¿Un tranvía para amantes del queso? Sí, existe y está en Zúrich

En Zúrich hay un tranvía que cruza la ciudad. Pero no es como cualquier otro: a bordo se puede degustar la mejor fondue mientras se viaja

No es la primera vez que Suiza revoluciona el transporte urbano. Así, mientras avanza en la eliminación de los billetes físicos e implanta un novedoso sistema por el que se paga después de viajar, nos sorprende ahora con una propuesta que, aunque menos tecnológica, es mucho más sabrosa: un tranvía para amantes del queso.

Duros, blandos, en crema, para untar o fundidos. Emmental, Gruyère, Tête de Moine, Appenzeller, Sbrinz, L’Etivaz. Con pan, de postre, con nueces, con chocolate, con vino o con cerveza. El país es un auténtico paraíso para los queseros y Zúrich es uno de los mejores lugares para probarlos, incluso en el lugar donde menos lo esperas, un tranvía.

En un antiguo tranvía de 1930 recorremos el centro de Zúrich mientras disfrutamos en torno a una burbujeante olla llena de queso derretido

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Tranvía quesero

La compañía VBZ pone en marcha entre noviembre y marzo un tranvía de época en el que, además de realizar un agradable recorrido por la ciudad en algo parecido a un acogedor salón, podemos disfrutar de una fondue, una de las tradiciones nacionales.

A medio camino entre la ruta para descubrir la ciudad y el restaurante, el antiguo vehículo recorre el centro de Zúrich sin dejar de lado sus plazas y rincones más hermosos para disfrutar de la elegante Bahnhofstrasse, el lago desde Quaibrücke o las casas tradicionales a lo largo de Limmatquai pero también la estación de trenes Tiefenbrunnen y la zona de moda de Zurich-West.

Fondue Tram. Foto: VBZ.
Fondue Tram. Foto: VBZ.

Y para hacer igual o más emocionante el propio viaje que el destino, durante el trayecto nos sumergimos en la tradición nacional de juntarnos en torno a una olla con queso derretido burbujeante en la que mojar trocitos de pan y deleitarnos con el sabor nacional por excelencia.

Fondue Tram

Sobre un vehículo construido en 1930 y en un viaje de dos horas de duración, seremos recibidos con una bebida seguida de aperitivo, postre, café y, por supuesto, toda la fondue que seamos capaces de tomar.

Un guía nos acompañará compartiendo las mejores historias y curiosidades de la ciudad.

El menú incluye un plato de entrantes, la fondue como gran estrella y un postre de chocolate -seguimos en Suiza-, concretamente mousse y chocolate servido con café.

 

Incluso se ofrecen opciones para vegetarianos o personas con intolerancia, tan solo hay que solicitarlo al hacer la reserva.

El Foundue Tram funciona todos los días de la semana con dos viajes a las 17,30 y a las 20,15 de lunes a sábado y los domingos a las 16,30 y a las 19,15. Además, los fines de semana hay un viaje especial a la hora de la comida de 12.00 a 14.00 horas.

El paseo en el medio de transporte más delicioso de Zúrich tiene un precio de 95 francos suizos, aproximadamente 86,65 euros.

 

a.
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