Hyatt convierte el cuartel de Scotland Yard en un lujoso hotel
El hotel de la marca Unbound Collection by Hyatt transforma un edificio emblemático que inspiró las historias de Sherlock Holmes
El espíritu de Sherlock Holmes, el humo de las pipas y los cigarrillos de los detectives, las fichas de los criminales más buscados de Londres, las paredes que guardan secretos y el legado de Scotland Yard persisten en el nuevo Unbound Collection by Hyatt.
Es que este flamante hotel se encuentra en un edificio de porte señorial que fue el cuartel de la Policía Metropolitana durante 200 años, hasta que en 1890 cedió las instalaciones al ejército británico y a la policía militar. Tras la Segunda Guerra sirvió al Ministerio de Defensa, que lo desalojó hace cinco años.
Lujo en una antigua comisaría
El antiguo cuartel de Scotland Yard se convirtió en el sexto hotel de la marca Unbound Collection de Hyatt, una de las insignias más lujosas de la cadena norteamericana.
El nuevo hotel de Hyatt fue el cuartel principal de Scotland Yard durante 200 años
Cada una de las 152 habitaciones (entre ellas 15 suites) fueron decoradas en un estilo moderno, todas con un toque diferente, pero sin perder las fuertes raíces tradicionales del edificio. De hecho el estilismo se preocupó en dejar claro que se está en un sitio que trató con criminales en la Inglaterra Victoriana.
Recuerdos de Scotland Yard
Cabe recordar que sus salas y pasillos inspiraron a Arthur Conan Doyle para situar a su personaje más famoso, Sherlock Holmes, en la deducción de crímenes imposibles de resolver para el resto de los mortales.
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Entre los detalles cabe destacar los armarios ocultos detrás de bibliotecas o los colgadores para la ropa con formas de llaves antiguas.
Cócteles de aires criminales
El establecimiento tiene dos bares, un restaurante y áreas exclusivas para huéspedes más distinguidos.
Uno de los bares, la coctelería Los 40 Elefantes, toma su nombre de una banda de mujeres ladronas famosas por robar a las personalidades más ricas de Londres entre fines del siglo XIX y la primera mitad del XX, y responsables de algunos de los golpes criminales más audaces. Una de sus cabecillas, Lillian Rose Goldstein, mira en una foto el botín incautado por los agentes.
El otro bar, Sibín, tiene la estética de un pub clandestino irlandés. Para entrar hay que encontrar una puerta secreta, y una vez dentro hay que tener ojo para elegir cuál es el mejor whisky de su extensa carta.
Uno de los bares homenajea a una de las bandas de ladronas más famosas de Londres de fines del siglo XIX
Pero como corresponde a todo hotel inglés, el salón The Parlour despliega elegancia para la ceremonia del té de las cinco de las tarde, con una puesta en escena que se inspira en el hotel The Imperial New Delhi, uno de los establecimientos más exclusivos de la India.
El restaurante The Yard estará a cargo del chef Robin Gill, uno de los renovadores de la escena gastronómica británica. Allí pondrá el acento en una cocina moderna, con productos locales que recuerdan a la tradición de la campiña.
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En tanto a nivel de calle hay un espacio llamado Grace and Favour (Gracia y favor), destinado a los pasajeros más exclusivos, que se puede reservar para reuniones y eventos corporativos.
El origen del patio de los escoceses
El edificio tiene una historia más antigua que el cuartel de Scotland Yard. Sus orígenes se remontan al 997, cuando la corona inglesa entregó un inmueble al rey Kenneth III de Escocia para que se aloje en sus visitas al Londres medieval.
Por allí pasaron sucesivos monarcas escoceses hasta la reina Margarita, la hermana de Enrique VIII, que se alojó en 1541. De esa antigua residencia real proviene el nombre de Scotland Yard. O sea, el ‘patio de los escoceses’.