los mejores restaurantes del barrio y la primera Ivy Brasserie fuera de Londres es The Ivy Clifton Brasserie. Atractivo y glamuroso, ocupa las estancias de lo que fue un antiguo banco.

The Ivy Clifton Brasserie. Foto Manena Munar.
The Ivy Clifton Brasserie. Foto Manena Munar.

Su decoración dedicada a la industria aeronáutica de la ciudad atrapa la vista y su gastronomía acaricia el paladar con platos a la plancha como el salmón o la lubina, exquisitas gambas al curry o el famoso rib eye on the bone o chuletón de vaca del Himalaya madurada.

De postre chocalate bombe con helado de vainilla, miel y salsa caliente de caramelo.

Si de estrellas se trata…

Tampoco le faltan a Bristol las estrellas Michelin en su excepcional oferta gastronómica. La visten Casamia establecido en un imponente hospital victoriano con vistas a la dársena de Balthurst, y Paco Tapas, vibrante, sabroso y orgánico con una serie de tapas que navegan desde las ostras y mejillones, riñones de cordero, pastel de cangrejo, hummus y quesos hechos en casa entre otros gozosos bocaditos.

También la ostenta Wilks, que se jacta de una cocina refinada y creativa bajo la dirección de sus propietarios James Wilkins y Christine Vayssade y un equipo profesional compuesto por cuatro chefs, ayudantes de cocina, sumiller y camareros que ofrecen entre todos una experiencia culinaria inolvidable.

Dada la ola de emigración española a Bristol, los bares de tapas están a la última. Foto Manena Munar
Dada la ola de emigración española a Bristol, los bares de tapas están a la última. Foto Manena Munar.

El pub The Pony & Trap en Chew Valley, en pleno campo, se sirve de las hortalizas de su huerto para acompañar sus costillas, el capón relleno o los gnocchi con brócoli. Todo ello cocinado con la sabiduría que le ha hecho merecer su estrella.

Las vivas calles de Bristol

Callejeando por Park St. y Gloucester Road encontramos una serie de de cafés encantadores,  cada uno con su propio sello.

Stokes Croft es una de las calles de moda por su arte urbano y por la cantidad de cafés y bares que le rondan a cada cual más agradable y atractivo

En la zona bohemia de Stokes Croft quizás se pueda aún escuchar la música de Massive Attack en el género único del trip hop, sonido mítico asociado a la ciudad.

El famoso grafiti de Banksy Mild Mild West decora el exterior de The Canteen, reducto de los artistas de Bristol. Foto Morgane Bigault VisitBritain.
El famoso grafiti de Banksy Mild Mild West decora el exterior de The Canteen, reducto de los artistas de Bristol. Foto Morgane Bigautl | Visit Britain.

Stokes Croft es una de las calles de moda por su arte urbano y por la cantidad de cafés y bares que le rondan a cada cual más agradable y atractivo.

Entre ellos están Pieminster, Poco Café, Café Kino, Ceres Café, The Arts House, Jamaica St Stores,  para terminar en The Canteen, refugio de los artistas y custodiado desde sus paredes exteriores por dos de sus más celebradas piezas murales como son Mild Mild West de Banksy y Breakdancing Jesus de Cosmo Sarson.

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