Laos, el país oculto del Sudeste Asiático

Laos recibe cinco veces menos visitas que los países vecinos, aunque cuenta con atractivos igual de fascinantes

Enormes templos de oro, cascadas mágicas, selva exuberante y un río, el Mekong, como personaje principal. En esencia, Laos puede tenerlo todo, pero este país de cultura budista, sin salida al mar, recibió solo 4,2 millones de turistas el año pasado. Cifra irrisoria comparada con los 32 millones de visitantes que atrajo su vecina Tailandia, los casi 27 millones que logró conquistar Malasia o los más de 10 millones que llegaron a Vietnam el mismo año. Laos, un país encerrado en el continente, compite contra gigantes del turismo.

El problema principal de Laos en la captación de turistas es la carencia de una costa marítima. Mientras que sus vecinos gozan de exuberantes playas que atraen millones de visitantes, este país sin salida al mar tiene que ingeniárselas para superar este ‘déficit de la naturaleza’ y ponerse a la par de los demás países de la península indochina.

La ausencia de salida al mar es un freno a la expansión turística

Laos ofrece una cultura ancestral digna de visitar. Sin embargo, también debe competir con los fastuosos y famosos templos camboyanos de Ta Prohm y Angkor Wat. Además, otro vecino suyo, Myanmar (la antigua Birmania) está cada vez más en boga entre visitantes de todo el mundo desde su apertura turística hace un par de años.  

Proyecto clave para aumentar el turismo

Las cosas podrían cambiar en un futuro cercano. El país invierte en instalaciones hoteleras de diferentes tipos, desde resorts de lujo hasta sencillos parques para acampar. Las conexiones aéreas entre Laos y China están mejorando desde el año pasado. Además se proyecta una conexión ferroviaria de alta velocidad entre los dos países que se inaugurará en 2022. De esta manera el país se prepara para una oleada de turistas chinos que podrían aumentar las cifras de visitantes.

Plantación de arroz en Laos
Cerca del 80% de la población de Laos se dedica a la agricultura, sobre todo a las plantaciones de arroz. 
 

Este país transita a paso lento en el crecimiento de su economía. Laos, antigua colonia francesa, también pagó un alto precio durante la Guerra de Vietnam. Sufrió varios años de un aislamiento producto de un régimen comunista, que le generó problemas políticos con países limítrofes como Tailandia o Myanmar. Estados Unidos mantuvo un embargo económico sobre el país hasta 1995, y en 2004 volvieron a establecer relaciones comerciales.

Qué descubrir en Laos

Laos conserva un encanto nostálgico colonial y su capital, Vientián, es muestra de ello. Esta ciudad aún no ha sufrido el boom de la construcción, que llena de rascacielos las urbes del sudeste asiático. A diferencia de metrópolis cercanas como Bangkok o Hanoi, convulsionadas por tuk tuks y motocicletas, los bulevares discretos de la capital laosiana y las plazas restauradas del centro histórico invitan a caminar al turista entre monjes budistas, que envueltos en túnicas color naranja transmiten mensajes de paz y serenidad al visitante.

El templo de Pha That Luang está recubierto con 500 kilos de oro

El atractivo principal de Vientián es el Pha That Luang, ubicada en el centro de la ciudad, se trata de una estupa budista recubierta por 500 kilos de oro y que se yergue como símbolo nacional de Laos. Sobreviviente y reformada tras varias guerras, como la invasión tailandesa del siglo XIX o la Segunda Guerra Mundial, este enorme templo dorado, que deja con estupefacto a sus visitantes, es considerado como una de las mejores obras arquitectónicas budistas en todo el mundo.

Laos
Pha That Luang símbolo nacional de Laos. 

La mayoría de la población en Laos se dedica a la agricultura, sobre todo a los sembradíos de arroz y la piscicultura que el río Mekong le provee. Gente humilde y sencilla, caracterizada sobre todo por la paciencia y el estoicismo que reflejan al tratar con el turista.

Una tierra mística

Alrededor de Phonsavan, un pueblo al norte de Laos, se encuentra la Llanura de los Jarrones, gigantes restos de orfebrería que datan de la Edad de Hierro. Todavía es un misterio quien elaboró las piezas y cómo la mayoría sobrevivió a los ataques norteamericanos de la Guerra de Vietnam.

Luang Prabang presenta la historia de la antigua casa reinante del país

Pero la postal por excelencia de Laos es probablemente Luang Prabang. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995, esta ciudad está ubicada en las montañas del centro de Laos, y es la antigua capital y sede de la anterior casa del Palacio Real. Está catalogada como la mayor ciudad turística y religiosa del país, ya que cuenta con más de 50 templos budistas.

WatSen templo en Luang Prabang
Wat Sen templo budista en Luang Prabang.

Las calles de esta villa ofrecen además mercados especializados en batidos de café y frutas autóctonas. En estos puestos, abiertos algunas noches, también es posible degustar los platos típicos como el laap -una carne especiada servida en forma de ensalada-, el tam mak hung -ensalada de papayas verdes- o el soup noh may -estofado a base de bambú verde-. Y obviamente cualquier variedad de pescado del Mekong.

El agua, protagonista en Laos

Kuang Si Falls, Laos
Tat Kuang Si una de las cascadas que más atrae turistas en Laos.

Laos es conocido por sus estupendas cascadas. Caídas de agua enmarcadas por exuberantes y frondosos árboles. A solo 30 kilómetros de Luang Prabang se encuentra la más famosa del país, Tat Kuang Si. A ella es posible llegar tomando un tuk tuk o los más aventureros y deportistas pueden llegar alquilando una bicicleta en la ciudad. Este paraíso compuesto por piscinas naturales, de aguas frías y color turquesa es uno de los parajes que todo visitante en Laos debe disfrutar.

Cruise boats en Laos
Barcos turísticos en el río Mekong. 

El río Mekong ha sido testigo del paso del tiempo en la historia del país. Pintorescas embarcaciones ofrecen viajes a través de sus aguas, dónde los atardeceres son los protagonistas con coloridos tonos, que se puede acompañar bebiendo el mejor té verde de la región. Con estos atractivos a Laos no le hace falta la playa para seducir turistas.

 

a.
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