El Mediterráneo es un basurero

La basura, sobre todo de residuos plásticos, se triplica durante el verano en las islas del Mediterráneo

Pese a las campañas de civismo de organizaciones y gobiernos, las playas y las aguas del Mediterráneo cada día reciben más basura. Y el turismo tiene buena culpa de ello. Según un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), la acumulación de residuos se multiplica por tres en ocho islas de este mar. Y en algunas de ellas, llega a aumentar siete veces.

Las islas estudiadas fueron las de Mallorca, Sicilia, Malta, Rab (Croacia), Creta, Rodas, Mikonos y Chipre. Estos son sitios con una alta presión de visitas, algunos de los puntos más concurridos en la región más turística del mundo.

Miles y miles de restos de basura

Según este análisis, cada día las playas de estas islas acumulan 250.000 restos de basura por kilómetro cuadrado. El récord más triste es de Malta, donde se puede llegar a las 600.000 restos diarios, siete veces más que la media europea.

Mallorca ocupa el dudoso privilegio del segundo lugar, con sus costas que reciben 400.000 residuos por jornada. Las playas de Torà, Es Caragol, de esta isla, se encuentran entre las que más basura dejan los turistas, precisa el estudio elaborado por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la UAB.

Los plásticos (36,8%) y las colillas de cigarrillos (30,6%) son los restos más frecuentes. Los primeros son los más graves por su impacto ecológico. Según un estudio de Greenpeace, en el Mediterráneo puede haber hasta 30.000 toneladas de plástico flotando, un peso equivalente a casi 170 ballenas azules.

El plástico es el peor contaminante

Dentro de este tipo de residuos los objetos que más hallaron los investigadores son pellets, tapones de botellas, utensilios como tenedores o cuchillos y envoltorios de caramelos.

El plástico flotante en el Mediterráneo equivale al peso de 170 ballenas azules

Pero no es todo: si vamos por estas playas que presumen de aguas azules y calas, podremos encontrar cuerdas, pañuelos de papel, tapones metálicos, botellas de vidrio, esponjas, vasos de plástico, palillos de algodón, cristales o toallitas y tampones higiénicos.

“Cabe destacar que los pellets, o pequeñas esferas de plástico a partir de las cuales se fabrican objetos, no provienen del turismo, sino de la industria. Existen numerosas empresas productoras en la zona del Mediterráneo y es posible que vayan a parar al mar a través de vertidos o como pérdidas de carga de contenedores que transportan los barcos”, explicó Michael Grelaud, investigador del ICTA-UAB.

El objetivo de esta investigación es buscar medios eficaces y sostenibles para detener el aumento de basura en el Mediterráneo.

tortuga plastico
La invasión de basura de plástico en los mares afecta gravemente a la fauna marina. 

La mancha de plástico que flota en los oceános

A nivel mundial, los plásticos constituyen del 60% al 80% del total de residuos marinos, y en los mares del planeta habría hasta 268.000 toneladas de restos de este material (y sin contar lo que yace en los lechos oceánicos). Esto equivale a un peso equivalente al de 36 torres Eiffel.

Debido a los efectos de las corrientes marítimas, en el Pacífico se está formando un pequeño ‘país’ de basura. Según un estudio de la ONG The Ocean Cleanup, allí hay 1,8 billones de restos de plásticos, que forman una mancha de 1,6 millones de kilómetros cuadrados, más de tres veces la superficie de España.

Hay sitios remotos como la isla de Henderson que, debido a su posición geográfica, recibe cientos de toneladas de basura en sus costas. Como está deshabitada, nadie irá a recogerla. Y allí puede quedar por siglos.

a.
Ahora en portada