Rakel Cernicharo: la chef indomable

Una chef auténtica que propone una cocina extremadamente trabajada que habita en los siempre difíciles recovecos de la creatividad bien entendida

Con 34 años y más de una década cocinando, Rakel Cernicharo, chef del restaurante valenciano Karak, ganó el concurso televisivo de Antena3 Top Chef 4 en 2017. Rebelde, temperamental, explosiva y talentosa son los adjetivos que mejor definen a esta pequeña gran mujer de poco más de metro y medio, que cocina como los ángeles y a quien no le importa decir lo que piensa -le pese a quien le pese-.

En principio podría pensarse que Rakel Cernicharo se oculta detrás de sus grandes gafas para disimular su aparente fragilidad. Nada más lejos de la realidad: sus gestos, lenguaje y miradas denotan fortaleza, carácter y una personalidad que no se deja amedrentar.

Su personalidad y madurez vienen marcadas por unas tempranas y complicadas vivencias que le han dejado una profunda huella y que le han servido para convertirse en el decidido ser humano que es en la actualidad.

En los meses que duró el programa Rakel consiguió enemistarse con casi todos los chefs participantes. «La mayoría me odiaba» reconoce. Aún así, y contra todo pronóstico, logró alzarse con el premio Top Chef al mejor cocinero de España 

¿Quién dijo que la vida era fácil?

Cuando tenía tan sólo 6 años su madre quedó completamente dependiente debido a la reacción de una anestesia y falleció cuando Rakel tenía 15 años. Una situación que vivió con rebeldía, tristeza y desazón, hasta el punto que cambió su nombre Raquel por el de Rakel que conserva en la actualidad.

Rakel trabajando en la creación de un nuevo menú.
Rakel trabajando en la creación de un nuevo menú.

Con la desaparición de la figura materna comenzó a interesarse por la cocina y se inscribió en un curso en la Escuela de Cocina Altaviana de Valencia, decidiendo que los fogones eran su vocación y el futuro.

A los 21 años un nuevo mazazo. Su padre falleció afectado por el caso Maeso, el anestesista valenciano que se inyectaba parte de la anestesia destinada a sus pacientes y que contagió el virus de la hepatitis C a más de 275 personas.

A los 21 años, Rakel cambió Valencia por Londres. Su paso por la ciudad le abrió la mente y le ayudó a empaparse de los sabores y las cocinas de otros lugares del mundo

Fue entonces cuando tomó la decisión de abandonar Valencia para marchar a Londres, donde permaneció un tiempo viviendo como okupa y trabajando en horarios interminables en restaurantes de Candem Town. Su paso por la capital londinense le abrió la mente, le marcó profundamente y le ayudó a empaparse de los sabores y las cocinas de otros lugares de mundo.

La diosa fortuna le sonríe

A su regreso a Valencia tomó el traspaso de un local en pleno barrio del Carmen al que con los años acabó llamando Karak (Karak significa Ka Rakel, es decir, casa Rakel en valenciano). 

Diez años permaneció allí hasta que un buen día la responsable en Valencia de One Shot Hotels comenzó a frecuentar asiduamente su restaurante, ofreciéndole montar un nuevo Karak en los bajos del nuevo Hotel One Shot Mercat 09 de la ciudad.

El preciosismo es una de las características esenciales en los platos de Rakel.
El preciosismo es una de las características esenciales en los platos de Rakel.

Esto sucedió en el 2017, pocos meses antes de que Cernicharo concursara en el programa de televisión Top Chef, un talent show que pone a prueba a un grupo de cocineros profesionales para decidir cuál es el mejor entre ellos.

“Creo sinceramente, y me duele decirlo, que el cocinero es el gran profesional de la falsedad”

“Me gustan las experiencias nuevas en la vida. Por eso decidí presentarme, sopesando pros y contras, porque sé que a mis compañeros cocineros no les haría gracia, pues en nuestro mundo hay mucha mentira, muchas envidias y, sobre todo, rivalidad”. Y recalca, “Creo sinceramente, y me duele decirlo, que el cocinero es el gran profesional de la falsedad”.

En los meses que duró el programa Rakel consiguió enemistarse con casi todos los chefs participantes porque ella es así, incapaz de callarse en momentos determinados sobre todo si percibe una injusticia. “Era real” confiesa, “no era ficción televisiva. La mayoría me odiaba. Me pierde la boca en muchas ocasiones”.

Aún así, y en contra de todos los pronósticos, Rakel consiguió ganar y alzarse con el premio Top Chef al mejor cocinero de España.

En la zona Barra se puede ver a Raquel cocinando ‘en su salsa’ mientras se escucha de fondo la música de Skunk Anansie, Lauryn Hill o su admirada Nina Simone, cuya atormentada vida le fascina y le sirve de guía

Un antes y un después

Al regresar a Valencia como triunfadora, comenzaron las entrevistas y la fama. Además, había que levantar un restaurante desde cero y tanto Rakel, como su pareja, Javier Plaza, que se ocupa de la gestión administrativa de Karak, diseñaron ellos mismos todo el espacio gastronómico, consistente en una zona Gastro, donde se sitúa el comedor principal, con 8 mesas y cabida para 30 personas, la zona Barra, más casual, con la cocina a la vista y tres mesas compartidas para 25-30 comensales, y la zona Bodega, para 20 personas.

Vista de la zona Gastro. Foto Karak.
Vista de la zona Gastro. Foto Karak.

En la zona Barra se puede ver a Raquel cocinando ‘en su salsa’, mientras en ocasiones se escucha de fondo la música de algunos de sus grupos favoritos como Skunk Anansie, Lauryn Hill y su admirada Nina Simone, cuya atormentada vida le fascina y le sirve de guía.

Decorado para deleitarse con la comida

El restaurante es un espacio elegante y funcional donde todo está ideado para generar el ambiente más propicio para gozar con las creaciones de Rakel y su equipo. “Cuando lo concebimos, tenía claro que quería tocar materiales nobles, tocar el cristal, tocar la madera, tocar el hierro. Hemos utilizado maderas de nogal, de olivo y cedro. Necesitaba que los espacios fueran diáfanos, por eso no hay cuadros”.

La cocina de Raquel Cernicharo es como ella: un torbellino de intensa y rotunda creatividad, arriesgada, un tanto anárquica, muy técnica, de platos muy visuales, estéticos y preciosistas

La propuesta gastronómica de Raquel Cernicharo es tal y como es ella, un torbellino de intensa y rotunda creatividad, arriesgada, un tanto anárquica, muy técnica y abierta a todas las cocinas del mundo. Además sus platos son muy visuales, estéticos y preciosistas.

Su sentido artístico de la gastronomía incluye el diseño de platos que ella y Javier fabrican artesanalmente en su casa de campo con troncos de madera y cuernos de animales.

Black salmon, creación emblemática del Rakel Cernicharo.
Black salmon, creación emblemática de Rakel Cernicharo.

Autenticidad y preciosismo

En la zona Gastro, donde se puede degustar el menú degustación de 65 euros que incluye 14 pequeñas creaciones, y un menú ejecutivo a 35 euros, se aprecia en una de sus paredes un gran dibujo de la testa de un ciervo con su cornamenta. “El ciervo es un icono para mi pues representa la fuerza, el coraje. Un animal que regenera sus cuernos si se le parten. Toda una metáfora de la vida”.

“El ciervo es un icono para mi pues representa la fuerza, el coraje. Un animal que regenera sus cuernos si se le parten. Toda una metáfora de la vida”

En el espacio Barra se puede pedir a la carta o puedes dejarte llevar con la propuesta ‘En mis manos’ a 35 euros, que incluye un snack, seis platos y una degustación de postres.

Cernicharo conserva en su carta algunos platos emblemáticos y que tanta fama le han dado como el black salmon, los noodles con rabo de toro, y nuevas creaciones como el steak tartar de pato curado a la naranja con ajoblanco de pistacho.

La zona Barra es un espacio gastronómico muy demandado.
La zona Barra es un espacio gastronómico muy demandado. Foto Karak.

Existen muchos motivos para comer en Karak, pero destacaríamos especialmente la autenticidad de Rakel Cernicharo, una chef que propone una cocina extremadamente trabajada que habita en los siempre difíciles recovecos de una creatividad bien entendida y que responde al buen hacer de una cocinera ciertamente virtuosa y excepcional.

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