Ocho atracciones ‘imprescindibles’ que son trampas para turistas

De Francia a la República Checa pasando por Irlanda e Inglaterra: estos lugares recomendados en todas las guías resultan decepcionantes para los viajeros

Diez lugares imprescindibles que ver, top 5 de experiencias, lugares que hay que visitar una vez en la vida… Cuando viajamos, especialmente con poca planificación y muchas ganas de aprovechar al máximo cada minuto, nos dejamos llevar por las recomendaciones lo que desemboca, en muchos casos, en una decepción de campeonato, cuando no, directamente una ‘trampa para turistas’.

A veces porque están tomadas literalmente por multitudes, otras porque el precio es desorbitado y otras porque, pese a su fama mundial, puede que no se ajusten a nuestros intereses.

Muy pocos viajeros se toman la molestia de analizar si lo que se recomienda como visitas imprescindibles se ajusta realmente a sus intereses

[Para leer más: Cinco sitios turísticos que son un éxito… y que son falsos]

Para evitar sorpresas desagradables y, sobre todo, la sensación de desperdiciar tiempo y dinero, el buscador de alquileres vacacionales Holidu pone el acento en algunas de las atracciones turísticas europeas más visitadas. Para que luego no digas que no te avisamos.

Plaza de San Marcos, Venecia, Italia

De acuerdo, la Plaza de San Marcos de Venecia, con su imponente Basílica, el Palacio Ducal y la torre del reloj es un espectáculo digno de ver. ¿El problema? Que toca compartirlo con muchas personas, en ocasiones auténticas multitudes como las que desembarcan de los cruceros o llegan en autobuses para pasar unas pocas horas en la ciudad.

Piazza San Marco, Venecia. Foto: Holidu.
Si no eres muy amante de las palomas, no te agradará el panorama en la Piazza San Marco. Foto: Holidu.

Si buscamos un rato de tranquilidad sentados en uno de sus cafés, el disgusto puede venir de la mano de los precios, con alrededor de 10 euros por un expreso. Tampoco lo encontraremos deambulando por la plaza donde, además de turistas extendiendo paloselfies, nos rodearán centenares de palomas que se acercan, y mucho, a las cabezas.

Siempre se puede visitar la Plaza de San Marcos con la tranquilidad de la primera hora de la mañana y desaparecer cuando llegan las hordas de turistas

Para no llevarnos una enorme decepción merece la pena visitar Venecia en temporada baja, acudir a primera hora de la mañana y desaparecer cuando se llena, por ejemplo entre las pequeñas callejuelas de los alrededores, las vecinas islas de Murano y Burano o incluso alojarse en una isla privada a diez minutos en barca desde San Marcos.

Galería de los Uffizi, Florencia, Italia

Como en el caso anterior, no hay duda de que la Galeria degli Uffizi es uno de los lugares más prestigiosos y visitados del mundo, que ofrece un fascinante viaje por la historia del arte. Uno de esos lugares que, sin duda, hay que visitar en Florencia.

El Nacimiento de Venus en los Uffizi. Foto Pixabay .
El Nacimiento de Venus en los Uffizi. Foto: Pixabay.

¿El problema? Si no tenemos inquietudes artísticas ni la precaución de comprar las entradas con antelación nos esperan horas de colas para después recorrer innumerables salas y pasillos repletos de obras que, por muy “imprescindibles” que sean, no nos interesan.

Si no somos apasionados del arte no merece la pena hacer horas de cola en un museo para deambular frente a pinturas que no nos interesan, por muy recomendada que sea la visita

Si no somos apasionados del arte, de hecho, quizás merezca la pena ahorrar el tiempo y el dinero de la entrada e invertirlos en otras actividades en Florencia, una ciudad que es un auténtico museo al aire libre.

[Para leer más: Si solo tienes tiempo para una visita en Florencia, que sea esta​]

Place du Tertre, Montmartre, Francia

En el hermoso distrito de Montmartre se alza la Place du Tertre, esta sí, una trampa para t turistas en forma de pintores de caricaturas que te retratan sin permiso para después prácticamente obligarte a abonar la obra ¿cómo no hacerlo cuando la caricatura está terminada y hecha expresamente para ti?

Place du Tertre, Paris. Foto Aiva | Flickr (CC by 2.0)
Place du Tertre, Paris. Foto: Aiva | Flickr. 

Desde luego, un lugar para tachar de la lista y, a cambio, perderse en la cercana basílica de Sacré Coeur y disfrutar de las vistas desde la explanada.

Westminster Abbey, Londres, Reino Unido

Como una de las atracciones más visitadas de Londres, se repite un mal endémico: multitudes aplastantes y largos tiempos de espera, que se suman a un precio de entrada nada desdeñable de 25 euros por persona.

Si buscas retratar tu paso por el lugar, ya puedes olvidarlo: las fotografías están prohibidas en la iglesia. Además, si no eres un fanático de la literatura inglesa -aquí están enterrados Charles Dickens y Rudyard Kipling- o la realeza británica, es posible que la visita no alcance las expectativas.

Westminster Abbey, Londres. Foto Holidu.
Westminster Abbey, Londres. Foto: Holidu.

Un truco para ahorrar la entrada pasa por acudir al Evensong, a las 5 de la tarde entre semana (excepto los miércoles) y hasta las 3 los fines de semana, cuando el coro de la iglesia canta para los visitantes y las puertas se abren de forma gratuita. No se puede pasear libremente por la iglesia, pero sí admirar la impresionante arquitectura (y la música) desde tu lugar en uno de los bancos.

Acantilados de Moher, Condado de Clare, Irlanda

«Masas de turistas que se empujan los unos a los otros a lo largo de la escarpada costa. El complejo turístico diseñado para multitudes y hordas de autocares logra arruinar cualquier paisaje». 

Es solo una de las reseñas que pueden leerse en Google y es que, pese a lo impresionante de los acantilados irlandeses -de eso no hay duda- no siempre resulta fácil explorarlos, al menos en relativa calma, como los que parten del centro de visitantes Acantilados de Moher.

Acantilados de Moher, Irlanda. Foto: Holidu.
Acantilados de Moher, Irlanda. Foto: Holidu.

Sin embargo, hay senderos casi sin pavimentar desde Hag’s Head hasta el Centro de Visitantes que ofrecen km y km de recorridos a lo largo de los acantilados prácticamente sin gente y desde conseguir hermosas fotografías.

Blarney Stone, Blarney, Irlanda

Sin salir de Irlanda, la legendaria Piedra de Blarney, en el exterior del Castillo de Blarney, es otra de las atracciones controvertidas.

Según la tradición local, a quien besa la piedra se le concede el don de la elocuencia. Lo que no te cuentan es que para llegar a besarla hay que pagar la entrada, hacer cola durante varias horas, hacer frente a una subida vertiginosa y realizar una contorsión -casi un ejercicio acrobático- para posar tus labios sobre la piedra, algo que cientos de visitantes -con su correspondiente saliva- realizan cada día.

Mágico, divertido o asqueroso, la definición de besar la piedra queda al criterio de cada uno.

Blarney Stone, Irlanda. Foto: Erik Charlton | Flickr.
Blarney Stone, Irlanda. Foto: Erik Charlton | Flickr.

Castillo de Praga, Praga, República Checa

El Castillo de Praga domina la capital de la República Checa y aparece en todas las guías y reseñas de la ciudad. Los fanáticos de Kafka, además, lo tienen en su radar para contemplar el Golden Lane, donde solía vivir el autor.

La ‘trampa’ en este caso viene con la entrada, ya que existen diferentes modalidades en función de las atracciones incluidas, por lo que merece la pena dedicar un momento a decidir previamente qué lugares queremos visitar para no llevarnos después una desagradable sorpresa en forma de costes adicionales.

Si no somos fanáticos de la historia podemos incluso prescindir de la visita al castillo y en su lugar subir la colina Letná para disfrutar de hermosas vistas panorámicas del casco antiguo de Praga y del castillo (sin gastar nada).

El castillo de Praga domina todas las vistas de la ciudad. Foto: Pixabay.
El castillo de Praga domina todas las vistas de la ciudad. Foto: Pixabay.

Isla Mainau, Lago Constanza, Alemania

Conocida como isla de las flores, Mainau es uno de esos imanes turísticos para multitudes, que pagan más de 20 euros por visitarla (la entrada cambia de precio en función de la temporada).

Sin embargo, el esplendor del paisaje no está asegurado, por lo que la decepción está servida si no coincidimos el momento álgido de la floración, en temporada alta.

Isla de Mainau, Lago de Constanza. Foto Holidu.
Isla de Mainau, Lago de Constanza. Foto Holidu.

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