Planes fuera de carta para disfrutar de Copenhague este otoño

Estos son los imprescindibles para no perderse nada de la ciudad con más encanto de Escandinavia

Si hay algo por lo que destaca la capital danesa es por mantenerse siempre a la vanguardia de las tendencias y el ocio más sibarita de Europa. Con la sencillez que caracteriza a los escandinavos marca la pauta de lo que poco a poco será una moda en el resto de Europa, de ahí que visitar Copenhague siempre sea una buena idea entre los cazadores de tendencias. Y este otoño no va a ser menos.

La temporada es quizás la más relajada en Copenhague. Aun quedan semanas para que los mercadillos de Navidad y las pistas de patinaje sobre hielo invadan cada rincón y los días son más cortos, por lo que las terrazas de los barrios de moda, como las de Refshaleøen, el astillero reconvertido en zona hípster, pliegan su mobiliario, dejando algunas mesas para valientes que quieran disfrutar del aire fresco con una manta en las rodillas.

Espacios como los del jardín botánico, el cementerio de Vestre Kirkegårds o el parque de los ciervos enamoran en esta época con su estallido de colores otoñales

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Parques sin turistas

Es el momento para comprobar el cambio de estación en parques que normalmente están fuera de las rutas turísticas, y que son precisamente los que nos volverán a enamorar de la ciudad.

JardiÌn BotaÌnico de Copenhague. Foto: Turismo de Copenhague
JardiÌn BotaÌnico de Copenhague. Foto: Turismo de Copenhague.

Por ejemplo, el histórico Jardín Botánico que, a pesar de estar en pleno centro, apenas recibe a turistas. Este complejo de 10 hectáreas de 1870 cuenta con 13.000 especies de plantas y la nueva atracción estrella es un jardín de rododendros, el mayor en Europa y que haría palidecer a muchos jardines de China, Japón o el Himalaya, donde es más frecuente.

Además, desde hace un año tiene un mariposario y diferentes invernaderos de los cuales uno, pensado para albergar palmeras (es de 1874) de 16 metros de alto permite subir a su techo para ver unas vistas de impresión.

Entre cruces y ciervos

Uno de los lugares más interesantes es el cementerio de Vestre Kirkegårds. Concebido como un gran parque en el que pasear, este cementerio de 1870 reúne todo tipo de confesiones, incluyendo tumbas de tradición feroesa y groenlandesa, así como sirve de último reposo a grandes nombres de las artes, ciencias y política danesa. 

Y es que incluso hay una sección del lugar en el que solo se permite el enterramiento de grandes personalidades. 

Vestre Kirkegaard. Foto: Ursula Bach | Ayuntamiento Copenhague.
Vestre Kirkegaard. Foto: Ursula Bach | Ayuntamiento Copenhague. 

Pero más allá de las tumbas en sí, se trata de uno de los parques ajardinados más cuidados, con esculturas modernistas y de vanguardia en sus calles, alamedas de postal cuajadas de árboles a ambos lados, todo teñido de rojo fuego y con hasta un pequeño bosque en su interior.

Todo un museo al aire libre.Y si lo que buscamos es, directamente, perdernos y desconectar de todo, el destino debe ser el parque de los ciervos, o como se dice en danés, Dyrehaven. Situado a pocos kilómetros al norte del centro urbano, es famoso, como su nombre indica, por su cabaña de ciervos, que supera la poco despreciable cifra de 2.000 ejemplares.

A pocos km del centro de Copenhague encontramos un parque con más de 2.000 ciervos salvajes donde los estilosos daneses acuden a hacer sus picnics

De hecho, la experiencia de pasear rodeado de estos animales es toda una sensación. Lo habitual es recorrerlo en bicicleta, hacer un pequeño picnic e, incluso, contratar un paseo a caballo (o carruaje, si queremos darle un toque romántico). En 2015, Dyrehaven fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Dyrehaven. Foto: Jonas Smith | Flickr CreativeCommon.
Dyrehaven. Foto: Jonas Smith | Flickr CreativeCommon. 

Tendencias en clave gastro

Si, en vez de picnic, queremos un almuerzo más convencional, en una mesa, pero sin perder las últimas tendencias, con su toque vegetariano, los jardines del Tívoli nos esperan con invernaderos que han sido adaptados como restaurantes.

Gemyse Tivoli se ha especializado en cocina orgánica y de 11 a 22 horas sirve un menú de gran calidad en el que destaca lo sostenible de sus ingredientes, de la que se encarga la firma Aarstiderne. Mette Dahlgaars, su chef, nos deleitará con platos llenos de color en el que las verduras son la estrella.

Foto: Gemyse Tivoli.
Gemyse nos espera en un encantador invernadero reconvertido en restaurante. Foto: Gemyse.

Si nos escapamos durante un fin de semana, no podemos irnos a la cama sin brindar con un buen cóctel en el último rincón de moda en la ciudad: Puss Puss.

No te vayas a la cama sin probar un cóctel en Puss Puss (tras la barra te espera el campeón danés de la coctelería, Ted Dako)

Este bar cuyo nombre, en sueco, significa beso-beso, junto al puente de Højbro, una de las zonas más interesantes de ocio nocturno, cuenta con el campeón danés de coctelería detrás de la barra dos años consecutivos, Ted Dako. Los mandiles rosas y la decoración buscan momentos de hygge con una copa en la mano. ¿Hacen falta más motivos para acercarse?

Que viva el ‘hygge’

Claro que si somos más de despertarnos temprano y desayunar con ganas para comenzar el día con energía, entonces nuestro destino debe ser Babbo, otra de las nuevas aperturas en la ciudad.

Babbo es uno de esos locales con ese algo que te atrapará. Foto: Babbo.
Babbo es uno de esos locales con ese algo que te atrapará. Foto: Babbo.

Este rincón gastronómico con guiños a la cocina italiana está abierto desde las 8.30 horas y ya se ha hecho un hueco entre los mejores brunch y desayunos de la ciudad gracias a su oferta de bollería, pastelería y, sobre todo, platos de huevos (revueltos, escalfados…). Toda una sensación en Frederiksberg que, a partir de las 17.30 y hasta las 23 h. se convierte en un restaurante de pasta italiana con mucho ambiente.

En el mismo barrio, si queremos una alternativa, tenemos otro lugar perfecto para desayunar: Brødflov, de ambiente minimalista y que abre a las 6 h. Su propuesta de brunch incluye diferentes quesos, además de bollería casera, café, zumos…

Brødflov, Copenhague. Foto: Brødflov.
Brødflov, Copenhague. Foto: Brødflov.

Un taller de quesos daneses

Hablando de quesos. ¿Qué tal una clase con degustación de quesos daneses? Si nos apetece, nos podemos apuntar, entre otros talleres, a los que se ofrecen cada fin de semana, con café incluido y pan recién hecho, en el mercadillo de Torvehallerne, al aire libre (y con áreas cubiertas acristaladas) y a un paso de Nørreport.

Con más de 80 puestos, casi todos de alimentos frescos, ahora en otoño empiezan a servir vino caliente tradicional, así como tienen su propia chocolatería.

Un recuerdo que no es un souvenir

Para que la experiencia sea redonda, no podemos dejar de visitar algunas de las tiendas con más encanto. Por ejemplo, la joyería artesana Handcraftedcph (Sønder Boulevard, 59), donde destacan sobre todo las pequeñas piezas de oro, con reminiscencias al diseño de los ancestros vikingos.

Date un capricho en forma de joyita artesana. Foto: Handcraftedcph.
Date un capricho en forma de joyita artesana. Foto: Handcraftedcph.

También nos podemos acercar al estudio Ahoj (Kigkurren, 8M), que este otoño propone una decoración mediante conjuntos de grandes perlas para las paredes, una propuesta diferente y vistosa.

O, si somos amantes de la moda, al hogar de Silas Gärtner, uno de los sombrereros más jóvenes de Escandinavia, y de los pocos que mantienen viva la tradición. Su tienda, Wilgart (Jægersborggade, 10), es toda una delicia.

Ahoj Decoracion. Foto Ahoj Studio
A tu casa también le gustaría ser danesa. Foto: Ahoj Studio.

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