El Hermitage: el gran proyecto de Conesa para el Port de BCN

El centro que presentará la colección del museo ruso toma forma. La presidenta del Port, Mercé Conesa, impulsa el proyecto ante las reticencias de Colau

El Port de Barcelona despeja el camino para que el Museo Hermitage sea realidad. El organismo inició el trámite oficial para su puesta en marcha, tras la publicación en el Boletín Oficial, y luego de culminar su organización interna que le permitirá acoger a este nuevo centro cultural.

El Hermitage era uno de los proyectos a los que apostó Sixte Cambra, el anterior presidente de la autoridad portuaria, y fue heredado por su nueva titular Mercè Conesa.

Conesa acelera los tiempos del Hermitage

Debido a que el museo se levantará en la bocana norte, donde el Port es autoridad soberana, los planes chocan con las reticencias de la administración comunal de Ada Colau.

Pero Conesa aceleró los tiempos de preparación del proyecto y lo pudo presentar a tiempo antes del período pre electoral en el Ayuntamiento de Barcelona.

El proyecto implica una inversión privada de 50 millones de euros, así como el resto de equipamientos que acercará el futuro museo, como centros comerciales, de ocio e inmobiliarios.

El proyecto del Museo Hermitage Barcelona implica una inversión de 50 millones de euros, 100% privada

Reticencias del Ayuntamiento

Colau pidió a los promotores que el proyecto “tenga un estudio de viabilidad riguroso y plenas garantías” de que no será necesario un rescate de dinero público.

En diciembre, ante las indecisiones del área de Urbanismo del consistorio, los impulsores recordaron que han trabajado en los últimos seis años con la Generalitat, las autoridades comunales y las asociaciones vecinales. Y consideraron «impensable que una inversión de 50 millones, de capital 100 % privado, pueda llevarse a cabo» si no cuenta «con el apoyo explícito del Ayuntamiento de Barcelona”.

Renovación en el paseo marítimo

El Hermitage, que espera recibir a 700.000 visitantes anuales, será otro paso más en la renovación del frente marítimo de la ciudad, donde en las últimas décadas se levantaron el centro comercial de Maregmágnum, las oficinas del World Trade Center, el puerto deportivo de Marina Port Vell, el hotel W y el Aquarim con el cine IMAX.

El futuro museo cambió de cara respecto al proyecto original: la idea inicial de un edificio de líneas rectas, pero el premiado arquitecto Toyo Ito tomó las riendas y presentó un diseño de líneas curvas. El lugar tendrá una superficie de 16.000 metros cuadrados divididos en cuatro niveles, con un gran vestíbulo y una escalera voladiza.

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El proyecto inicial del Hermitage planteaba un edificio de líneas rectas.

La fachada, con sus formas sinuosas, lleva el sello de autor de Ito, como se puede ver en el Hotel Porta Fira y en la Fira Europa, en L’Hospitalet o en el frente del Suite Avenues, en el Paseo de Gràcia.

Junto al museo se proyecta el nuevo edificio de la Facultad de Náutica de la UPC y de la Cruz Roja del Mar.

El segundo museo más grande del mundo

El Hermitage de San Petersburgo es el segundo mayor museo del mundo, después del Louvre, con un patrimonio de tres millones de piezas. La tendencia de los grandes centros es patrocinar museos paralelos que permitan exponer su patrimonio.

Barcelona se sumará a las colecciones que el Hermitage tiene por el mundo, con centros en Ámsterdam, Ferrara, Kazan o Vilnius

Es lo que sucede en Abu Dhabi con el Louvre del Desierto, con los Guggenheim de Bilbao y Venecia, o los diferentes Hermitage repartidos en el mundo, como en Ámsterdam, Kazán, Ferrara (Italia), Vladivostok o Vilnius.

El director del museo ruso, Mijáil Piotrovski, sigue de cerca la evolución del proyecto en Barcelona, y su concepción lleva el sello de Jorge Wagensberg, físico y museólogo fallecido en marzo de este año, reconocido por la renovación que imprimió al Museo de la Ciencia Cosmocaixa.

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