¿Qué pasaría si Londres quedara bajo las aguas?

Una serie de imágenes, entre la ironía y el impacto, alertan sobre las consecuencias del cambio climático en ciudades como Londres

El cambio climático es una emergencia que cada día que pasa está más lejos de solucionarse. Ante la reticencia de las autoridades por emprender un cambio radical un estudio de diseño reflotó unas creaciones visuales que grafican cómo sería Londres si quedara cubierta por las aguas.

Según los científicos el nivel de las aguas por el calentamiento global podrían aumentar entre 50 centímetros y dos metros hacia el final del siglo XX.

Si se cumplen las perspectivas más pesimistas grandes regiones del planeta, sobre todo las costeras y las que se encuentran en terrenos planos, quedarían debajo de los mares.

La nueva vida de Londres en un siglo

Una de estas ciudades sería la capital de Gran Bretaña. Hace diez años, para una exposición, el estudio de diseño visual Squint/Opera realizó una serie de fotografías ficticias llamadas Flooded London (Londres inundado), que recrea la “curiosa utopía” de cómo sería la vida en la ciudad en el 2090, con todos sus edificios, viviendas, comercios y monumentos como hogar de peces y algas.

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Ahora estas fotografías volvieron a ver la luz. El motivo, explicó su directora Alice Britton a Deezer, es que el Reino Unido el mes pasado fue el primer país del mundo en declarar la emergencia climática.

Las fotografías muestran a personas en actitudes despreocupadas. Pero la tragedia del cambio climático se palpa en toda la escena

“Sentimos que era el momento para recuperar esas imágenes para ayudar a los londinenses a imaginarse cómo un concepto abstracto como el cambio climático puede afectar sus vidas”, precisó.

Perspectiva utópica

Para realizar estas fotos recurrieron a diseños en 3D, retoques en Photoshop y uso de modelos profesionales.

La visión que se ofrece es demoledora, pero no tiene esa carga de pesimismo apocalíptico que Hollywood se cansó de exprimir. A la gente se la ve despreocupada, habituada a una realidad que no hay forma de cambiar. Es como un guiño al futuro que imaginaba Aldous Huxley en Un mundo feliz.

La adaptación de los londinenses

A diferencia de otras recreaciones visuales que muestran a edificios emblemáticos destruidos, aquí sólo se perciben algunos detalles de sitios clave de Londres. Los protagonista son las personas y su adaptación.

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En una de las tomas se ve a un hombre, mayor de 50 años, que se prepara para un chapuzón como quien se lanza desde una piscina. Excepto que no está en un hotel de lujo sino en la galería de los susurros, sobre la cúpula de la catedral de St Paul.

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Otra toma ilustra a una familia en el suburbio de Honor Oak, donde una niña juega entre los portales de las casas victorianas y un vecino repara un submarino, como quien pone en condiciones a su coche. A lo lejos, se distinguen los rascacielos de la City entre la bruma y la capa de agua.

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Dos mujeres, vestidas como ejecutivas, pescan como si estuvieran en un espigón en el mar. Pero una mirada atenta permite percibir que es una oficina derruida en Canary Wharf, el barrio que alguna vez alojó almacenes portuarios y hoy es un centro de empresas y bares que venden café orgánico.

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En otra imagen se ve a una mujer que suda para lograr, mediante el pedaleo en un artilugio casero de poleas y dínamos, generar luz en una cadena de bombillos, que exhibe con orgullo por su socio (o marido, hermano o amigo, quien sabe).

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Parece que estuvieran en un taller mecánico o un depósito industrial, pero el análisis de algunos detalles permite inducir que están dentro de la Tate Modern, una de las galerías de arte más interesantes para conocer en Londres.

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La última toma pertenece a una recreación de la iglesia de St Mary Woolnoth, un templo ubicado en la City de Londres diseñado por Nicholas Hawkmoor e inaugurado en 1727.

Alrededor de la puerta de hierro los peces nadan en cardumen mientras que allá arriba, en la superficie, se distingue la silueta de un bote con dos personas a bordo que prueban suerte con la pesca.

“Las imágenes, en el fondo, son optimistas y revelan que más allá de ser una tragedia, las inundaciones llevaron a una evolución y adaptación de la forma de vida en la ciudad”, dijeron fuentes del estudio, que se preocuparon de dar una estética que recuerda al paisajismo romántico de los pintores victorianos.

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