Las calles de Roma se despiden de su mítico empedrado

Los adoquines de Roma son tan clásicos como el helado o el aperitivo. Pero el Ayuntamiento los reemplazará por asfalto para promover el uso de la bicicleta

Hasta 70 calles del centro de Roma dirán adiós a sus emblemático adoquines -sampietrini- y los sustituirán por asfalto en una medida que busca promover el uso de la bicicleta como una opción más sostenible de movilidad.

Parte de la identidad de la capital italiana, casi tanto como los helados, el aperitivo o las fuentes, los míticos adoquines sufren a diario la presión del tráfico de automóviles y camiones, por lo que muchos de ellos están desgastados o desprendidos y suponen un peligro para bicicletas y motos.

Los viejos sampietrini se colocarán en otras zonas de la ciudad para embellecer calles peatonales, como Via Condotti o Via del Corso

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Tampoco es el pavimento más cómodo para los peatones ya que, además de irregulares, son muy resbaladizos cuando se mojan y, por otro lado, resultan costosos de mantener.

‘Plan sampietrini’

Así, y según dieron a conocer desde el ayuntamiento, que regenta Virginia Raggi, del Movimiento 5 Estrellas, en algunas de las calles más concurridas como Via Nazionale, Viale Aventino y Via IV Novembre los adoquines de sustituirán por asfalto.

Eso sí, con el compromiso de que los viejos sampietrini encontrarán nuevo hogar en las más de cien calles peatonales que existen en la ciudad, como Via Condotti, cerca de la Plaza de España, o Via del Corso, la calle comercial por excelencia, donde se ubicarán para preservar el carácter histórico de la ciudad.

Los adoquines se fabrican solo con rocas volcánicas de los montes Albanos, al sur de Roma, y alrededor de la ciudad de Volterra, al norte de la ciudad

“Cada adoquín que retiramos de una carretera lo volveremos a colocar en otra”, explicó Roberto Botta, del ayuntamiento de Roma.

Icónicas calzadas romanas

Los sampietrini, que reciben este nombre porque se colocaron por primera vez en la plaza de San Pedro, son piezas cuadradas que comenzaron a instalarse en el siglo XVI, bajo el pontificado de Sixto V, y que representaron inicialmente una revolución en cuanto al tráfico de carruajes.

Roma. Foto Kirk Fisher |Pixabay.
Los adoquines retirados se colocarán en calles peatonales. Foto Kirk Fisher | Pixabay.

Se fabrican solo con rocas volcánicas de los montes Albanos, al sur de Roma, y alrededor de la ciudad de Volterra, al norte de la ciudad. Tradicionalmente colocados a mano (había incluso una figura especializada en esta tarea, los selciatori) sin duda forman parte del paisaje urbano.

Pero también de la propia historia de la ciudad. Y es que en las protestas de los años 60 los sampietrini fueron el arma preferida de los ciudadanos y se convirtieron en un auténtico símbolo de la lucha de la clase obrera.

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Plan progresivo

Hoy en día, sin embargo, son más bien una pesadilla para taxistas, ciclistas y motociclistas (además de para quienes calzan tacones).

Mantener los sampietrini cuesta, según el Ayuntamiento, tres veces más que el asfalto

Otro gran problema para la administración es su mantenimiento, mucho más costoso que el del asfalto al uso, en una proporción que desde el consistorio elevan a tres veces más.

De hecho, en 2015, un asesor de obras públicas del ayuntamiento, Maurizio Pucci, propuso incluso venderlos para solucionar así los problemas de tráfico y, de paso, hacer caja.

Los trabajos para retirarlos comenzarán en los próximos meses y se espera que se realicen progresivamente, lo que podría generar nuevos problemas de movilidad en una ciudad ya de por sí congestionada (y con un punto caótico).

a.
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