Nordend, el barrio de Frankfurt que rompe moldes

Las cafeterías y tiendas más chic conviven con el diseño residencial de los años 50 en el distrito más animado de la ciudad

Un barrio tradicionalmente popular y de carácter residencial, al norte de Frankfurt se ha convertido, por el impulso de una generación de jóvenes profesionales, en el distrito más chic y divertido de la ciudad. Así es como se ha producido esta revolución silenciosa en Nordend.

La revitalización de barrios es ya una constante en toda Europa. Las grandes ciudades se afanan en recuperar áreas industriales y dotarlas de servicios y viviendas, logrando una imagen muy alejada de la que tenían décadas atrás. Frankfurt no ha querido ser menos, y ha dado nuevas alas al Bahnhofsviertel, la zona aledaña a su estación de tren. Al mismo tiempo, recupera el Altstadt, su casco antiguo destruido en la Segunda Guerra Mundial.

Cafeterías con encanto y coquetos restaurantes se dan cita en Nordend, así como una arquitectura con algunas de las mejores muestras del art nouveau y el racionalismo de Alemania

Pero no se queda ahí la cosa. La ciudad alemana, sin darle apenas publicidad, ha experimentado una forma de revitalización diferente. Lo ha hecho en el distrito de Nordend, un barrio tradicionalmente popular y residencial en el que poco o nada había para demoler, ensanchar o cambiar.

Norden estaÌ al norte de Frankfurt. Foto Getty Images

Nordend estaÌ al norte de Frankfurt. Foto: Getty Images.

Han sido los propios francforteses los que han convertido esta zona del norte de la ciudad en el distrito más animado, respetando los edificios con más de medio siglo de vida y abriendo todo tipo de locales y negocios.

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Un paseo por Nordend

Aunque está fuera del centro histórico, delimitado por lo que en su día fueron las murallas de la ciudad, Nordend sigue considerándose un distrito central dentro del Gran Frankfurt.

Es por ello que llegar al barrio es bastante sencillo: basta con tomar las líneas 4 o 5 de metro, que atraviesan Nordend-Oeste y Nordend-Este, respectivamente, las dos grandes áreas en las que se divide el barrio.

El que se haya puesto de moda se ha visto reflejado no solo en los precios del mercado inmobiliario, sino también en el perfil de sus 51.000 habitantes, que se ha llenado de jóvenes profesionales, expatriados y familias en busca de más espacio. Entre todos, han revalorizado aun más la zona, aunque es por su oferta de ocio y servicios por lo que toda la ciudad se anima a visitar sus calles.

Milch und zucker   SaloÌn

Milch und zucker.

Glauburgstrasse

Glauburgstrasse es la que concentra buena parte de estos nuevos locales. En muy poco espacio se agolpan cafeterías con encanto como Milch und Zucker (Eckenheimer Landstrasse, 107), Im Glück (Gluckstrasse, 17) o Glauburg Café (Glauburgstrasse, 28; un café abierto en 1946 y que se ha adaptado a los tiempos con un menú de bollería y pastelería excelente). En ellas podremos merendar con un buen pedazo de tarta, ya sea la tradicional apfelstruddle o alguna más internacional.

A la hora de comer, nos espera una taberna tradicional -sencilla y sin pretensiones, con precios acordes- en esa misma calle: la Apfelweinwirtschaft Frank, cuyo menú está basado en la cocina local.

Si buscamos algo más elaborado debemos ir al Carte Blanche, un coqueto restaurante de diseño con diferentes menús degustación y que presume de una tabla de quesos con más de 10 variedades en cada momento, así como una selección de ostras y carnes de calidad.

Glauburg CafeÌ 1

Glauburg CafeÌ.

Los amantes del vino tienen en este barrio la posibilidad de ir a varias vinotecas muy interesantes. Destacan Raum & Wein y Liebesdienste Wine & More.

En esta última, cada semana hay siete etiquetas diferentes para degustar, que se sirven por copa. Si se quiere comprar una botella y beber directamente allí, también es posible. Cuentan con más de 300 vinos diferentes, y el matrimonio que lo regente pone énfasis en las pequeñas bodegas.

No olvides mirar fachadas

Aunque Nordend carezca de grandes monumentos, eso no quiere decir que no merezca la pena desde el punto de vista turístico. De hecho, tendremos ante nosotros una de las mejores muestras de arquitectura art nouveau y racionalista de toda Alemania.

Liebesdienste Wine & More 2

Liebesdienste Wine & More.

Destacan sobre todo los edificios de la época Guillermina, que corresponde con el periodo de finales del siglo XIX y primeras dos décadas del XX. A este pertenecen fachadas espectaculares como las que vemos en las calles Böttger (el número 24-28 es, sencillamente, impresionante, con líneas naturalistas) o Blumen (el número 2 es un inmueble de estilo mudéjar que bien podría estar en España).

Claro que para casa singular, la Holzhausenschlösschen. Es una antigua granja que el crecimiento de la ciudad ha dejado en pleno centro del barrio. Llama la atención porque tiene su propio foso e incluso un lago y supone un ejemplo de vivienda barroca poco habitual en Alemania. De hecho, está considerado un lugar de interés histórico.

Holzhausenschlösschen. Foto Frankfurter Buergerstiftung   Walter Dorn

Holzhausenschlösschen. Foto: Frankfurter Buergerstiftung Walter Dorn.

De jardines chinos a cementerios judíos

Otro lugar mágico en el que disfrutar de un agradable paseo es el Bethmannpark, situado a la entrada del distrito, según salimos del centro.

Allí se encuentra el Jardín de la Paz Celestial, que es nada menos que uno de los pocos jardines chinos que hay en toda Alemania. Ya el parque merece mucho la pena. Fue diseñado en 1783 por orden del banquero Moritz von Bethmann, en estilo rococó. Se dice que por él pasearon Napoleón Bonaparte, Goethe o el emperador Francisco José I de Austria.

El jardín chino, en cambio, es contemporáneo, pero no por ello menos bello. Abierto en 1990, en homenaje a los muertos en Tiananmen, fue diseñado por artesanos chinos siguiendo los principios del feng shui. Se encuentra amurallado y su puerta de acceso está custodiada por dos grandes leones. Cuenta con un templo y una pagoda, y no falta ni un puente de jade.

Bethmannpark   Foto Eva K. Wikipedia

Bethmannpark. Foto: Eva Wikipedia.

Rivaliza con el Günthersburgpark, un gran parque en la zona este al que acuden muchas familias a hacer picnic, correr y pasear. Perteneciente a la familia Rotschild antes de ser un parque público, destaca por sus grandes fuentes, en las que en verano los niños pueden refrescarse (y no solo los niños…). También cuenta con una torre de diez metros para escalar.

También en Nordend se encuentra el antiguo cementerio judío de Frankfurt. Llama la atención que para entrar hay que pedir la llave en el Museo Judío, que se encuentra al lado. Es uno de los más antiguos de Alemania y aun conserva lápidas que no llegaron a ser destruidas durante los años del nazismo.

El muro que lo rodea tiene 11.000 pequeñas placas que recuerdan a los ciudadanos que murieron en los campos de concentración. La entrada es gratuita y se accede fácilmente en la línea 11 de tranvía.

Günthersburgpark   Turismo de Frankfurt

Günthersburgpark. Foto: Turismo de Frankfurt.

Reservar al menos medio día para callejear por este barrio en Frankfurt será más que interesante, y volveremos a casa con una imagen de la ciudad muy diferente a la habitual.

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