5 ideas para que se dispare el turismo rural en España

Los precios escalan a cámara lenta y la ocupación se mantiene a un abismo de los establecimientos urbanos y de sol y playa, a pesar del boom turístico español

El boom turístico español no repercute sobre todos por igual. Si los hoteles de costa y de las principales capitales registran llenos hasta la bandera, a menor velocidad crecen los alojamientos rurales. Qué decir de sus precios, que se elevan al ritmo del 2,4% frente al 5,4% general, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.

Las cifras, recogidas por Hosteltur, sitúan en el 18% la ocupación media de los establecimiento rurales, con un claro predominio del viajero nacional. «Generalmente es de un perfil cultural alto», detalla Francisco Mestre, presidente de la Asociación de Pueblos más Bonitos de España, a Cerodosbé.

La agrupación engloba a 57 municipios de alrededor del país y cuenta con el apoyo de Marca España y Comunidades Autónomas. No obstante, la promoción necesita de nuevas instituciones, lamentan. «Turespaña jamás nos ha ayudado en nada ni se ha comprometido a colaborar con nosotros», denuncia el directivo. Ni ayudas económicas ni tan siquiera un espacio en su página web, algo que sí sucede en, por ejemplo, Francia

La unión hace la fuerza, y la creación de redes con otras localidades ayuda a atraer a viajeros. En Ujué (Navarra) celebran el salto de visitantes desde que se han unido a la alianza de municipios. «Por primera vez vemos turistas durante todo el año», celebran desde el Ayuntamiento.

Y como casi siempre, la solución a muchos de los problemas es el dinero. «Hacen falta muchísimas ayudas para la rehabilitación del patrimonio de muchísimos pueblos de España», demanda Mestre.

El impulso también debe ser legislativo: «este país es de los únicos del mundo en el que hay casas abandonadas en el centro histórico de los municipios», lamenta. Otro agravio: «no puede ser que se le pida la misma parafernalia legal a un artesano que vende en un mercado que a la gran industria», compara.

Sin embargo, no existe el turismo sin que sean los ciudadanos los primeros en disfrutar de su localidad. «Hay que dinamizar los pueblos, que la gente no se vaya a la ciudad en busca de oportunidades», alerta. En la Comunidad Valenciana lo saben bien: Morella un excelente exponente de las maravillas rurales de la región con cada vez menos población.

 

 

 

a.
Ahora en portada