Tres brandies exclusivos para maridar con habanos

Los Cigars Club de Bodegas Ximénez-Spínola, una producción limitada de brandies, combinan de maravillas con el nuevo habano Montecristo Churchills Añejados

El Club Pasión Habanos ha celebrado un afterwork en el Gran Teatro del Liceu de Barcelona, donde los 37 socios de este particular club –donde cada vez cuentan con más mujeres- han catado los tres brandies de la gama Cigars Club de Bodegas Ximénez-Spínola.

Este es un destilado absolutamente exclusivo: su producción es de sólo 350 botellas numeradas de cada tipo, con fortalezas que provienen de las barricas de envejecimiento, y un brandy único específicamente elaborado por y para el fumador de habanos.

Tras la cata se ha realizado el maridaje con un cigarro muy especial: el nuevo Montecristo Churchills Añejados (vitola de galera Julieta No. 2), un habano de la línea Añejados. El maridaje se efectuó combinando cada tercio del cigarro con cada uno de los brandies, para que se pueda averiguar el efecto de armonizar las fortalezas de los tres destilados con un único cigarro. 

 

Tres siglos de vinos exclusivos

Las bodegas Ximénez-Spínola comenzaron primero como exportadoras y luego como productores de vinos y destilados, allá por 1729, de la mano de Philipe Antonio Zarzana Spínola. Son una empresa independiente y familiar -una rareza en Jerez- y, se presentan como ‘una casa de viticultores’, que toma las decisiones en un consejo familiar o Comité de Cata y Selección, y que cuentan con la figura de leyenda de Tía Celina la primera enóloga de España (cuando las mujeres no podían ni acceder a la universidad). 

En esta bodega no producen grandes volúmenes pero desarrollan unos vinos de gran calidad, con técnicas de elaboración creadas por ellos mismos, y que devienen en una cuidada producción limitada y numerada.

Estos viticultores siempre han trabajado el cultivo varietal Pedro Ximénez, -documentado desde 1752-, y llegaron a obtener el reconocimiento de las autoridades españolas con la concesión de la “Denominación Varietal Pedro Ximénez de Acreditación Propia”. 

En esta bodega única de Jerez, ninguna otra sigue con su tradición viticultora y dedicada exclusivamente a la uva Pedro Ximénez, aclimatada a la región desde hace 500 años.

En búsqueda del brandy perfecto

En la cata, José Antonio Zarzana (experto y heredero de las bodegas jerezanas), ha explicado la historia de Ximénez-Spínola, asociándola a esta uva particular, desde su adaptación y desarrollo en la península. El viticultor ha explicado la génesis de los procesos y la historia y desarrollo de los diferentes vinos de sus bodegas, hasta llegar a la creación de los brandies Cigars Club y su estrecha relación, desde el 2002, con Tabacalera. 

Zarzana detalló como su padre José Luis tuvo el objetivo, hace 43 años, de encontra el brandy perfecto para el cigarro perfecto, el habano. Durante años, el propietario de las bodegas seleccionaba algunas barricas de sus brandies más añejados para su propio consumo y armonizarlos con sus habanos preferidos.

Precisamente esa costumbre inspiró a su hijo José Antonio -heredero en novena generación- para comercializar un brandy que denominó Cigars Club, a partir de los destilados de uva Pedro Ximénez elaborados expresamente para maridarlos con cigarros cubanos.

Para entender la exclusividad de Cigars Club hay que tener presente que estos viticultores jerezanos, hacen mayoritariamente vinos, y los destilados ocupan un lugar mínimo en su producción, con tan sólo 1.050 botellas y con la nobleza que deviene de ser producidas con una uva exclusiva.

Su proceso de destilación y envejecimiento en barricas de roble durante un mínimo de 25 años de crianza, en el tradicional sistema de soleras permite crear tres niveles de fortaleza. Seguramente estamos ante el brandy español más singular del mercado. 

 

Los secretos del habano más añejo

Tras la cata de los tres brandies, José Andrés Colmena, brand ambassador de Habanos,-una de las personas que más saben de puros cubanos en el mundo- ha comentado las características del cigarro elegido para este afterwork, que forma parte de la nueva línea de Añejados.

Se trata de habanos que han pasado por un proceso de añejamiento en Cuba durante un periodo de 5 a 8 años en sus cajas originales y en las mejores condiciones de conservación, lo que les ha permitido ganar matices y complejidad sin perder sus características organolépticas iniciales.

El concepto de Añejados se estrenó con dos nuevos lanzamientos que son vitolas novedosas en sus respectivas marcas: Romeo y Julieta Pirámides Añejados y Montecristo Churchills Añejados, que fue el cigarro protagonista de la velada. 

Colmena describió los formatos, vitolas y fortalezas de los cigarros de la nueva línea, y mencionó los relanzamientos de colecciones Vintage como la Serie Sevilla, en los que se recupera la jarra de cerámica, en este caso fabricada en La Cartuja.

Además ha detallado los orígenes de la marca Montecristo y su amplia gama de vitolas, así como las novedades presentadas en el XVIII Festival del Habano, en donde hay un lugar especial para los lanzamientos de Cohiba en el año de su 50 aniversario.

El Montecristo Churchills Añejados comenzó a expandir sus exquisitos aromas una vez que entró en combustión, y Colmena aprovechó para describir los matices que se aprecian al combinar cada uno de los tercios del cigarro con las fortalezas de los tres brandies. 

 

Cigars Club Nº 1, es el de menor graduación, ideado para Habanos suaves, y es de fortaleza 1: intensidad aromática sutil, pasas e higos finos; madera integrada que redondea, para combinar con un primer tercio del habano intenso pero dulzón, con madera, granulados y vegetal.

 

Cigars Club Nº 2, el de graduación media ideado para Habanos medios medio-fuertes, fortaleza 2: intensidad aromática moderada, pasas y ciruelas secas. Madera presente y prolongada, para combinar con el segundo tercio del habano, enriquecido por la combustión, con notas de madera y cacao de gran pureza, intenso y vegetal aunque aún dulzón.

 

Cigars Club Nº 3, el de la más alta graduación, para Habanos fuertes, fortaleza 3: graduación alcohólica alta, con intensidad aromática muy persistente, pasas muy presentes y claramente identificables. Madera ostensible y recia sin perder la redondez, para combinar con el último tercio del habano, intenso, espaciado, con un punto de sequedad y amargor debido a la nicotina y con una fuerza mayor.  

 

En su selección artesanal, se busca armonizar el dulzor y la suavidad en el primer tercio del habano y compensar el amargor de los dos últimos tercios de un cigarro, equilibrando sensaciones y armonía a los momentos finales. Es decir, las notas dulces y recias compensan a las secas y amargas en el maridaje con tabaco.

En una velada como esta se concluye que hay que contar con estos exclusivos brandies para combinarlos con el ritual del cigarro. Y a no perder de atención los listados de Habanos que Pedro Ximénez-Spínola ofrece en su web, para saber con cuál maridar con las tres opciones de Cigars Club.

 

a.
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