Oktoberfest: la cerveza sirve para hacer amigos

La Oktoberfest, la mayor fiesta popular del mundo, arranca mañana, y esta es la única guía que necesitas para disfrutarla (o aprender todo sobre ella)

En la Oktoberfest de Múnich más de siete millones de personas consumirán los próximos 16 días más de 7,5 millones de litros de cerveza. Se trata de la mayor fiesta popular del mundo, que ha celebrado un total de 186 ediciones a lo largo de 209 años de historia.

La capital de Baviera acogerá esta fiesta desde, oficialmente, las 12:00 horas del sábado. Pero no se podrá beber una sola gota de cerveza hasta que el alcalde de la ciudad abra el primer barril.

En sus 209 años de historia, la Oktoberfest solo ha cancelado en 24 ocasiones, siempre por guerras o epidemias

Se extenderá hasta las 23.00 horas del domingo 6 de octubre y servirá cerveza cada día durante doce horas y media, desde las 10:00 (9:00, fines de semana) hasta las 22:30 horas.

[Para leer más: Maxvorstadt, direcciones para perderse en el Múnich más ‘cool’]

Múnich: de los caballos a la cerveza

La Oktoberfest nació como un conjunto de actividades festivas para celebrar las bodas de Theresa de Sajonia-Hildburghausen con el futuro rey de Baviera Luis I, en aquel momento Príncipe Elector.

Su primera edición se llevó a cabo el 17 de octubre de 1810 e incluía como plato fuerte unas carreras de caballos que ponían el punto final a los festejos.

 

Desde entonces el aniversario de los esponsales se celebró anualmente. Todo cambió cuando, tras las guerras napoleónicas, en 1819, al tradicional desfile de caballos se le añadieron carros cerveceros. Después, a partir de 1896, las cervecerías muniquesas comenzaron a montar las carpas tal y como hoy las conocemos.

El lugar en donde se celebra la Oktoberfest, a los pies de la escultura de la diosa Bavaria (1850), sigue siendo la misma pradera, la Theresienwiese.

Una bebida muy saludable

La cerveza no sólo era la bebida más popular de Baviera, muy por encima del vino -que por cierto, también se consume y tiene sus propia carpa en la fiesta- sino que a lo largo del siglo XIX fue adquiriendo un rol preponderante en los festejos como bebida profiláctica, para evitar la propagación de enfermedades que eran transmitidas por el agua potable.

El alcalde de Múnich se encarga de inaugurar la feria abriendo (a martillazos) el primer barril de cerveza

En más de 200 años de historia se ha cancelado la Oktoberfest en 24 ocasiones a causa de epidemias y guerras. En 1980 tuvo lugar un atentado terrorista nazi que mató a 13 personas e hirió a más de 200, pero solo se cerró un día.

Oktoberfest. InfografiÌa Jordi
Oktoberfest, edición 2019. Infografía: Jordi Català.

Tres eventos imprescindibles

La ceremonia que marca el inicio oficial de la Oktoberfest arranca a las 11:00 en la carpa de Schottenhamel (Spaten) cuando el alcalde de Múnich abre a martillazos el primer barril gritando, «¡O’Zapft Is!”, en bávaro, algo así como ¡está abierto! (el barril). Hasta que esto no suceda no se puede servir cerveza en ningún lugar de la Oktoberfest.

La segunda cita es el desfile inaugural que se desarrolla desde la Marienplatz, junto al ayuntamiento, hasta la Theresienwiese. Los participantes en carpas, casetas, stands, amigos, cerveceros y marcas llegan en carruajes de cerveza tirados por caballos, acompañados por bandas de música y otros comparsas.

Con más de 1.000 personas, el desfile está encabezado por el/la Münchner Kindl, el monje del escudo de Munich.

Por último, la ceremonia de clausura, en la que cerca de 10.000 personas entonan la canción de despedida. Las luces se apagan y las bengalas se encienden, algo parecido a la nochevieja.

Oktoberfest 2. Infografía: Jordi Català.
Infografía: Jordi Català.

Los rituales de la Oktoberfest

La mayoría de los visitantes suelen ir con vestimenta tradicional bávara y pueden acceder a 14 carpas grandes, 21 pequeñas e innumerables casetas y stands junto a atracciones de feria.

El mismísimo Albert Einsten trabajó en una edición de la Oktoberfest como electricista

En las carpas, a las que se entra tras pacientes colas o madrugando mucho, se sirven miles de hectólitros de cervezas, exclusivamente del tipo märzenbier, por sonrientes camareras, -casi siempre vestidas con el Dirndl bávaro-, que trasladan con agilidad y velocidad un manojo de gigantescas Maβ de un litro desafiando la gravedad y todas las leyes de la estática.

Las jarras constan de un grueso vidrio con hoyuelos y una gran asa que impide que la mano caliente la cerveza, pensadas además para chocarlas en el brindis, ¡Prosit!

El bock vacío pesa 1.290 gramos, más el litro de cerveza hacen ¡más de dos kilogramos por jarra! una camarera que puede llegar a ganar unos 30.000 euros en dos semanas acarrea entre 16 y 20 kilos cada vez.

Oktoberfest 3. Infografía Jordi Català.
Infografía: Jordi Català.

No todo es cerveza

Además de consumir grandes cantidades de cerveza y de comida bávara, dentro de las carpas se confraterniza con los vecinos si son desconocidos y se canta a todo pulmón desinhibiéndose hasta no poder más, ya sean canciones tradicionales bávaras o de cualquier otro tipo.

También se ejecutan todo tipo de performances, juegos, concursos, atracciones y competiciones populares.

Además, la Oktoberfest posee también otras zonas como una gigantesca área tranquila y retro en la Oide Wies’n, una la semana Italiana, el domingo gay, o los días de las familias.

Oktobrtfest 4. Infografía: Jordi Català.
Infografía: Jordi Català.

Algunas curiosidades

El mismísimo Albert Einstein trabajó como electricista y ayudó a crear una de las carpas de cerveza en 1896 en la Oktoberfest.

En 2006, Paris Hilton con su dirndl bávaro se puso a promocionar un vino enlatado (sin ninguna autorización) y, tras varias espectaculares borracheras, se le vetó la entrada para siempre.

Otras curiosidades se relacionan con las pérdidas. Algunos récords de una misma edición son 1000 pasaportes, 500 carteras, 300 teléfonos móviles, dos anillos de boda, 300 bolsas, 50 cámaras, decenas de prótesis dentales, cochecitos de bebé, audífonos, sillas de ruedas, una lápida, hasta 8 niños, perros, 50.000 euros en metálico de un solo visitante y 110.000 jarras recuperadas por miembros de seguridad.

a.
Ahora en portada